Pasar 5 años entre rejas “por una frase que se dice que se ha dicho”. Es el resumen de la historia judicial protagonizada por un hombre: Francisco S.L. Cumple condena por un delito contra la salud pública, reconocido y penado desde el mismo momento en que aceptó una petición de más de 3 años de prisión tras ser sorprendido por la Policía Nacional en Ceuta con un cargamento de hachís en su camión.
Era julio de 2015 y nunca negó que la droga fuera suya, ni que estuviera incurriendo en un pase de sustancias estupefacientes. Por eso aceptó todos los meses de condena que leyó el tribunal en aquel momento sin queja alguna.
“Llevo 35 meses preso. Nunca he negado mi delito”, reconoció ante el Tribunal del Jurado conformado en la mañana del miércoles, sin desvelar qué le llevó a cambiar su vida profesional por un pase de drogas por un peso familiar. Los componentes del tribunal no profesional, encargados de determinar si además de pasar la droga intentó sobornar a un policía para que no se lo impidiera, tardaron horas en dar a conocer su veredicto desde que el magistrado presidente, Fernando Tesón, les entregaba el objeto. Fue unánime: no culpable del delito de cohecho por el que le acusaba el Fiscal. Así que el acusado continuará preso por el delito penado pero no encadenará este con otra condena nueva.
Tres policías nacionales habían incluido en el atestado que redactaron ese julio de 2015 que Francisco había intentado sobornar a uno de ellos. “Si me dejas pasar, te traigo un paquete de hachís el próximo día”, declaró por videoconferencia un componente del CNP que le había manifestado el acusado. El ofrecimiento, supuesto, fue a él, pero dos compañeros prestaron declaración por la misma vía para verificar que o lo escucharon o se lo confesó el agente.
Los reconocimientos policiales hicieron sostener la acusación presentada por el Ministerio Fiscal, que pedía 5 años de prisión para el acusado, que ha cumplido ya casi la mayoría de los tres y medio que se le impusieron. No ha disfrutado de beneficencia alguna en forma de permisos o de tercer grado, precisamente porque estaba a la espera de la celebración de este juicio, negándose a aceptar la conformidad ofrecida que hubiera evitado tanto la selección del jurado como la celebración de la vista.
Una historia que no cuadra: A pesar de las manifestaciones de los policías, coincidentes, no cuadraba el ofrecimiento de droga en otro pase
Pero es que Francisco S.L. insistió en que era inocente. Negó ese presunto soborno a tres policías que estaban destinados en el puerto como parte de la Operación Minerva, a los que jamás iba a volver a ver. Los tres agentes declararon no tener duda alguna de que el ofrecimiento se hizo a pesar de su sentido incongruente. Algo sobre lo que hizo hincapié la Defensa de Francisco. ¿Cómo ofrecer hachís en otro futurible pase si el acusado tenía la droga en su poder para darles una parte en ese momento? ¿Por qué ofrecerla en otro pase si esos policías nunca más iban a ser destinados a Ceuta?
El letrado Fernando Díaz Bermejo quiso llamar la atención a los miembros del Jurado sobre estas cuestiones, dibujando a su patrocinado como una persona que nunca negó su delito de drogas, pero que no iba a aceptar una pena añadida por algo que, insistió hasta la saciedad, no cometió.
¿Y por qué los agentes dijeron lo contrario? El acusado no encontraba explicación. “Niego totalmente que dijera eso”, declaró, “jamás en mi vida han salido esas palabras de mi boca. No cabe que digan eso de mí”.
“Ni siquiera”, aclaró, “sabía qué significaba la palabra cohecho, se lo tuve que preguntar a mi abogado cuando me acusaron de ello, no me entra en la cabeza que puedan decir eso de mí”, apuntó.
La pena mínima contemplada para este delito es de tres años de prisión
No obstante la reiteración en las declaraciones de los agentes fueron suficientes para que la Fiscalía mantuviera su petición de un veredicto de culpabilidad, recalcando que además de ser tajantes fueron coincidentes, por lo que quedaban acreditados los hechos.
La Defensa, en cambio, comparó un ofrecimiento de ese calado con “proponer la luna. ¿Es de sentido común? No los iba a ver más, ¿para qué ofrecer una dádiva a quienes no tienen relación con él y en un próximo viaje, cuando tiene la droga en su poder?”, cuestionó el letrado.
La Defensa aludió además a lo desproporcionado de esta historia, con una petición de 5 años “por una frase que se dice que dijo”, por algo “que no es creíble”, en un caso en el que “se quiere dar sentido a algo que no se dijo”. No evitó además aludir a la petición de 5 años, equiparando este caso con otros de cohecho vinculados a escándalos políticos por los que se pena mucho menos.
El acusado escuchó el veredicto de los componentes del Tribunal regresando a prisión para cumplir los meses que le quedan por la única acción ilícita que asumió cometer y que reconoció delante de los propios policías que le acusaron de intento de soborno porque él mismo les indicó dónde guardaba el hachís. Fue precisamente esa colaboración la que también pesó para justificar este veredicto unánime.
La detención, en el marco de la ‘Minerva’
La detención de este acusado se produjo en el marco de la llamada operación Minerva, desarrollada por la Policía Nacional dentro de los controles de Frontex. Se detuvo el camión y en su cabina el acusado guardaba hachís repartido en varias bolsas.