Dos días después de que
terminaran las testificales en el marco del juicio con Tribunal de Jurado seguido para esclarecer el crimen de Abdelmalik, el vecino del
Príncipe que murió asfixiado a manos de su mujer
en marzo de 2019, los elegidos para ejercer de jueces no profesionales leyeron el veredicto. Un veredicto por el que acordaron, por unanimidad, que Naima -la acusada confesa- asesinó a su marido provocándole la asfixia al apretar su cuello con una bufanda. De acuerdo con la lectura hecha pública en la sala de la Sección VI de
la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta, los jurados consideran que Naima es culpable por asesinato, al entender que se produjo un homicidio con alevosía con la agravante de parentesco. Los jurados han apreciado además la existencia de una atenuante de confesión modificada. El tribunal no profesional mantiene que cuando paró a un
guardia civil para informarle de los hechos dijo que creía haber matado a su marido, no que lo hubiera hecho. Naima confesó ante la Policía, pero esa atenuante exige que diga la verdad y durante el juicio mantuvo que no quería matar a su esposo. Los jurados consideraron por unanimidad que no procede interesar un indulto ni la suspensión de la pena.
En sus conclusiones, alcanzadas no todas por unanimidad, mantuvieron que la acusada había usado la bufanda para, apretando, matar a su marido, actuando de manera sorpresiva y aprovechándose de su débil condición física lo que implicó que no pudiera defenderse. El hecho de que la acusada no hubiera presentado lesión alguna, ni tan siquiera arañazos en el cuerpo, lleva a sostener que no hubo una lucha previa a la muerte. Los jurados han considerado que no es cierto que Naima diera ese paso llevada por un acaloramiento fruto de un matrimonio marcado por los malos tratos, por lo que rechazan la atenuante de arrebato. Tampoco han considerado que esos malos tratos estuvieran probados. La acusada, que tapaba por completo su rostro con una prenda de color negro, escuchaba lo manifestado por el elegido como portavoz del Jurado. Un veredicto que se ha hecho esperar. Ya en la mañana del miércoles los miembros elegidos para formar este tribunal no profesional se habían reunido en la Audiencia para que se les entregara el objeto del veredicto: la serie de preguntas que deben responder fundamentándolas adecuadamente. Se abría, después, el periodo de deliberación tras haber atendido las distintas testificales. Pero en la noche de este miércoles se suspendía el debate debido a la necesidad de matizar las conclusiones de ese veredicto, citándose de nuevo a todos a las 9:30 horas del jueves para, por fin, hacer la lectura del fallo, pasadas las dos y media de la tarde. En todo este caso han sido claves la declaración de la médico forense así como la de la propia acusada. Los jurados han podido disponer de diversa documentación admitida como prueba así como analizar lo que se indicó en la sala. Por ejemplo, cómo la muerte de Abdelmalik se tuvo que producir bajo presión, es decir, por estrangulamiento a lazo, o cómo fueron los momentos previos al crimen. Aunque en este último punto las lagunas fueron abundantes debido a la declaración de la acusada que no acertaba a concretar la manera en la que arrebató la vida de su esposo en el interior del hogar compartido en la calle Este. Los jurados se han basado en las manifestaciones de la perito médico forense para considerar que la víctima no había tenido fuerza suficiente como para frenar ese ataque. La propia forense recordó que además de padecer asma, por ser fumador tenía los pulmones muy afectados y con una ventilación demasiado pobre. El hecho de que para provocar la asfixia se hubiera tenido que ejercer una fuerza mínima ha pesado en estas conclusiones, desechando la teoría de la acusada de que solo le agarró del cuello pero sin apretar para causar esa pérdida de conciencia y, después, la ausencia de oxígeno. Una vez se ha leído el veredicto, ahora Naima debe esperar la sentencia que dicte el magistrado presidente de este tribunal, ya que los años específicos de condena forman parte de una resolución dictada por un profesional del derecho.
En los juicios que se celebran bajo tribunal de Jurado, el magistrado ordena y guía el proceso atendiendo las dudas de los elegidos y es el que se encarga de dictar la sentencia en años que son los que pasará Naima entre rejas. La mujer lleva en prisión preventiva desde marzo de 2019 después de que se entregara y confesara haber arrebatado la vida a su esposo, lo que permitió que la Policía encontrara el cadáver tendido en la cama pero con la bufanda usada como arma del crimen al lado, no en su cuello.
Año y medio después se ha cerrado el capítulo judicial a un suceso que conmovió a la barriada del Príncipe y que se saldó con la muerte de uno de sus vecinos que, además, era muy conocido. La acusada tuvo tres hijos con su marido, que ahora están bajo cuidado de una familiar. Las tesis mantenidas por los miembros del jurado han sido más afines a las que hizo público la Acusación Particular que llegó a pedir, en su informe final, 25 años de prisión, mientras que Fiscalía reclama 17. La Defensa ha llevado a última instancia judicial una teoría bien distinta sobre los hechos, reconociendo el crimen pero no que se hubiera llevado a cabo con la alevosía reconocida.