Los vecinos de
Arroyo Paneque de Ceuta se sienten abandonados por los servicios de limpieza. La estampa de sus calles es de falta de higiene y de exceso de basura. Según Abselam Ahmed, un residente de esa zona, esta “ya no es ni barriada, esto es una jungla”. Allí viven alrededor de quinientos vecinos, la mayoría de edad avanzada, por lo tanto les perjudica el salir a la calle y tener una vida normal porque “no se puede ni andar”. Ahmed critica que desde hace tiempo no se ve a ningún trabajador de servicios de
limpieza por su barriada y que llevan “cinco años enteros sin ningún tipo de cuidado”, por eso las “cañas y la vegetación han crecido de forma exagerada”. Tanto que impide salir a las personas a la calle de forma normal porque “las plantas se han hecho con las aceras y escaleras”. Debido a las “cañas y arbustos enormes” han aparecido especies de animales que no deberían: “Ratas gigantes, ranas enormes y arañas. Tuve que matar una serpiente de metro y medio la semana pasada y las cucarachas por la noche son una plaga, no se puede andar sin ir matándolas”, dice Ahmed. Esta es la estampa con la que amanecen los vecinos todos los días.
Ahmed confiesa haber hablado con empleados de la empresa TRACE denunciando la situación de Arroyo Paneque, y “el día que les llamé la atención, bajó una chica a barrer. Solo a barrer. Y no he vuelto a ver más personal de limpieza. No han limpiado y cortado los matojos en condiciones de esta barriada desde hace más de cinco años. Como mucho bajan una vez al mes a quitar cuatro hojas y nada más”. Asegura que “las cañerías y alcantarillas apestan”, y son un “foco enorme de cualquier tipo de infección”. También ha llamado a Sanidad y “el teléfono suena pero nadie lo descuelga”. Otro problema añadido es el incivismo de otra gente porque “al haber tantas plantas, tiran ahí la basura”. Ahora están llenas de desechos, madera, escombros y restos de todo tipo. La barriada es peatonal y “por eso estamos abandonados”. Los animales e infinidad de insectos “se alimentan y cada día que pasa hay más”. Los vecinos están desesperados y piden a gritos que les limpien su barriada para poder pasear y salir a la calle sin tener que huir de los bichos y de los olores.