Jumanji: bienvenidos a la jungla
La definición de película navideña hoy en día ha ampliado su abanico bastante más allá de la ambientación propia de dicha época del año. Con tantos canales haciéndose la competencia y tanta oferta, no hay otro remedio. En el saco se meten también aquellas cintas de contenido amable (de aquel llamado familiar) cuyo estreno queda alejado en el tiempo pero que en estas fechas señaladas a uno le asoma la sonrisa cuando ve su reposición en la pantalla del televisor. Jumanji es un claro ejemplo de ello, y el inolvidable Robin Williams el ideal de actor de cine "navideño", o al menos de parrilla navideña.
Este año, además, "casualidades del destino", el universo de Jumanji, ese juego peligroso que lleva a los protagonistas a arriesgar la vida con peligros selváticos, también puede ser revisado en el cine de la mano de la adaptación del realizador Jake Kasdan, recurrente creador de cine "de humor gamberro pero blanco".
No logrará esta bienintencionada propuesta cotas de popularidad de su antecesora de 1995
No logrará esta bienintencionada propuesta cotas de popularidad de su antecesora de 1995 (nuevamente nos ponemos en pie ante el recuerdo de Robin Williams), pero el resultado es divertido, y tanto Jack Black (siempre efectivo en este tipo de cintas, más en el hilarante papel de "chica" que le toca hacer) como Dwayne Johnson, anteriormente conocido como "The Rock" (no es un gran actor, pero como Schwarzenegger en su día, ha demostrado sobradamente que sabe reírse de sí mismo, una enorme virtud), forman un buen tándem que funciona en la pantalla.
En este caso la historia se acerca a nuestra realidad temporal colocando la aventura a partir de un videojuego (a diferencia del juego de tablero de la clásica) que absorbe a los protagonistas a su mundo con forma de personajes arquetípicos que tendrán que sortear mil peligros y aventuras para salir de allí al más puro estilo Dragones y mazmorras (la serie de dibujos animados, claro está).
Con muy resultones efectos visuales, la producción fructifica en un producto de digestión sencilla que no niega sus orígenes, con algún guiño/homenaje entrañable incluido. Respeta la esencia aportando novedad, con humor algo de pincel gordo pero efectivo en muchos momentos, y se antoja perfecta para ver acompañado por alguien de cualquier edad, que es justamente la intención de aquellos que idearon este embolado peligroso de desempolvar algo que tuvo mucho éxito en su momento.
Puede ser pues que las fechas me pillen tontorrón, puede ser que los títulos acompañantes en la cartelera la hagan el tuerto en el país de los ciegos, puede que en otro momento del año no me reconozca recomendándola, pero, qué narices, no es mala elección para unas risas mientras se echa atrás en la memoria que a más de uno le llegará incluso para saber dónde y cómo andaba por aquellos mediados años noventa, cuando se estrenó la primera…
Puntuación: 6
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