El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta ha dejado visto para sentencia un juicio seguido por una agresión sexual cometida, en noviembre de 2018, contra una menor de edad que acudía a clases particulares. Los hechos se produjeron en la calle doctor Marañón, en la barriada de O’Donnell, a las 15:30 horas y el implicado, H.R. natural de Marruecos, pudo ser interceptado prácticamente al momento por varias personas para, después, hacerse cargo de él la Policía.
Acusado de un delito de agresión sexual y otro leve de lesiones, Fiscalía ha pedido que se le imponga una pena de 7 años y medio de prisión, así como otro periodo de libertad vigilada de otros 7 años, además de una prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 100 metros durante 17 años y 6 meses. A esto añade el pago de una multa por el delito leve de lesiones de 600 euros. Considera el Ministerio Público que los hechos han quedado suficientemente probados, tomando como base la declaración de la propia víctima –que se ha ratificado en los hechos ofreciendo una versión muy clara- y de una testigo –profesora de particulares-. Por el contrario, el acusado no ha conseguido aportar ningún dato que pudiera servirle de amparo ya que ni siquiera recordaba los hechos porque, ha dicho, estaba borracho.
Precisamente esa falta de recuerdo ha imposibilitado que se haya alcanzado una conformidad previa entre las partes, ya que al no acordarse de nada no podía reconocer el delito. La conformidad, que no ha fructificado y ha llevado a la celebración del juicio a puerta cerrada para preservar el interés de la menor, era de 5 años.
El acusado, H.R., que ha prestado declaración a través de videoconferencia desde la prisión en la que cumple prisión preventiva, está acusado de haber abordado a la víctima cuando esta se dirigía a recibir clases particulares. La agarró fuertemente del brazo y la empujó contra la pared, inmovilizándola para, a continuación, con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, hacerle tocamientos en distintas partes del cuerpo. La víctima comenzó a gritar y el acusado le agarró fuertemente para taparle la boca y continuar con su acción.
Esos gritos alertaron a la testigo de los hechos, su profesora, lo que llevó a que cesara su actitud e intentara escapar, siendo retenido por varias personas hasta que la Policía Nacional lo trasladó a la Jefatura Superior. La autoridad judicial decidió, por entonces, su ingreso en prisión provisional y este martes, casi dos años después, ha tenido lugar la vista judicial por estos hechos. El tribunal del máximo órgano judicial en la ciudad será el que deba dictar sentencia.
ارتفاع عدد المصابين بفيروس كورونا في سجن ورزازات إلى 303
Po sí