El Pleno de la Asamblea debate este lunes los Presupuestos de 2021 y lo hace sabiendo de antemano algunas de las cartas que las distintas formaciones políticas pondrán encima de la mesa. Si de algo ha servido el debate previo, ese que se cuece en la trastienda política, es para evidenciar el alejamiento entre PP y Vox que parece ya no tener enmienda. En esta entrevista concedida a El Faro de Ceuta, el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, reconoce lo que hasta ahora no había dicho públicamente: se había llegado a una situación límite, hasta el punto de que determinadas afirmaciones de Vox estaban generando malestar en miembros del Gobierno. Niega que el PSOE haya pedido algo a cambio de respaldar el proyecto presupuestario y mantiene que ha sido imposible aceptar las líneas rojas marcadas por el partido que encabeza Juan Sergio Redondo, al imponer la retirada de subvenciones a entidades concretas, todas ellas relacionadas con la comunidad musulmana.
–Ya conocemos, porque el propio Manuel Hernández ha sido el primero en anunciarlo, que el PSOE respaldará el proyecto de Presupuestos 2021 que mañana se lleva a pleno en el primero de sus trámites. Es el mismo partido que, hasta hace bien el poco, el PP consideraba que era “de poco fiar”. ¿Qué nos hemos perdido por el camino para que ahora se produzca este viraje, al margen de la excusa de que el apoyo es por la situación excepcional de la pandemia?
–La pandemia no es una excusa, es de la suficiente envergadura como para que la actitud política sea consecuente con la situación que vivimos. Es la pandemia y las circunstancias que la precedieron en nuestra ciudad. Hemos vivido una situación previa de crisis comercial por la interrupción de la frontera. Tenemos encima de la mesa un planteamiento de futuro económico para Ceuta mucho más estable y ha surgido la llegada de un plan Marshall para toda España en el que Ceuta tiene que participar para su reconstrucción, y a esto se ha sumado la pandemia y sus devastadoras consecuencias. Es un conjunto de circunstancias que justifican que en este momento tan trascendental, las formaciones políticas tengan capacidad para ponerse de acuerdo, para abandonar las trincheras de cualquier tipo. A España en su conjunto y a Ceuta en particular le ha ido bien cuando no ha habido trincheras.
Abrimos unas negociaciones con todas las formaciones políticas de cara al Presupuesto y debo decir con toda sinceridad, y lo tengo que aplaudir, que el PSOE llegó a esas negociaciones sin líneas rojas. Es un gesto político responsable, coherente y absolutamente oportuno dada la situación que vivimos. Tenemos una crisis sanitaria, económica y social... y ambas formaciones hemos entendido que no podemos tener una crisis institucional. Hemos elaborado un documento para combatir el covid, un presupuesto que garantiza el funcionamiento de los servicios, la estabilidad financiera y que tiene un marcado carácter social atendiendo a los colectivos más vulnerables, apuntando las líneas estratégicas a seguir en nuestra estructura económica.
–La pandemia como excusa, le decía, porque esa pandemia no es nueva. Llevamos desde marzo y ustedes, tanto PP como PSOE, se han dedicado a escenificar un enfrentamiento público, un enfrentamiento que incluso ha llegado a las instituciones de Ciudad y Delegación con asuntos como el de la inmigración. Todo esto al margen de los comunicados radicales emitidos por los partidos. La pandemia no es nueva, algo más ha tenido que ocurrir para que, ahora, se produzca ese acercamiento con el PSOE, ¿no?
–En lo fundamental la pandemia ha condicionado la toma de decisiones políticas, no solo con los Presupuestos, también hemos aprobado dos expedientes de modificación de crédito por unanimidad... Sí tenemos una disparidad de criterios con temas como el de la inmigración, que considero que es competencia del Estado, pero esa disparidad no me va a llevar a un enfrentamiento con la Delegación del Gobierno. De hecho, hemos seguido cubriendo las contingencias derivadas de la inmigración aun siendo competencia de la Administración General del Estado.
Ahora creo que hay que eliminar tensión, además eliminando tensiones las cosas se hacen de manera más sensata y menos condicionada por la visceralidad. Ahora no es el tiempo de la visceralidad, de decir conmigo o contra mí. Es el tiempo de la generosidad. Y a mí, que tengo ya 67 años, la veteranía me indica que es el tiempo de la calma.
–Bueno, Vox en realidad llegó haciendo un planteamiento a la Consejería estableciendo líneas rojas. Líneas rojas que podían interpretarse como que el Presupuesto se utilizaba, en vez de como herramienta de inclusión, para ir en contra de alguien o de un colectivo determinado y eso no puede ser.
Nosotros nos hemos mantenido en nuestra postura: este Presupuesto es de consenso y confirma la visión que tiene de Ceuta el Partido Popular. Nosotros defendemos un Presupuesto que debe ser reflejo de la realidad cultural de Ceuta, que es diversa. Es la Ceuta de las 4 culturas y el Presupuesto debe reflejarlo, ninguna de nuestras comunidades se debe sentir excluida de nuestro Presupuesto. De esto depende el porvenir de la ciudad, en esto no hacemos cálculos electorales, defendemos que el Presupuesto debe ser fiel reflejo de la sociedad ceutí, en la que todo el mundo se sienta representado y partícipe. Incluir en vez de excluir.
Cuando nos plantean unas líneas rojas y consideramos que esas líneas rojas pueden poner en entredicho este papel de Presupuesto como herramienta de inclusión, tenemos que reaccionar, no nos queda más remedio.
–¿Vox pretendía entonces que se sacara adelante un Presupuesto que iba contra un colectivo concreto?, ¿contra quién?
–En el capítulo de las transferencias deportivas, sociales, culturales... Ahí, en el ámbito de las culturales, ya tuvimos la polémica de Digmun, y ahora afectaba también a otras entidades como Septem Solidaria, que es una asociación de carácter cultural, de la comunidad musulmana. También estaba afectada Intercultura, Al Idrissi... Vox tenía una clara intención que, además, ellos mismos lo han dicho. Han dicho que estaban en contra de este Presupuesto porque es socialista, ayuda a la inmigración y a las asociaciones musulmanas. No es que lo diga yo, es que lo han dicho ellos. Poner en la diana como objetivo eliminar las transferencias a las asociaciones de carácter musulmán, como si mañana dicen las de carácter judío o hindú, o cristiano... ese no puede ser el objetivo. Esto va en contra de la realidad de la Ceuta de las 4 culturas.
"A España en su conjunto y a Ceuta en particular, le ha ido bien cuando no ha habido trincheras”
–¿Pero qué sucede, que les ha sorprendido ahora que Vox piense de esa manera...? Estos meses atrás se llevaban tan bien y eran los mismos, ¿qué ha cambiado?
–El año pasado el Presupuesto lo sacamos adelante, también es verdad que pocos apoyos encontramos, pero en esa ocasión las pretensiones estaban limitadas únicamente al ámbito de la inmigración y de las asociaciones dedicadas a la defensa de la mujer. Eran las dos cuestiones que desaparecieron del Presupuesto del 19 en el de 2020. Aquello, en beneficio del presupuesto lo entendimos, era algo además que no cuestionaba de manera rotunda y peligrosa la apuesta que durante 20 años y más venimos haciendo desde el Partido Popular por una Ceuta de todos.
Pero ya, lo que este año planteaban... Intercultura, Septem Solidaria o Al Idrissi no tienen nada que ver con la inmigración.
–Es decir, la apuesta que estaba haciendo Vox para darle su apoyo en los Presupuestos era una apuesta peligrosa contra la convivencia de Ceuta y por la desestabilización..., deduzco de su respuesta.
–No quiero demonizar a nadie, yo estoy hablando de tranquilidad, de sosiego y de paz, quiero que ese sea el cauce, pero no puedo tampoco rehuir la argumentación de por qué no hemos aceptado las condiciones de Vox. Nosotros no hemos aceptado las condiciones de Vox porque las líneas rojas que planteaban como condiciones para respaldar los Presupuestos, también eran líneas rojas para nosotros pero en sentido contrario.
Lo que pedían suponía una enmienda a la totalidad a nuestro pensamiento de lo que debe ser el Presupuesto, incluían también entre las asociaciones a la Fundación Premio Convivencia. Por ser más claro: sus condiciones para apoyar los Presupuestos eran eliminar esas subvenciones, y por ahí nosotros no pasábamos. Pero no hubiéramos pasado tampoco, aun cuando no hubiéramos tenido el apoyo del PSOE. De igual manera, que mañana vienen y nos dicen que quieren que quitemos la subvención a Cáritas, Cruz Blanca... tampoco pasaríamos.
"Vox establecía líneas rojas y podía interpretarse que el Presupuesto iba en contra de un colectivo”
–¿Y nos tenemos que creer que el PSOE no ha puesto líneas rojas, ni imposiciones...?
–Ninguna.
–¿Y después?... ¿habrá más acercamientos con este partido, asistiremos a más?
–Acercamiento tiene que haber seguro, si el Presupuesto sale adelante, tenemos el firme propósito de establecer un canal de comunicación permanente para justificar su ejecución. Es un proyecto del Gobierno, pero luego se debe convertir en un Presupuesto de todos los que lo apoyen.
Al margen, debemos seguir trabajando en la configuración de grandes acuerdos para que esta ciudad salga adelante, tenemos pendiente el desarrollo de una estrategia para la economía de Ceuta, tenemos el tema del mecanismo de ayuda a los colectivos más afectados de la pandemia, tenemos que hacer acciones de manera conjunta. El destino del dinero que venga de Europa lo tenemos que decidir de manera conjunta, también hay que desarrollar un planteamiento en materia de inmigración...
–Pero al margen de esto, yo le pregunto por un paso más, ¿el PSOE ha manifestado su intención de exigir parcelas de poder?
–Eso ni se ha planteado. El acuerdo alcanzado es presupuestario, hay que presumir una voluntad de favorecer la estabilidad de la ciudad pero no se ha hablado para nada de reparto de áreas de responsabilidad o de gobierno en absoluto. Debo decir que el PSOE no ha planteado ninguna contraprestación a cambio, ninguna contraprestación de esta índole: de cargos, áreas de responsabilidad, ninguna.
–Volviendo al tema de Vox. Esas líneas rojas, ese tipo de política o de entender la política que defendían... ¿estaba generando ya grietas en su propio equipo de Gobierno?, ¿alguno de sus miembros le estaba advirtiendo eso de ‘ya por aquí no pasamos’?
–El Presupuesto ha sido la prueba del nueve. Cada vez que surgía un tema de tensión eso también se trasladaba al ámbito del gobierno y, antes de tomar una decisión en el caso del Presupuesto, cuando conocimos las líneas rojas que planteaba Vox y el planteamiento del PSOE, tanto el Gobierno como el partido decidimos cuál era la opción que más convenía a Ceuta. No hay fisuras en el Gobierno en cuanto a la decisión adoptada. Sí es verdad que determinados comportamientos o afirmaciones de Vox generaban malestar dentro del seno del Gobierno, sí.
–No. Nada tiene que ver. Al margen de que Dunia pudiera sentirse molesta con alguna cosa, como cualquier miembro del Gobierno, jamás se le pasó por la cabeza traicionar al PP ni a su presidente, jamás. Dunia o cualquier otro miembro del Grupo Popular, de haberse sentido incómoda con las decisiones que adoptábamos en cuanto a la orientación política y nuestra política de acuerdos, lo que hubiera hecho -y yo mismo, también- era dar un paso atrás y dejar el espacio para que otro venga. Jamás pasó por la cabeza de Dunia ni de nadie firmar una moción de censura.
–Decía la consejera Kissy Chandiramani que este Presupuesto es “excepcional” por la situación sanitaria que vivimos. Están bajando los casos de contagios, pero seguimos en alerta. A la vuelta de la esquina tenemos unas próximas fechas navideñas en las que el disfrute puede confundirse con la relajación. De cara al 10 de diciembre, cuando finalice el decreto de restricciones en vigor, ¿qué tiene planteado el Gobierno?
–Se ha conseguido doblegar la curva, algo que parecía misión imposible. El pico de la incidencia acumulada medida en términos comparables con el resto de España se alcanzó el 11 de noviembre. Del 23 de octubre a ese día 11 aumentaron los casos activos en 626, eso en 20 días. Pasamos de 445 a 1.071 con estos casos. Después del pico y hasta el jueves, en 15 días, ha habido un descenso de 630 casos.
Gráficamente es una ‘uve’ invertida, las medidas que adoptamos con el confinamiento nocturno, la limitación de reunión y salidas de Ceuta han sido claves. Pero esto tiene más relevancia, si tenemos en cuenta que el 23 de octubre se hacían 600 pruebas, mientras que ahora se hacen 2.400 pruebas cada 14 días. Se ha multiplicado por cuatro, la consecuencia que ha tenido es que se ha reducido en cuatro veces la tasa de positividad. En estos 15 días de descenso tan acusado, hemos tenido 14 fallecimientos. Con esto quiero decir que esas 14 muertes son la consecuencia del crecimiento de esa curva, por tanto cuidadito, porque si esto se nos vuelve otra vez, si pensamos que no hay peligro... podemos volver a una curva de contagios que suba, lo que supone que a los 15 días tendremos muertos. El contagio pasa al ingreso en hospital y a los fallecidos, esto no tiene otra. No soy partidario de la relajación.
"El 85% de los que están muriendo tiene 65 o más años. Se está muriendo la gente más débil”
–¿Qué van a decidir entonces?
–Aquí hay dos cuestiones que hay que valorar. No estamos para causar perjuicios por causar, a nadie le gusta que la gente no se pueda mover, que no pueda ver a la familia... a nadie le gusta que los negocios estén en una situación crítica o se destruya empleo... Todo se hace por un bien superior, proteger la salud y, desde una posición ética, proteger a los más débiles. Hay que tener en cuenta que el 85% de los que están muriendo tienen 65 o más años. Se está muriendo la gente más débil a la que debemos proteger. A nadie le puede pasar por la cabeza decir que, como mueren los mayores, los que están afectados por otras patologías... Eso espero que no exista en la mente de nadie porque sería deleznable.
Nosotros vamos a hablar con los expertos. Seguir bajando la curva de contagios va a costar mucho trabajo, bajamos a razón de 40 al día. Va a ser complicado, pero vamos a escuchar a los expertos, ver qué hace Andalucía sobre todo por las restricciones a la entrada y salida de Ceuta y también nos queremos reunir con los empresarios. Pero ante todo va a primar el criterio de la salud y la prudencia. Ya aprendimos la lección, nosotros y toda España.
El descenso de la curva ha sido un mérito de los profesionales y la gente. Los primeros, tanto en Ciudad como Ingesa, han marcado las medidas a adoptar. Protección Civil ha montado el punto covid y se están haciendo así muchas más pruebas. Luego la gente, la inmensa mayoría, está cumpliendo con el toque de queda y la entrada y salida. Se ha reducido en un 85% y 90% la salida de Ceuta, es un dato muy importante, han sido medidas fundamentales.
No me parece mal que haya un criterio uniforme en toda España, ponernos de acuerdo en base al sentido común, en lo que está ocurriendo, porque los técnicos dicen que enero y febrero pueden ser muy malos si nos relajamos, porque viene el frío y la gripe.
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