Juan Jesús Bollit, presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de Ceuta, fue reelegido en junio de 2023 en unas elecciones en las que, de nuevo, solo se presentó una candidatura. El cargo no supone ninguna novedad para Bollit, que ya lo ha desempeñado en varias ocasiones -desde 20019-, algunas de ellas, muy difíciles, como lo ha sido la anterior- aún en el contexto de la pandemia.
Aunque los años de su mandato han sido los más complicados para la Semana Santa en Ceuta, ésta que hoy comienza es, para el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, “una Semana Santa para vivir con intensidad, siempre dentro de la fe, con los múltiples prismas desde los que se puede apreciar la Semana Santa en el que la fe debe ser el fundamental”.
Bollit insiste en que está bien apreciar las hermandades y cofradías como una manifestación estética, “con expresiones extremas de sensaciones y sentimientos, pero no debe quedarse ahí, porque a las imágenes les doy vida con mi devoción", afirma.
El Consejo de Hermandades y Cofradías de Ceuta tiene proyectos y, sobre todo, ilusiones en las que aunar los esfuerzos comunes, sin embargo, cree que la Semana Santa de Ceuta, “una Semana Santa en África”, debería saber venderse y comunicarla al exterior para hacerla atractiva, lo que no se está haciendo.
- ¿Cómo se afronta esta Semana Santa desde el Consejo de Hermandades y Cofradías de Ceuta?
-Como siempre. Ya el año pasado fue normalizada y este año es más de lo mismo. La pandemia, aunque está ahí, está olvidada.
-En junio del pasado año fue reelegido como presidente del Consejo ¿Cuánto tiempo lleva desempeñando esta función?
- Estuve desde el año 2000 hasta 2008. Después, hubo una situación en el Consejo (yo estaba de hermano mayor del Triunfo) y se eligieron cuatro hermanos mayores, entre ellos estuve yo, que fui el presidente interino durante un año. Y ahora llevamos desde el año 2019. Son tres etapas.
- Desde la institución que preside, ¿presenta la Semana Santa de este 2024 alguna novedad a destacar en relación a años anteriores?
- Que yo sepa, no. La única novedad es el traslado, que se ha adelantado una semana. En lugar de hacerlo el Sábado de Pasión, se hace esta tarde (sábado 16 de marzo) para que tengan más tiempo de preparar los pasos (antes era muy ajustado para los pasos que salen el Lunes Santo en cuanto a poner las imágenes, adornarlos de flores… )
Habrá opiniones para todos los gustos, pero está justificado, en tanto cada hermandad toma sus decisiones en sus Juntas de Gobierno. Era cuestión de comunicarlo y es lo que se hizo.
-¿A qué retos se enfrenta la Semana Santa de Ceuta?
-Los retos son los mismos. Este año, por ejemplo, problemas de costaleros no hay, en absoluto, en ninguna Hermandad. Tengo el listado, sólo me queda una por recibir, y hay mucha gente joven que quiere salir en más de una y en más de dos, pero las cuadrillas están completas y formadas. Algunas tienen más relevos que otras, pero eso es por las devociones o las modas.
Recordemos que la celebración de la Semana Santa tiene muchos prismas por dónde mirarla: el devocional, la tradición, el folklórico… Y cada uno se acerca por los motivos que ellos creen y hay que respetar a todo el mundo.
Lo único que me preocupa es la lluvia, que van a entrar borrascas, y es el único problema que puede surgir, lo demás está todo como siempre.
“Las imágenes son puertas que te sirven para comunicarte con lo que tú crees, pero en realidad son imágenes que están bendecidas, que son de madera y toman vida con tu devoción”
-Hace algunos meses, comentó que el parón por la pandemia había posibilitado iniciar cierta burocracia pendiente de las hermandades y cofradías, como es su proceso de alta como asociaciones religiosas. ¿Se ha conseguido avanzar?
-Están todas ya, también las de Penitencia. Nos hemos constituido en Federación de Asociaciones y lo única que nos queda es el alta del propio Consejo de Hermandades, que hasta que no estuvieran todas inscritas no podía hacerse. En un par de meses esperamos tener completado el proceso.
-Estar dados de alta como asociación, era importante para el Consejo, regularizar la situación de las Cofradías y Hermandades...
-Fundamentalmente era porque al no estar dados de alta en el Registro de Entidades Religiosas en Hacienda y Seguridad Social no nos se podía registrar tampoco en en Sede Electrónica y favorecerse del tema de bonificaciones y otros aspecto como recibir una simple notificación.
-Debido a las obras de restauración de la Catedral, el pasado año las estaciones de penitencia se tuvieron que realizar en la Girola. ¿Está previsto que siga este año? ¿Cómo resultó hacer ese tránsito por la Catedral?
- La experiencia fue muy buena el año pasado, mejor que otros años. La Girola, que es donde esta San Daniel, por ahí transitaban los cuerpos de nazarenos y los pasos se quedaban frente al Sagrario, daban la vuelta y la verdad es que no se rompía el ritmo de la procesión como antes. Quedó muy bien.
Mi opinión personal es que a la Catedral falta echarle la llave, le hace falta una reforma integral y eso son dos años. No soy arquitecto, pero hay que cerrar todo, como estuvo San Francisco cuatro años. El problema son los fondos. Las asignaciones parciales se quedan cortas porque son para hacer una pequeña reforma. Hace falta tener dinero, cerrar la Catedral, empezar y terminar para cambiarle pinturas, raspar todo, verle las cubiertas, el suelo..
- ¿Qué proyectos tiene en mente el Consejo, dentro de lo quedó por hacer en el anterior mandato? El almacén para pasos en el puerto, las nuevas dependencias del Consejo de Hermandades y Cofradías o la organización de un Congreso Internacional de HH y CC en Ceuta.
-Tenemos el almacén, que esperamos hacer algún día. No hay sitio asignado, pero hay una parcela cuyo fin es el almacén de pasos. Tiene que construirse y tiene que cederlo para eso la Autoridad Portuaria.
Después la nueva Casa del Consejo para el aula de formación, que se nos ha quedado pequeña.
Y proyectos ... Dentro de esa formación y actos religiosos culturales está en mente un par de exposiciones que este año no se han podido realizar, como la exposición de Antonio Gavira, que era un escultor religioso y de obra civil, autor del Cristo Yacente del Santo Entierro. De los que yo conozco, es el único imaginero que tiene de las dos obras y tan buena una como otra, la civil y la religiosa. Es una forma de conocer su faceta.
Después tenemos otra cosa, que ya veremos cuándo lo podemos hacer y es traernos aquí una jornada de la Síndone, de la Sábana Santa, a través de otro imaginero que tuvimos, Miñarro. Tenemos que ajustar el calendario porque el grupo que está estudiando la Síndone está bastante cargado de actos y hay que buscarle un hueco.
Para la formación necesitamos espacio, si no no hay forma.
-Precisamente ahora le iba a preguntar por ese deseo de realizar un Congreso Internacional de Cofradías y Hermandades aquí, en Ceuta.
-Seguimos ahí, pero se preveía hacer en noviembre se ha pospuesto, como entrevistarnos con la comisaria de 2021 en Málaga, Paloma Saborido, y lo retomaré tras Semana Santa.
-¿Cuáles serían, a su juicio, las mejoras que podrían implantarse en nuestra Semana Santa?
-A efectos organizativos hay un problema de financiación porque somos hermandades relativamente pequeñas y sumando las dieciocho somos 6, 7 u 8.000 personas, pero en cada Hermandad hay pocos hermanos: hay quien tiene 600 hermanos, otras 400. Están entre 300 y 700, ahí está la horquilla.
Las cuotas son pequeñas, anuales, que pueden oscilar entre los 20 y 30 euros, que es nada. Después, las Hermandades recogen fondos, cuando hacen papeletas de sitio en las salidas, las velas para que cuesten menos las salidas con dos pasos.
Las bandas duermen este año ya en hoteles, porque ya muchas no quieren el Pabellón militar... Es un coste añadido, la cena, el barco… Todo suma.
A una Hermandad con dos pasos en la calle le puede salir entre 16.000 y 18.000 euros la salida. ¿Cómo se recaudan fondos, cuáles son los cauces de financiación, a pesar de las cuotas, las papeletas de sitios, los donativos?. Entre todos los cortejos puede mover una Hermandad de 300 a 400 personas, incluidos costaleros.
Luego están las actividades durante parte del año, como la Cruz de Mayo, los tapeos solidarios, la Feria y parte de eso va a bolsa de Caridad, el mantenimiento de la Casa de Hermandad, la luz, el agua, el teléfono, el IPSI, la restauración del patrimonio, el mantenimiento de lo que se pide, las nuevas adquisiciones… Tenemos una financiación corta de la Ciudad Autónoma.
En otras ciudades (Málaga, Córdoba, Sevilla, Granada), la Carrera Oficial es una fuente de ingresos y eso aquí no se hace.
Yo no soy crítico con nadie, porque no soy quien, pero todas las Hermandades custodian un patrimonio que es de la ciudad, no como entidad, si no de los ciudadanos y de alguna manera lo disfrutan, cuando las imágenes están expuestas en sus capillas, los cultos, los besapiés, los besamanos, en sus salidas procesionales..., y aquí las personas son muy reacias a colaborar. ¿Cuál sería la solución? Ahí estaría la cuestión.
Nosotros, por ejemplo, este año presentamos de nuevo la revista Cruz de Guía. Es una maravilla de edición con una reproducción fantástica. Si la vendes a 10 euros, para las personas es cara. Esa revista, su coste de realización, es superior a los 30 euros por la calidad del papel, la fotografía o el contenido que tiene.
Yo creo que el problema de la ciudad también es la falta devoción, arraigo, tradición. Yo entiendo que hay mucha gente de fuera, de paso, que vive aquí y tiene su tradición en su pueblo y aquí nos falta eso: hay que apoyar este trabajo de las Hermandades, que hacen su trabajo durante todo el año y que nos las vemos, y nos las deseamos, para llegar a final de año con todo liquidado.
Aparte de un problema de devoción, es un problema de financiación. Si este año hay un problema de costaleros, lo que hay que cuidar aparte es el tema de los cortejos, de los nazarenos, los monaguillos, los acólitos. Yo coincido con algunos en que una Hermandad puede no tener costaleros y salir a ruedas o con una parihuela, pero el día que no tenga cortejo o nazarenos no puede salir a la calle, no tiene razón de ser. Y la gente es muy reacia. Yo conozco sitios pequeños que tienen más gente dentro de la procesión que fuera y eso no ocurre aquí. Por ejemplo, Medinaceli, entre otros, al traslado irán 5.000, 6.000 personas y el Lunes Santo no es lo mismo y es una pena. Si es tu devoción, apoya a la Hermandad de tu devoción y participa, de una manera o de otra.
- Entonces, falta compromiso
- Arraigo. No es lo mismo. Los caballas somos cainitas. No le damos valor a lo que tenemos entre las manos y, entre ellos, el tema de las hermandades.
- ¿Falta implicación del cofrade en las hermandades?
- Del cofrade que está en la Hermandad no, un porcentaje sale. Hablo del pueblo en general, de las personas que están vinculadas a ellas como hermanos. Hay gente que se da de baja por la cuota de 25 euros al año, al año.
Si las personas que participan de manera indirecta, viéndolas desde la calle, se hicieran hermanos, la realidad de las Hermandades sería bastante diferente y en lugar de tener 600 hermanos tendrían 2.500. Tú serías partícipe de las Hermandades, aunque te involucraras de una forma indirecta.
-¿Cómo se vive la fe en una hermandad?
-Hay dos corrientes: te hablo de la mía. Yo estoy en las Hermandades porque soy cristiano practicante, porque tengo fe en lo que estoy haciendo, tengo devoción, en este caso, a los titulares de mi vida, que son la Humildad y Paciencia y el Triunfo, que es la Hermandad que echamos a andar hará más de veinte años. Yo eso lo hago porque tengo la fe en lo que estoy haciendo. Para mí, la devoción es lo más importante. La Humildad me ha seguido toda la vida, ha sido un referente.
El trabajo que hay que valorar y el que más debe pesar es el que se hace todo el año, los logros que podamos hacer en Caridad, el mismo esfuerzo... Si nos llueve, no pasa nada. Queda el mal sabor de boca por tenerlo todo preparado, pero si ese día no sales y no pasa nada. Eso por un lado.
Y por otro , hay personas que se quedan en lo estético y es el exterior de la Hermandad, que en este caso es la procesión, que es lo más vistoso, lo que más te puede llenar, lo que visualmente más le llena a la gente, con una marcha, el olor a incienso, el tema de las flores, la cera, que es un espectáculo.
Pero la realidad es que, cuando eso se va, cuando la procesión finaliza, si no tienes una formación y una fe, te quedas vacío. El que piensa de esa manera solamente centra su vida en la Hermandad en la salida procesional y es una equivocación.
-Porque es el trabajo de todo un año…
-Y aparte, las satisfacciones de una Hermandad te las pueden dar la reunión que tengas con los hermanos, proyectos que tengas en marcha, el tapeo solidario, la misma Cruz de Mayo, que sirven de unión entre las personas y lo otro, salir en procesión, es una consecuencia.
Estamos obligados a hacer catequesis popular, y salir en Etsación de ênintencia, pero si no se hace por fuerza mayor… Lego no te tienes que rasgar las vestiduras. No se puede hacer y punto. Son dos formas diferentes de estar en las Hermandades.
-En ese sentido, ¿cree que habría que mejorar el acompañamiento espiritual y la formación de los hermanos para que fueran conscientes de su testimonio de fe?
-Por supuesto, en todos lados. En Sevilla pasa lo mismo que aquí, pero hay muchísima gente. En Ceuta tenemos muchísimas dificultades porque somos 14 Hermandades de Penitencia, con 24-25 pasos en la calle, y tenemos el nicho humano de 45.000, 50.000, como mucho, que no son de otras religiones. Son católicos, entre comillas. Católicos son una cosa, cristianos son otra, practicantes otra. Ocurre en Granada, Córdoba, Málaga.
-Ahí vendría muy bien el Aula de Formación…
-Claro. Es complicado. Yo soy optimista, pero traes aquí al capataz más renombrado en Málaga, Sevilla o Cádiz, y tiene un salón lleno. Hablas de formación cristiana, no cofrade, que es entender de tu Hermandad, del patrimonio, y si te falta eso, te falta la base para lo otro. Por eso, muchas veces tenemos solo los que te van. Con más formación cristiana, las Hermandades estarían mucho más fuertes y más consolidadas de lo que están. En ese Aula estarían llamados los cofrades y la gente de la calle. Hay que darle la formación cofrade para que sea más atractivo.
-Y Cruz de Guía. ¿Cuándo se presentará la revista del Consejo? ¿tiene previsto, como el año pasado, acercarla a la población con puntos de venta céntricos y accesibles?
-Se han impreso 3.000 programas de mano y 700 cruces de guía. Yo tengo la opinión de poner un punto de venta el Domingo de Ramos y quitarlo el Domingo de Resurrección, pero yo no tengo tiempo, en plena calle en la Carrera Oficial. Si en la Gran Vía las vendes bien, a lo mejor te faltan revistas.
-Todos hablan de sus Grupos de Juventud con muchísima ilusión, realizando una gran valoración del trabajo que desarrollan en la salida procesional, montando los pasos, haciendo labores de limpieza de la orfebrería, etc. ¿Se podría decir que a las generaciones venideras se les ha podido transmitir esa ‘chispa’ e interés por la Semana Santa?
-Sí, es un buen signo, pero pasa lo de siempre, que no se quede ahí. Si te quedas en lo estético, el joven ya no continúa.
- ¿Qué haría para mejorar esa querencia?
-En eso soy muy crítico. Si no tienes formación cristiana, como Junta de Gobierno, no puedes transmitir formación cristiana. Y eso es muy complicado porque la religión es una opción muy personal y es difícil hacer apetecible una formación cristiana.
Normalmente, cuando se habla de formación cristiana hay algunas iniciativas, que se te ponen los pelos como escarpias porque no estoy diciendo nada que no sea la realidad. Es mucho más fácil seguir esas manifestaciones estéticas, con expresiones extremas de sensaciones y sentimientos, de una manera muy agresiva, desorbitada, pero se queda ahí y no es un problema de Ceuta. La Macarena, que es una “multinacional”, yo estoy seguro que un porcentaje elevadísimo es gente que se queda en lo estético. No traspasa el respiradero y ese mundo es para meterte. Para mí, el Cristo de la Humildad, la Virgen de las Penas y el Cristo del Triunfo son iconos, que son puertas que te sirven para comunicarte con lo que tú crees, pero en realidad son imágenes que están bendecidas, que son de madera y toman vida con tu devoción. Yo, cuando estoy enfrente del Cristo del Triunfo o el Cristo de la Humildad, les estoy dando vida con mi devoción. Eso es muy extremo. Es un sentimiento, pero tienes que saber qué significa ese sentimiento y esa es la formación cristiana. Adolecemos de ella. Devociones hay muchas y muy extremas, pero formación cristiana hay poca.
-Y hablando de costaleros, hay otras localidades que imponen un servicio de fisioterapeutas por las dolencias que pueda acarrear llevar un paso. ¿Se podría poner en marcha en Ceuta un proyecto similar?
-Nosotros tenemos que estar dimensionados a lo que tenemos. Lo que hacemos siempre es que todas las Hermandades tengan asegurados a sus costaleros por si pasa algo. Aparte de ese tema de fisioterapeuta, que se podría hacer, el responsable de la cuadrilla, el capataz, es el que tiene que estar pendiente de esas historias. Hay que preverlo con muchísimo tiempo, hacer unas jornadas en Cuaresma.
Hemos asegurado este año más de 1.200 costaleros y algunos salen dos o tres veces. Mínimo son 600 ó 700 y aglutinar a todos es complicado. Se podría plantear
-¿Qué le sobra y qué falta a la Semana Santa caballa?
-Le falta gente y, no quiero que nadie se moleste, con mucho respeto digo que le falta que los mismos turistas que exportamos lleguen el doble para acá, sobre todo, en los días a partir del Miércoles Santo. Yo creo que habrá más gente que el año pasado porque la semana blanca es ahora y la gente vuelve y sí se nota la bajada de asistencia de público a partir del Miércoles.
“Es mucho más fácil seguir esas manifestaciones estéticas, con expresiones extremas de sensaciones y sentimientos, de una manera muy agresiva, desorbitada, pero se queda ahí y no es un problema de Ceuta”
-¿Se vende la Semana Santa de Ceuta?
-No, y eso que es una Semana Santa que está en África y no, no se vende. Somos españoles africanos, queramos o no. Hay cuatro culturas y eso habría que saberlo vender.
- ¿Y a quién le podría corresponder esa función, a Turismo?
-Claro. Nosotros no podemos venderla.
-Ahora algo más personal. Un rincón o calle privilegiada para admirar nuestra Semana Santa.
-O estampa. Se ha ganado mucho por ejemplo en la Flagelación en la salida, el Silencio, la calle Jáudenes y en la también muy cofrade, Velarde. Hay diferentes sitios donde poder apreciar de una manera externa.
- ¿Eres partidario de desarrollar una gastronomía típica, en casa o en la calle?
-Tenemos tradiciones culinarias que se siguen manteniendo, tanto en las casas como en negocios. Hay sitios especializados, los dulces, los pescados y legumbres. Pero tenemos un pueblo apático en muchos aspectos.
Aquí tenemos una oferta gastronómica magnífica con buena materia prima y se podría unificar una carta, por ejemplo, con alguien que programe y dinamice unas jornadas y se den premios a nivel global. Forzar de alguna manera que los expongan los establecimientos, como están la Ruta del atún o la Ruta del bacalao. Podría impulsar ese tipo de acciones la Cámara de Comercio, como los escaparates que antiguamente eran magníficos de Semana Santa y hoy en día no se hacen.
Esto se vive de muchas formas diferentes, y hay que tratar de incentivarlo y de vender ciudad. Falta ser más aventureros.
En 2005 ó 2006 le dije a una persona de la Asamblea, del Ayuntamiento, ‘nos vamos a traer el Consejo de Hermandades aquí’ y la gente me decía que estaba loco, dónde vamos a meterlos y los metimos. Fuimos 600 personas. Ha habido cinco o seis ocasiones en las que me he sentido orgulloso de verdad de mi tierra, de donde soy, pero en tres de ellas especialmente han sido en Medina del Campo, en Almería y en Valladolid ante unos foros de 600 y 700 personas presentando el mundo cofrade de Ceuta en la Península. Y eso fue una locura porque la gente me decía que estaba chalado.
-Recuerdo que se realizó en Ceuta hace un par de años el encuentro de Jóvenes Cofrades y se pusieron muchos pasos en la calle y atrajo público de fuera.
-De pequeño me dijeron que tenía que apuntar muy alto, muy alto siempre porque la realidad después te baja el tiro. Si piensas en medio, te vas al suelo. Si piensas la expectativa arriba del todo, te va el tiro a mitad o mitad para arriba. El tema es no tener miedo. Lo de Monarco fue una locura con tres camiones cargados de enseres en Sevilla y Málaga. No desentonamos en absoluto.
-Quizás, faltan también exposiciones.
-Se ha propuesto a la Asamblea tener un Museo de Hermandades y que sea permanente e ir rotando lo que tengamos.
Aquí hay un patrimonio y se ve, cuando lo tienes mucho más cerca. Para el tema de las imágenes titulares es complicado porque no salen. Procesionan y punto, pero imágenes secundarias, bordados, orfebrerías, los bordados de los palios… Son iniciativas que no tenemos capacidad de hacerlo. De cara al exterior hay que tener las miras muchísimo más altas. No hay que tener miedo.
-Un mensaje para todos aquellos que forman parte de la Semana Santa, ya sea de forma interna o externa, participante o no en las Cofradías y Hermandades de Ceuta.
-Primero, el mensaje es que participen. Después que disfruten con sus Hermandades en la calle y que reflexionen qué es lo que están haciendo y por qué lo están haciendo. Eso tiene que ser algo más que sacar algo a la calle. A mí me gusta ver los pasos en la calle, con un incienso, una banda bien tocada, un paso al canto como es debido, pero yo ahí no me quiero quedar.
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