Juan Hernández, toda una vida ligada al fútbol

Hay personas en el mundo del deporte que quizá sean menos conocidas públicamente pero que hacen un gran trabajo diario que influye en el desarrollo de muchos jóvenes. Ese puede ser el caso de Juan Hernández, un policía local de profesión que lleva toda su vida alrededor de un balón. Su destreza, desparpajo y conocimiento le han llevado a estar de una manera u otra vinculado a esta práctica deportiva, la que considera “como su vida”.

FaroTV ha hablado con él para conocer cómo se aficionó al mundo del fútbol y cómo fue su desarrollo hasta la actualidad. “Empecé en el mundo del fútbol, imagino como le pasa a la mayoría de los niños, jugando en el colegio. Me crie en el Mixto y empecé a jugar en el Villajovita, un club que ya desapareció con personas como Lillo. Esos fueron mis comienzos: desde muy pequeñito y queriendo siempre jugar al fútbol”.

Hernández desde niño empezó a destacar y pronto los entrenadores vieron ese talento por lo que le inculcaban que tenía que entrenar al máximo para seguir creciendo deportivamente. “Muy pronto, con 9 años, Juan, un conocido en el mundo del fútbol como ‘Cirulo’, que en paz descanse, me fichó para la UA Ceutí”.

Hernández reconoce que era un problema tener que ir a entrenar ya que vivía en la barriada del Mixto y debía acudir diariamente andando hasta el Ángulo, en la zona de las Murallas Reales. “Era un problema el poder ir a entrenar. En aquella época no es como ahora que hay todas las comodidades. Tenía que ir todos los días andando siendo tan pequeño”.

Pero eso no quita que en el Ceutí vivió momentos muy buenos, debutando en la Liga Nacional Juvenil cuando aún no tenía ni la edad para ello. “Cuando llevaba unos 4 ó 5 años comencé a jugar con el Liga Nacional Juvenil que por aquel entonces su entrenador era Salvador Durá. Era el más pequeño del equipo, pero jugaba. Ya con 15 años paso a pertenecer de lleno al equipo de esa categoría, en el que tuve a entrenadores como Tayo, un grande del fútbol de Ceuta. Terminé mi etapa de juvenil y seguí jugando, pero me fui al fútbol sala, al Mitsubishi, que por aquel entonces era una potencia del fútbol caballa”.

Su carrera pega un giro cuando empieza a prepararse las oposiciones para acceder a la Policía Local de Ceuta. Ahí se centra de lleno en sus estudios y esto hace que falte mucho más a los entrenamientos. Su participación en el juego se convierte en interrumpida. “Seguía teniendo el gusanillo del fútbol, jugué media temporada con Jaco Zafrani en el Atlético de Ceuta en Tercera División, pero no podía jugar mucho porque ya estaba enfocado en la Policía. Entré en el Cuerpo y ya estuve alejado de los terrenos de juego 5 o 6 años hasta que empecé a querer ser entrenador y me saqué los títulos homologados por parte de la FIFA”, ha señalado.

Como entrenador siempre ha trabajado con la base. “En 2013 conseguí tener los tres carnés y ese mismo año estuve en División de Honor con Conejo y aprendí muchísimo. Estuve tres años como seleccionador de la base. Llevaba la Sub-16 pero ayudaba a las demás categorías porque hubo problemas como el de Mohamed, que dejó al equipo por motivos personales. Por cierto, me gustaría felicitar a Mohamed por convertirse en entrenador del Ceuta B”.

Todo eso sin olvidar su paso por el CD Polillas, donde estuvo de entrenador en el equipo de División de Honor Juvenil.

¿Entrenador o jugador?

Juan Hernández ha tocado los dos ‘palos’: el de ser jugador de fútbol y el de estar al frente de una plantilla siendo el máximo responsable del equipo, el entrenador.

Hernández tiene claro que ser técnico es mucho más complicado ya que, además de decisiones, también tiene que actuar como psicólogo.

“Tener un vestuario a tu cargo es muy complicado, sobre todo cuando ya estás llevando a un equipo de División de Honor. Te exigen desde el club, aunque el equipo no está para competir, que tienes que sacar los resultados. Cuando era futbolista solo tenía la preocupación de que quería jugar y ya; pero cuando llegas a ser entrenador tienes hasta 25 preocupaciones porque todos quieren jugar y eso es imposible. Cuando eres futbolista no te das cuenta del problema que tiene el entrenador, y es que un técnico le echa muchas horas”. Entrenar a la base tampoco es tarea sencilla ya que, además de los jugadores, hay que “lidiar” con los familiares.

El CD Polillas su última etapa

La última etapa de entrenador de Juan Hernández fue cuando estuvo en el banquillo del CD Polillas. Terminó siendo sustituido por los malos resultados, un motivo que le hizo parar de momento y estar en el dique seco durante una temporada. “Decidí parar porque acabas muy cansado ya que son muchas cosas las que lleva para delante y eso te hace quemarte. Después, que por mucho que quieras, al final no sales del club como querrías ya que ellos miran por la entidad y nunca por el entrenador que al final es una persona”.

Eso sí, Hernández no descarta en un tiempo volver a los banquillos ya que es algo que “me gusta” y que le hace estar mucho más vinculado al mundo del fútbol.

Y es que este ceutí es un intrépido y ahora mismo se encuentra haciendo el último curso del grado de Derecho. “Este año terminaré la carrera y conseguiré mi título por lo que no descarto en un futuro volver a entrenar a un equipo”, ha señalado.

“No me importa si es empezar con un equipo de las categorías inferiores”, ha finalizado.

Valores

Juan Hernández Ortigosa lleva toda una vida ligada al mundo del deporte, de hecho lo considera su pasión. Esta práctica deportiva inculca muchos valores, esos que ha llevado Hernández durante todo su vida y que le han hecho crecer profesionalmente y personalmente en todos los aspectos.