Mínimo, dos horas para vestirse, peinarse y maquillarse. Una tiene que salir bien guapa para comerse la pista, como lo hace ‘Jyal’ durante las noches de este mes de agosto en el pub ‘Mariquita Copas’ de Torremolinos. Su nombre original es Juan Ballesteros (2001) y, pese a que sea natural de Málaga, él guarda un estrecho vínculo con Ceuta. Estuvo en la ciudad autónoma desde los cuatro años hasta los ocho y luego desde los 14 hasta septiembre de 2021. Es decir, nada. Hace poco que regresó a la Península para cursar el grado superior de Fotografía.
Dar el paso para realizar este tipo de performance no le resultó fácil. Esto comienza en los Carnavales de Ceuta, cuando un amigo lo maquilló. En ese instante, surge ese flechazo frente al espejo tras quedarse maravillado. Su impresión resultó el detonante para interesarse por el mundo drag. Además, “ya apuntaba maneras”, comenta Ballesteros. “De pequeño me ponía los tacones de mi hermana o las mallas que ella usaba para la gimnasia rítmica, incluso me hacía cosas en el pelo”, expresa este joven entre risas.
No obstante, el concurso RuPaul’s Drag Race España también hizo lo suyo. No se ha perdido ningún capítulo de las dos temporadas, ni siquiera de sus otros formatos como el de Reino Unido. Ballesteros no dudaba de su curiosidad, solo necesitaba un impulso, el cual resultó ser la pequeña sesión de belleza previa a las fiestas carnavalescas. A partir de entonces, todo fue rodado. “Este movimiento es como un impacto, una manera de romper la norma porque puedes ser varias personas en un mismo cuerpo”, manifiesta. Él dice que no se preocupa de esa normatividad, “no me replanteo si encajo o no en ella”, dice.
En su día a día, el arte drag no lo lleva a la práctica porque “me da pereza”, reconoce. A él le gusta pegarse sus horas para hacerse un make-up de infarto. Ballesteros lo define como “extravagante, exagerado porque sino no quedo contento”. Aparte de las pinturas, no debe faltar nada para la ocasión. Tacones altos para lucir bien de piernas y un vestido que quite el hipo de todos los mortales. Su look levanta pasiones en las noches de Torremolinos.
Su oportunidad en ‘Mariquita Copas’ surge gracias a la propuesta que le hacen los encargados del establecimiento. No es que se pusieran, expresamente, en contacto con Ballesteros, sino que el malagueño frecuentaba el local con amigos. Con tan solo una primera actuación dejó ver el talento que desprendía, por lo que este mes de agosto se lo está comiendo al ritmo de Beyoncé o Lady Gaga. “En las actuaciones me gusta perrear, mover las manos para lucir las uñas y mirar fijamente a los ojos del público”, declara. Toda una exhibición de la que él goza en todas sus vertientes.
“A cada show se le dedica mucho tiempo”, señala Ballesteros. “Algunos consideran que somos una mariquita pintada, pero no es así. El espectáculo drag no es solo poner una peluca, esto es un trabajo como otro cualquiera”, matiza. Por ello, él no descarta dar el paso y tomárselo de una manera más profesional. Solo, que también está la música, una fiel amiga de la que no se despega.
A Juan Ballesteros ya lo conocen por ‘Jyal’, su nombre artístico se inspira en una de sus cantantes favoritas, la catalana Bad Gyal. “Me gustan las letras que hace, no tiene reparo y dice lo que quiere”, afirma. El día menos pensado, cuando escuchaba ‘Zorra’, ‘Tu eres un boom boom’ y ‘Nueva York’ con amigos, se replanteó este seudónimo y así se quedó. Intacto. Esto tuvo lugar en Ceuta, donde no descarta volver para ofrecer una actuación o cantar, simplemente.
Sobre la ciudad autónoma, Ballesteros se siente alejado del colectivo LGTBIQ+ y el mundo drag. Tiene amigos que llevan a gala estas reivindicaciones, pero admite que “necesita avanzar en estos derechos, ya que su sociedad está muy marcado por ese patrón heteronormativo”. Él lleva algo de sangre caballa, pero asevera que a Ceuta le queda por caminar en igualdad y abrir la mente.
A Jyal, el espectáculo drag le fascina. Pero si se le pregunta por su faceta como cantante, pierde el norte. “La música me encanta, me dedico a ella y hago canciones”. En cuanto a estilo, igual se adapta al reggaetón, que el trap o al pop. Un malagueño versátil que ya tiene a las puertas el sacar su último sencillo, ‘Pollas de más’. Este verá la luz a principios de 2023, puesto que aún queda la confección del videoclip. ‘Jyal’ se lo quiere tomar con calma, la imagen no puede fallar y tiene que estar todo el procedimiento bien medido. A la vista queda que pondrá todos esos conocimientos en práctica y que está aprendiendo en el grado superior de Fotografía. Reconoce que, por solo el título, “este es el sencillo más explícito que he hecho”. Además, “la letra se entiende por cómo me obceco con los hombre, lo que hace que no me centre en otros asuntos que son más importantes en mi día a día”, explica. Lenguaje desenfadado, ácido y con el que quiere definir a su generación. No obstante, no descarta subir el nivel de sus letras, solo habrá que esperar a futuros trabajos para dar ese veredicto. Mientras tanto, y a la espera de ‘Pollas de más’, el artista malagueño lanzó hace un mes ‘Vete al Grindr a llorar’, haciendo alusión al chat de citas destinada a hombres gays y bisexuales.
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