No habían pasado ni las 7 de la mañana cuando un grupo de tres magrebíes consiguieron bordear el espigón del Tarajal. Manifestaron ser de Marruecos y Argelia y solo uno de los tres dijo ser menor de edad cuando llegó a Ceuta.
Horas antes un tunecino había cruzado por el mismo espigón a nado y mientras se desarrollaba la cabalgata de Reyes lo hizo un grupo de menores junto con adultos hasta llegar casi a la decena.
Son los protagonistas de ese goteo que se convierte en la forma más temeraria de jugarse la vida, sobre todo cuando el tiempo no acompaña. Se arrojan al agua y emprenden rumbo a este lado sin que las advertencias que en muchas ocasiones se hacen desde terreno español a Marruecos tengan efecto, ya que por parte de las fuerzas marroquíes solo ejercen su control de blindaje cuando se trata de grupos numerosos o cuando las embarcaciones del Servicio Marítimo están ya en el entorno del espigón.
En ninguno de los casos se tuvo que hacer traslado al hospital, pero en todos ellos los protagonistas de estos pases pusieron en riesgo sus vidas.
Los cuatro inmigrantes, al igual que sucedió con los menores que se colaron en Ceuta durante la cabalgata, fueron identificados. No en todos los casos terminan siendo admitidos por Marruecos y, de hacerse, no se cumplen plazos temporales rápidos lo que termina generando un problema en frontera por su custodia.
Según los datos recogidos en el balance oficial que se corresponde de enero a 31 de diciembre de 2022 y que fue publicado esta misma semana, mientras que en 2021 fueron 753 las personas que accedieron a Ceuta por vía terrestre, en el año que nos ha dejado fueron 1.114. Es decir, hay un aumento del 47,9% que, en datos concretos, se cifra en 361 más. Esa vía terrestre alude a la valla pero mayoritariamente a los espigones que son, a su vez, los puntos de acceso más utilizados para entrar a nuestra ciudad bien desde Tarajal o desde la línea que separa Beliones de Benzú.
Los episodios ocurridos en estos últimos días verifican que la situación no cambia ni tampoco la temeridad que rodea a unas travesías que han dejado muchas muertes y desapariciones. Lo más grave de estos casos es la inacción que en demasiadas ocasiones se produce en territorio marroquí hasta el punto de no intervenir a tiempo cuando se van a llegar a extremos que terminan cobrándose vidas a pesar de las advertencias luminosas que se realizan desde Ceuta al visionar los movimientos con las cámaras térmicas.
La hipocresía de no defender la frontera. Cientos de millones en obras en el perímetro fronterizo con la playa totalmente vulnerable. Gobierno récord de entrada de inmigrantes que se convierten en votos.
Tres jóvenes que provienen de países con estabilidad económica y social...
Y el espigón del Tarajal sin ampliar....... Sres sigan viniendo! Que desidia por parte del Gobierno. Vergüenza.