Los alumnos de este instituto celebran hoy el final de sus estudios y, entre ellos, estará Romual Momene, un ejemplo de voluntad y superación.
"Hay cosas que se dicen por ignorancia. La población no sabe que en el Centro de Menores somos una familia”, explica este estudiante que finaliza la ESO.
Los alumnos del instituto ‘Puertas del Campo celebran hoy el final de sus estudios en un Acto de Graduación. Un homenaje donde compartir la satisfacción por culminar una etapa inolvidable. Entre los rostros de felicidad estará el de Romual Momene, residente en el Centro de Menores La Esperanza. Un ejemplo de voluntad y espíritu de superación que finaliza sus estudios de ESO y cuya pasión por el rap hizo que se ganase a la comunidad educativa del ‘Puertas del Campo’.
“Si una persona quiere, puede. Eso es lo que yo digo en mis canciones. En mi caso he podido por el apoyo de mis profesores, los compañeros de clase y gracias a un amigo de la Asociación Elín, donde iba por las tardes a hacer cursos”, fue el mensaje que quiso enviar este joven que lleva un año y medio en Ceuta.
Después de un primer trimestre complicado, dedicó las Navidades a estudiar de cara a los exámenes de recuperación. El esfuerzo recibió su recompensa, aunque reconoce que el camino no estuvo exento de numerosos obstáculos, sobre todo, en la asignatura de Lengua Castellana, puesto que no se trata de su lengua materna. Para Teresa Muñoz, su profesora en esta materia, indicó que Momene es un alumno “excepcional”, una apreciación que comparte el resto de docentes y sus compañeros. “Es verdad que empezó con desventajas respecto a sus compañeros por la lengua, pero luego ha sido un alumno que siempre ha ido hacia adelante. Le hemos suspendido y él ha puesto aún más interés, ha estudiado muchísimo y venía a clase con todas sus dudas apuntadas. Pero nosotros hemos hecho muy poco, la ayuda siempre la ha reclamado él porque conocía sus necesidades y las ha afrontado”, explicó Muñoz. La principal carencia de Momene radicaba en el vocabulario ya que en los exámenes demostró su dominio de la sintaxis.
Este joven, que pronto cumplirá 18 años, quiere continuar sus estudios de Informática, aunque tiene claro que su futuro está fuera de Ceuta y que le gustaría dedicarse a la música. Este residente en La Esperanza es consciente de que tampoco puede “perder” todo su tiempo en esta afición, sin embargo, es su verdadero sueño. “Mientras llego al nivel profesional, tengo que seguir mis estudios para conseguir otros trabajos”, argumentó dando muestras de esa “madurez” a la que aluden sus profesores.
Junto a su compañero Samuel Imina, natural de Liberia y a quien conoció en la ciudad autónoma, compuso varios temas en el Centro de Menores. Uno de ellos, dedicado al instituto donde hoy recibirá la banda de graduado. “En el ‘Puertas del Campo’ se vive como en una pequeña familia. Entonces, cuando llegamos aquí, y vimos que no había ninguna discriminación hacia nosotros, vimos que teníamos que tener un gesto de agradecimiento por cómo nos recibieron y la mejor forma que se nos ocurrió fue componiendo una canción sobre este instituto”, recordó este estudiante.
Su buen amigo se encuentra ahora en la Península, pero ambos siguen manteniendo el contacto. Momene reconoció que, cuando se marchó Imina, sintió tristeza porque dieron sus primeros pasos en Ceuta juntos: “Empezamos nuestros estudios, ligamos con las chicas e incluso compartimos los castigos”, bromeó. Aparte de la pena, le alberga alegría puesto que ha podido marcharse. “Ojalá yo también me pueda ir algún día”, añadió.
El colectivo MENA, acrónimo con el que se conoce a los menores acogidos por el Área de Menores de la Ciudad, se ha visto difamado por los incidentes violentos en los que han estado envueltos algunos de sus miembros. Este camerunés defiende que una manzana podrida no ha echado a perder al resto. “Hay cosas que se dicen por ignorancia. La población de Ceuta no conoce la situación de lo que ocurre en La Esperanza. Se puede pensar que allí todos somos malos, aunque algunos no viven ni allí. Y aunque es verdad que los hay, muy pocos, nosotros vivimos como una gran familia. Musulmanes o cristianos”, sostuvo.
Él no es el único menor extranjero en la enseñanza reglada local. Este instituto ha demostrado esta misma generosidad con otros residentes en La Esperanza. Javier Pérez, director del ‘Puertas del Campo’, consideró que la experiencia “gratificante” la proporcionan estos jóvenes al centro porque es una “satisfacción” poder instruir a chavales con las mismas necesidades que los chicos ceutíes de su edad. “Tanto Romual como sus compañeros nos aportan mucho. Dos han salido para Bilbao con sus familias, tenemos a otros aquí y los seguiremos teniendo. Por su puesto, también, responder al interés que tiene La Esperanza porque el centro está muy sensibilizado con este tema y el ‘Puertas del Campo’ solo responde a esa demanda”, expuso Pérez.
Este jueves tendrá lugar la imposición de bandas a los alumnos que finalizan ESO, Bachillerato y los ciclos. El final de algo bueno que, también en el caso de Momene, todos desean que sea el comienzo de algo mejor.