Jorge Díaz: "Es una satisfacción como FIR cambiar algo y que sea de provecho"

Jorge Díaz, caballa afincado en Burgos, ya ha conseguido un hito en su primer año como FIR en el Hospital Universitario de la ciudad castellana. El joven de Ceuta, que se forma en la especialidad de análisis clínico, ha sido premiado por crear una nueva fórmula que permite conocer de forma más fidedigna los valores de sodio en los pacientes diabéticos que sufren hiperglucemia que, por norma general, suelen reflejar datos más elevados de los que realmente presenta el paciente.

El hallazgo ha sido galardonado por la Sociedad Andaluza de Análisis clínicos. Ya son varios hospitales los que se han interesado por este nuevo método.

¿Esperaba que su investigación fuera premiada?

Para nada. Era mi primer congreso y tampoco sabía qué nivel había. Envié la comunicación como hicieron muchas personas. No era consciente de la repercusión que podría tener.

¿Y cuál es su impacto?

Sobre todo, que es una fórmula que tiene utilidad y aplicabilidad. Todo lo que sea mejorar… Un pequeño paso puede ayudar a la comunidad científica. Lo estamos probando en la actualidad. Todavía no se está comunicando a los clínicos, pero es porque lo estamos probando. Estamos en periodo de prueba. Más adelante se trasladará a estos profesionales y se les comentará sobre la información adicional que vamos a dar para que la pueda usar el facultativo cuando esté en la página informática del hospital para saber más sobre el paciente y sobre qué le ha pasado.

Algunos clínicos cuando no cumplen con los valores de sodio de esta persona son ellos mismos los que recurren a calculadoras que hay en internet. A ellos les va a venir bien esa información adicional que vamos a darles y que van a tener a partir de ahora. Ellos ya están intentando conseguir obtener esos datos de forma más exacta por otros medios.

"Empecé a prepararme y a documentarme. Me di cuenta que no se está haciendo del todo bien"

¿Podría explicar de forma sencilla en qué consiste su investigación?

En pacientes diabéticos que tienen mucha hiperglucemia, tienen mucha glucosa. Esta tiene una propiedad física, la osmótica. Esto significa que esta alta osmolaridad va a provocar por ósmosis que haya un traspaso, un movimiento de agua desde el interior de la célula hacia el exterior. Ese movimiento causado por esa enorme hiperglucemia, diluye al sólido. Cuando vemos los valores en el laboratorio, no son, digamos, un resultado real a causa de ese fenómeno.

A los quince meses tenemos que dar aquí en el hospital una sesión clínica. Uno de los trabajadores del laboratorio que trabaja aquí me habló sobre este asunto sobre el sodio, que se tiene que corregir. No tenía ni idea de ello. Ahí lo descubrí y me pareció interesante. Tampoco es muy conocido. Ahí me planteé hacer una sesión clínica sobre ello. Empecé a prepararme, a documentarme, a buscar y también, con un poco de ayuda de mi padre me di cuenta de que esto no se estaba haciendo del todo bien.

Una vez terminado el periodo de prueba de este proyecto, ¿cuál es el siguiente paso?

En principio, implantarlo, si todo va bien. Puede ser una información muy útil para los clínicos del hospital. Se les diría qué hacer a partir de ahora cuando tengan que estudiar a aquellos pacientes con hiperglucosa. Se trataría de poner una regla. Es decir, a partir de los 300 miligramos de glucosa, habría que aplicar esta norma, esta fórmula. Una vez que pase la prueba y funcione, se les trasladaría a ellos.

"No me lo esperaba para nada. No era consciente de la repercusión que podría tener la investigación"

¿Plantea más proyectos en el futuro?

Sí, por supuesto.  El paso que se ha dado ahora ha sido el de la evaluación del modelo de regresión cuadrática. Hemos desarrollado la fórmula y la hemos evaluado con los métodos actuales, con los que estamos viviendo hoy en día. El primer paso.

El segundo paso sería la aplicabilidad. Ahora lo estamos probando. Empezaremos a aplicar en los hospitales, que sería el segundo paso. Y un tercer paso, que sería la aplicabilidad interhospitalaria. Ya me han escrito de otros hospitales para poder implantarlo. Así que también estamos planteando la posibilidad de patentarla.

¿Qué le supondría que esta fórmula finalmente se implantase?

Muchísima satisfacción. Soy residente. El seis de septiembre hago mi primer año en el Hospital Universitario de Burgos. Es una satisfacción el hecho de cambiar algo en el servicio del hospital y que sea de provecho. Es poder aportar algo para mi servicio y para la clínica.