Jesús Cintora es periodista, presentador de televisión y radio, escritor, conferenciante y recientemente ha publicado
‘No quieren que lo sepas’, un libro que presentará esta tarde a las 19:30 horas en la
Biblioteca Pública del Estado Adolfo Suárez de Ceuta.
Durante la presentación, Cintora impartirá una conferencia para hablar de la situación del periodismo en España, la influencia de los medios, política,
economía y asuntos sociales en Ceuta.
Haciendo referencia al título, ¿qué es lo que no quieren que sepamos y quiénes son? Al ciudadano medio se le está apretando cada vez más. Con subidas de precios, deterioro de servicios básicos como
la sanidad pública o la
precariedad laboral. Hay un modelo que va a peor, donde los que tienen la sartén por el mango se están dando el banquete y los de abajo cada vez lo tienen más difícil hasta para llevarse algo a la boca. Hay que hacer un esfuerzo por desenmascarar todo esto y no lo harán precisamente los siervos de todo este tinglao.
¿Considera que a pesar de la sobrecarga informativa que existe hoy en día realmente no se conoce la realidad? No confundamos mucha apariencia de información con contenido real y de calidad. Se pueden llenar horas con bulos y auténtica basura interesada. En cuanto al conocimiento, hay cosas que la ciudadanía sabe, porque incluso las sufre, y otras se ignoran, porque algunos pagan la tinta y se ocupan de que no se profundice en determinados asuntos. Frente a todo esto, creo firmemente en que los cambios llegan conociendo, sabiendo, no con sumisión y pasividad.
La enseñanza pública, la cultura y la inquietud intelectual son vectores para intentar cambiar una sociedad, aunque a medio y largo plazo. La que tenemos encima es gorda.
"La clave es el criterio, que se adquiere con cultura, educación y moviéndose, no con pasividad”
¿Cree que muchas veces los ciudadanos prefieren no saber y por eso dan más importancia a temas superficiales? Por una parte hay gente que está cómoda consumiendo determinada basura y no tiene inquietud por más o incluso no tiene capacidad de diferenciar, pero también hay ciudadanos que prefieren contenidos de más calidad y no se les ofrecen o no los tienen a tan fácil alcance. Dicho de otra forma, algunos prefieren pensar que llueve cuando les mean, otros nunca han tenido un paraguas para protegerse, pero también los hay que están hartos de que nos empapen con tanta porquería. La clave es el criterio, que se adquiere con cultura, educación y moviéndose, no con pasividad.
¿Cómo ve el panorama político actual? Hay una derecha moderada, pero también una ultraderecha política, otra económica y otra sociológica que llevan aquí desde el franquismo. Me refiero a esos modos de hacer franquistas que sufrimos de algunos sectores, porque fueron décadas de dictadura e impunidad. Son tics que se curan con vocación verdaderamente democrática y voluntad de cambio. Por otra parte, pensar que toda la derecha es franquista es estúpido. En cuanto al gobierno, pienso que deben arreglar lo de la Ley del ‘sí es sí’. Ante un asunto así, cabe reunirse discretamente y echarle horas hasta encontrar lo más rápido que puedan la mejor solución posible.
"Me echaron de la televisión pública TVE, de un programa muy digno, y hubo intereses para tumbarme"
¿Qué le llevó a escribir este libro? Me echaron de la televisión pública TVE, de un programa muy digno, que tenía buena audiencia, y hubo intereses diversos para tumbarme. Ya me pasó con 'Las Mañanas de Cuatro'. Una vergüenza, pero tenía tiempo para reflexionar, escribir un libro como este y hacer actos abiertos al público por toda España. ‘No quieren que lo sepas’ es una obra con vocación periodística, de contar lo que pasa para que sepamos lo que hay. Y para que algunos intenten cambiar lo que debe mejorarse. O que al menos sepan que les estamos viendo. Los actos van bien, porque la gente pregunta y no se censura.
¿No le daba miedo las consecuencias que pudiera tener? Ya es triste que a un periodista le tengan que preguntar si tiene miedo por hacer su labor, pero me lo preguntan continuamente. Ya me quitaron mi puesto de trabajo con malas artes. Por mi físico sinceramente no temo. Ni me lo planteo. Quizás los que mandan deben reflexionar. Yo lo hago permanentemente y sigo apostando por no callarme, aunque me callaron. Pero sigo adelante.
"Quizás los que mandan deben reflexionar. Yo lo hago y sigo apostando por no callarme"
¿Con qué mensaje le gustaría que se quedaran los lectores? Lo más importante es estar vivos y tener salud. Relacionado con esto también está el defender lo que es nuestro. Mira el deterioro de la sanidad pública, por ejemplo. Aborregados, sumisos o despistados, se cambian pocas cosas. Es importante tener criterio, sentido crítico y discernir entre el bien y el mal, gobierne quien gobierne. Y moverse. Es un tiempo chungo. Me encuentro a bastante gente decepcionada, que necesita creer en alguien. Yo suelo decir que es mejor pensar que hacer actos de fe ciega. El culto, para las iglesias. Vamos a ejercitar la mollera y, a partir de ahí, actuar. Es lo que nos diferencia de los rebaños de borregos, los pastores y sus perros