Soy Jesús un padre dolido y destrozado por la pérdida de una hija. Nosotros los padres también sufrimos y más cuando te hacen muy difícil, el ver, besar, abrazar, sentir o el querer, dar amor y cariño a esa hija que ya no tenemos. Es difícil borrar la existencia de Eva, hermana de Jennifer, tiene quince años, ha estado cuatro años viniendo a Ceuta para estar con la familia grande y unida, todos se vuelcan con esa hija: su tía Eva, Salva Fati, Áfri, Pepi, Sergio, Jesús, Ana y un largo etc.…. y todos querían también a Jennifer. Yo era militar profesional en Madrid y fruto de una relación con Salud nació mi hija Eva el veinte de mayo de mil novecientos noventa y ocho. Eva está angustiada, dolida y confusa y se pregunta por qué no ha podido conocer a su hermana Jennifer que descanse en paz, ahora sabe que está con sus abuelos que en gloria estén en el cielo.
Te queremos y nunca te olvidaremos, tu padre y tu familia.