Categorías: Política

“¿Tú piensas que si nos hubiéramos podido tirar al agua no lo hubiéramos hecho?”

Mucho se ha hablado sobre lo sucedido en la avalancha del pasado 6 de febrero. Pero no ha sido la única. La Guardia Civil tiene encomendada la vigilancia en fronteras y los Grupos Rurales de Seguridad (GRS) se desplazan a la ciudad para reforzarla. Desde hace años y de manera cíclica, tanto Ceuta como Melilla cuentan con apoyo de estos efectivos, especialistas en este tipo de operativos más complejos en el que el drama humano tiene que complementarse con la necesaria aplicación de la ley.
Leer la voz autorizada de un miembro de los GRS es importante, dentro del abanico de declaraciones y testimonios que hemos podido leer y escuchar todos estos días. “¿Tú te piensas que si nos hubiéramos podido tirar no lo hubiéramos hecho? Lo que pasa es que como traspase la línea lo que está en juego es mi uniforme, pero claro que el reconcome te queda. No podemos hacer más”, confiesa uno de estos agentes que se mantiene en el anonimato y que ha concedido una entrevista a Cope recogida por El Faro. A los guardias civiles se les ha criminalizado. Ellos, con su testimonio, también rompen ese silencio encorsetado en un Cuerpo de naturaleza militar.
“Tirarte al agua a cogerlos es un suicidio. Una de las veces que me vi en esa situación y nos metimos a por ellos es porque éramos cuatro y había cuatro en el agua, fuimos uno a cada uno. Si hubiese habido más gente nos lo hubiésemos pensado, pero sobre todo por nuestra propia integridad, no por otra cosa”, apunta en la entrevista.
“Son personas desesperadas por salir, y lo que está claro es que van a agarrarse a lo primero que tengan y eso eres tú. Muchas veces sacamos a cuatro si somos cuatro, pero tirarte a una multitud... el riesgo que corres es que el pánico o la desesperación que lleven esas personas te lleve a ti con ellas. Además, las botas, el cinturón lleno del arma y las herramientas... iríamos directamente al fondo con ellos, eso es de cajón”, añade.
Uno de los puntos que más polémica ha generado ha sido el del empleo de material antidisturbio lanzado al mar, como fue el caso de las pelotas de goma o algún bote de humo.
“El simple hecho de que se efectúen disparos, no es por ellos, sino para disuadir, porque en el agua hay que marcar un límite territorial, un perímetro y hay que impedir que pasen, pero siempre desde la legalidad. Sí que es cierto que se lanzan una o dos pelotas para trazar la línea a cubrir, pero el resto se lanzan con bocazas vacías, simplemente para intimidar”, explica. Una versión, la de este miembro del GRS, que se suma a la de los guardias civiles que estuvieron interviniendo el día de la tragedia que integraron el reportaje publicado el pasado jueves por este medio.
“¿Que un disparo pueden entender que se lance con munición real? Por supuesto que puede entrar pánico... claro, pero nosotros no entramos a valorar ese detalle porque lo único que tenemos que defender es el perímetro salvaguardando la integridad  física de las personas. Esto está claro y no se hace con ningún otro fin”, apunta.
Tras la difusión de los vídeos a través de la web de Interior permanece el debate en torno a las llamadas devoluciones en caliente. “Eso son cuestiones políticas, simplemente nos ajustamos a las órdenes que recibimos y si vienen desde arriba y se ajustan a derecho, nosotros encantados de la vida, siempre y cuando vayan en beneficio de nuestra labor y de las personas por las que estamos interviniendo”, añade.
La tragedia del 6-F se enmarca en otros tantos episodios que han sufrido en primera persona los guardias civiles que tienen que estar implicados en control de masas y contención de entrada de inmigrantes. Su vida está marcada por otras situaciones dramáticas.
“Llegas a empatizar con esta gente, ves su situación, sabes que si son mujeres puede que las hayan violado… nosotros también somos personas, tenemos parejas, e hijos, y te hace pensar muchas veces. O lo primero que te llega a la cabeza es la imagen de tu hija o tu mujer en una situación tan precaria como la suya. Tienes que solidarizarte con ellos, porque de una manera o de otra te afecta. Poca persona tienes que ser para que eso no te afecte”, indica.
“Hay gente que ha llegado a saltar la valla y se ha dejado el dedo gordo enganchado y seguía corriendo desesperado hasta entrar en suelo español. Cómo no te va a afectar ver todo esto. También es verdad que nos encontramos con gente que viene de países en guerra y lo de la valla para ellos es lo de menos, vienen cubiertos de ropa para pasar la concertina pero las zapatillas se las quitan para hacerlo con más facilidad. A uno de ellos al cachearlo nos encontramos una fotografía en un bolsillo en la que aparecía con dos cabezas degolladas, una en cada mano, y con un cuchillo colgado en la espalda, un machete. Es decir nos encontramos con gente que el sentido de la vida lo tiene muy poco valorado”, añade.
El debate suscitado pasa ahora por la cuestión de si esas muertes, las 15 con nombres y apellidos que se produjeron el 6 de febrero, podían haberse evitado. ¿Es novedoso el lanzamiento de material antidisturbio al agua? “Se ha hecho por ambos sitios, lo que pasa es que esta vez ha habido el infortunio de que han fallecido tantos inmigrantes, y es lo que ha suscitado la controversia. Las limitaciones que nosotros tenemos las conocemos y lo que tenemos que tener presente es que no podemos dar más de lo que damos. Tenemos una línea roja que no podemos traspasar. Muchas veces, lamentablemente, tenemos que ver cosas, que sí podríamos hacerlas, pero tendría una repercusión muy grave para nosotros”, explica este agente.
“Yo he estado en misiones internacionales, en situaciones muy comprometidas y estoy seguro de que no dudamos en salvar una vida, pero sí dudamos en nuestra posición laboral. Contravenir una orden nos puede costar muy caro, y eso hay que tenerlo presente”.
En toda esta historia, con 15 jóvenes muertos y una polémica encendida que no cesa, cabe hacerse una pregunta: ¿Qué se ha hecho mal?
Este miembro del GRS lo tiene claro: “La falta de información que se ha dado, eso es lo que ha provocado. Si desde un principio se hubiese informado como Dios manda se hubiese evitado muchísimo. Nosotros siempre estamos en la balanza y tenemos que tomar decisiones que cualquier persona en frío tardaría en hacer y nosotros tenemos que hacerlo en décimas de segundo”, explica.
A pesar de todo, la actuación de la Benemérita es defendida por todos los agentes frente a una campaña en la que se cuestiona el cumplimiento de los derechos humanos y que, curiosamente, no ofrece protagonismo alguno a la actuación de la Policía marroquí.Un Cuerpo que arrastra una trayectoria de críticas importantes, recogidas en informaciones periodísticas y por las oenegés. En este caso en concreto, se ha optado por no decir absolutamente nada de lo que pasó al otro lado, a pesar de que se ha denunciado de la existencia de cadáveres en el fondo del mar que ni fueron recogidos.

Entradas recientes

Horario, recorrido y dónde ver el desfile del 12 de octubre con Regulares

El Grupo de Regulares número 54 de Ceuta, de la Comandancia General de Ceuta (Comgeceu),…

08/10/2024

El Concurso de Coros y Villancicos 2024, el 13 de diciembre

La edición del Boletín Oficial de la Ciudad de Ceuta (BOCCE) de este martes 8…

08/10/2024

Llamamiento para descubrir la identidad de 46 mujeres fallecidas

Seis países europeos e Interpol aúnan esfuerzos para resolver 46 casos de mujeres sin identificar,…

08/10/2024

La bofetada a un brigada que no se pudo condenar

La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha dictado una sentencia de interés para…

08/10/2024

Justicia, ocho años después, tras una estafa con una vivienda

La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha puesto punto…

08/10/2024

Las asociaciones como un llavero

Las asociaciones y sindicatos de Guardia Civil y Policía se transforman en un particular llavero…

08/10/2024