“¿Qué tenéis que hacer esta noche? ¿Ver en la tele cómo la gente se pelea?”

Conocido por su interpretación de Arturo Cañas en ‘Cámera Café’ o Alfredo Escobar “Caracolo” en ‘Doctor Mateo’, el isleño Álex O’Dogherty promete risa y diversión durante su actuación de hoy en La Sala Teclear su nombre en Youtube y pinchar sobre las decenas de vídeos que allí recogen sus actuaciones en  el ‘Club de la Comedia’ o ‘Paramount Comedy’ basta para soltar unas carcajadas por culpa de sus ingeniosos monólogos y divertidas canciones. Es Álex O’Dogherty, que llega hoy a La Sala (23.30 horas) para que los ceutíes se diviertan frente a él. Esta noche nadie necesita ninguna pantalla para conocer y disfrutar con este actor, músico y monologuista de San Fernando al que también muchos recuerdan por sus apariciones en ‘Cámera Café’ o ‘Doctor Mateo’.
–Actor, músico, monologuista y, si me lo permite, un poco payaso. ¿Qué Alex O’Dogherty viene a Ceuta? ¿Qué va a ofrecer?
–Todo eso que acaba de enumerar. Fundamentalmente será un monólogo porque voy solo, pero también llevaré algún instrumento, cantaremos alguna canción para que el público participe... En todos mis espectáculos el público participa coralmente, no saco a nadie, que no se me asusten, ¿eh? Mis participaciones son muy divertidas y colaboradoras. Lo pasaremos muy bien, que es de lo que se trata.
–De todo lo mencionado, ¿en qué campo se siente más cómodo? ¿qué le gusta más? ¿puede elegir?
–Si hago todo eso es porque me gusta, precisamente, la mezcla de todo. Cantar, bailar, tocar... todo en el mismo espectáculo. Eso es lo que hago ahora, y me gustaría poder llevarlo a Ceuta porque tengo seis músicos conmigo, un piano de cola y muchos instrumentos... la suma de todo es lo que prefiero. En solitario hago un poco de todo, me gusta combinar y creo que la gente lo agradece y disfruta más.
–¿Televisión o espectáculos cara a cara con el público?
–Si me da a elegir, que es lo que está haciendo, siempre elijo público. Soy un actor de público. Me gusta el contacto con ellos, verlos, oírlos y sentirlos. Eso hace que varíe tu actuación, es fundamental.
–Entiendo, por tanto, que en función del público con el que se tope la actuación sale mejor o peor, de una u otra manera, ¿no?
–Por supuesto. Generalmente creo que me salen bien, pero hay públicos que están más receptivos o por lo que sea sale mejor la cosa. El público manda. Si ellos no tienen ganas va a ser muy difícil que la actuación salga hacia adelante.
–El personaje que más popular le hizo fue Arturo Cañas, en Camera Café. ¿Qué le debe a él?
–Todo. Precisamente a raíz de él llegó todo lo demás. Me ha dado la oportunidad, seguramente, de ir a un sitio como Ceuta y que ustedes me llamen.
–¿Y se parece en algo a él?
–En la cara nada más.
–Seguro que mucha gente piensa que el ‘O’Dogerthy’ es un apellido artístico, pero no es así...
–No, es el mío. Auténtico y genuino (ríe).
–¿De verdad?
–Sí, mi familia emigró de Irlanda hace más de 200 años que estamos en la provincia de Cádiz y se ha mantenido, la familia se ha hecho muy grande y ha subsistido de padres a hijos. Por eso también tengo esta cara de guiri.
–¿Y el acento cuándo lo perdió? Porque gaditano, gaditano...
–¡Qué dice! Lo tengo, pero no me lo suelen oír. No sé por qué, a veces me pasa, que en según qué parte del monólogo lo hago en andaluz o no. El cuerpo me lo pide, simplemente.
–Hay que saber idiomas, ¿no?
–Entiendo que no puedo hacer todos los papeles en andaluz ni sería recomendable. Así que aprendí a hablar en castellano y cuando me hace falta utilizo el andaluz y cuando no lo dejo.
–¿Cómo llegó al mundo de la actuación y la música? ¿Vocación o casualidad?
–Casualidad no, porque ya apuntaba maneras desde pequeño. Empecé a estudiar piano a los nueve años, luego a los 15 dije que quería ser actor y sí que es cierto que fue mi padre quien me dio el último empujón, pero eso estaba ahí dentro.
–¿Qué le dice la familia de su popularidad?
–Evidentemente a ellos les gusta que me vaya bien. Esta es una profesión bastante incierta, sí, y cualquier padre tendría cierto recelo pero, hoy en día, se tiene recelo de cualquier profesión. Hay gente con tres carreras y cuatro idiomas que no tiene trabajo. Al final cada uno tiene que buscarse la vida, sea lo que sea. ¿Mi familia? Está muy contenta porque ya no les pido dinero (ríe).
–¿A qué cree que se habría dedicado si no le llega a ir bien con la actuación?
–Me hubiera gustado ser maestro de escuela, me gusta la enseñanza. Ya di clases de inglés cuando volví de Estados Unidos y me sentía muy a gusto. Es lo que también pensé antes de ser actor. Bueno, antes quise ser jugador profesional de baloncesto, pero no daba la talla (ríe).
–¿Dónde se inspira para componer y escribir?
–Soy muy de componer en casa. Aquí tengo mis instrumentos y me he creado mi pequeño estudio. Es donde me pongo a escribir también, aunque reconozco que las cosas para los monólogos muchas veces se me ocurren por la calle y las apunto. Antes llevaba una libreta y ahora, en esta época moderna, directamente utilizo el móvil.
–¿Próximos proyectos?
–Acabo de estrenar un espectáculo que se llama ‘Mi imaginación y yo’, es un musical, una especie de concierto y también show. Es mucho más que un concierto porque hay monólogo, poesía... un poco de todo. Y un piano maravilloso que me han construido especialmente para la ocasión, aparte de contar con la banda ‘La Bizarrería’ con seis músicos. También sigo en el espectáculo ‘The Hole’, en Madrid, como maestro de ceremonias y ahora voy a hacer una película en enero con Santi Amodeo.
–¿Por qué tienen que acudir los ceutíes a La Sala esta noche?
–Porque es la primera vez que voy a Ceuta y me quiero llevar una buena impresión. Aparte llego con muchas ganas e ilusión. Daré lo mejor de mí para vosotros. ¿Qué vais a hacer, quedaros en casa viendo cómo la gente se pelea en la tele?