El Hospital de nuestra ciudad participa en un ensayo médico de un fármaco que puede contribuir a combatir el alzheimer. Tras esta acción, que si resulta exitosa puede beneficiar a miles de pacientes que hoy padecen o mañana pueden padecer una de las enfermedades más crueles, hay un grupo de profesionales y ciudadanos que actúan empujados por la solidaridad.
Gracias a ellos es posible que Ceuta, su hospital, participe en este tipo de ensayos. Se trata de médicos que a su labor habitual de asistencia a los enfermos, suman el esfuerzo extra de aportar su trabajo para la realización de estas pruebas.
Y por otra parte, hay que reconocer la solidaridad de los pacientes que aceptan someterse voluntariamente a los ensayos de unos fármacos que si son efectivos, pueden beneficiar tanto a ellos como al resto de enfermos.
El doctor David García Múñiz, que forma parte del equipo de cinco médicos, tres enfermeras, personal de farmacia y encargados del volcado de datos, explica en una frase la importancia de este tipo de pruebas: “Si no hubiese pacientes que se prestasen a esta clase de ensayos, estaríamos todavía con la aspirina y el paracetamol o con las cataplasmas”. Los avances son posibles gracias a estos enfermos, a la labor de los médicos que participan en las pruebas y a la investigación que llevan a cabo las empresas farmacéuticas, aunque en su caso tras la exploración de nuevos remedios siempre exista un lógico interés económico. Sólo así es posible estar cada día más cerca de soluciones a enfermedades tan duras como el alzheimer o de buscar remedios más llevaderos a otras como la diabetes, que muchas veces mantiene a los pacientes ‘esclavizados’ de un tratamiento farmacéutico del que actualmente no pueden prescindir durante toda su vida.