Han sido muchas horas de trabajo. También de pericia. De visionado de cientos de clips con imágenes. De múltiples entrevistas con subsaharianos. Y sobre todo de constancia. Para la Guardia Civil de Ceuta era clave dar con la cúpula que se encontraba tras el violento pase del 26J, pero para eso primero tenían que llegar hasta el jefe.
Los agentes de la Policía Judicial iniciaron la investigación ese mismo 26 apoyándose después con componentes del Servicio de Información. Mientras los políticos se paseaban por el vallado y se publicitaban múltiples declaraciones de todos los que se creían con el derecho a opinar y saber más que los investigadores, estos trabajaban. Y se daban cuenta de detalles. Cómo nada más producirse la entrada había una persona a la que todos parecían obedecer, en una mezcla de admiración y obligado respeto. Era el jefe, un exguerrillero a quien felicitaban y a quienes el día del pase y los inmediatos posteriores muchos acudían a ver. En las tiendas los demás le llevaban cosas por encargo. Una especie de semidiós a quien la Benemérita empezó a marcar, a seguir y a cotejar con imágenes de la llegada y posteriores.
Marcado, no cabía duda de la organización del pase. Las cámaras del COS reflejaron cómo fue esa entrada, cómo algunos anulaban a las fuerzas marroquíes, cómo otros cortaban el vallado y los había que arrojaban cal.
De los vídeos se pasó a entrevistas, a muchas... para clarificar que el jefe tenía un lugarteniente y ocho colaboradores.
Así se empezó a fraguar una actuación que no podía esperar más. Y la Guardia Civil decidió el momento antes de cualquier fuga, contando con los datos suficientes para fundamentar unas detenciones informadas previamente a la autoridad judicial.
El jefe satisfizo su imagen de líder agrediendo a un GRS. Ya suma otro delito más. La Guardia Civil no se ha sorprendido por su pasado militar, sabe que precisamente son muchos exmilitares del África subsahariana los que dominan pequeñas revueltas. Volvió a pasar el 22 de agosto. Y en la memoria colectiva queda el grupo de cameruneses que hace unos años con un exmilitar al frente, ‘el coronel’, terminó saliendo a la calle a cartonazos. Él fue el primero en fugarse a la península en los bajos de un camión. La Guardia Civil no quería que el del 26J terminara haciendo lo mismo.
Esperemos que al juez no te tiemblen las piernas.
Esperemos que tenga mano firme y los envíe directamente a la jaula, porque ahora hay una modalidad que no acabe de comprender que es "en libertad con cargos" y a la calle Y eso se corre entre esta gente que comunica a sus compinches que aquí te detiene la policía o la guardia civil, te llevan después al juzgado y el juez te pone en la calle.
FELICIDADES A LA GUARDIA CIVI POR SU PROFESIONALIDAD Y CONSTANCIA, QUE HA DADO SUS FRUTOS!!! Ya era hora de que los invasores, sepan y recuerden, que aquí hay leyes y agentes de la autoridad, que hay que respetar y que si se les agrede verbal o físicamente, tiene sus consecuencias. Ahora esos tipejos detenidos, a la cárcel y después expulsión sin contemplaciones.