Las autoridades marroquíes están investigando quiénes son los que animan a muchos menores marroquíes a escapar hacia Ceuta, en un claro fomento de la inmigración infantil. Hay coincidencias muy sospechosas como que varios de los niños que han logrado bordear los espigones pertenecen a los mismos centros educativos o de deporte. Padres de alumnos de instituciones educativas en la Dirección Regional del Ministerio de Educación Nacional, Educación Preescolar y Deportes en M'diq (Rincón) y Castillejos han mostrado su preocupación y consternación por considerar que se está produciendo una incitación a salir a nado. Esa llamada afecta sobre todo a alumnos de los niveles superiores, coincidentes con adolescentes. Esto ha llevado a que todas las autoridades competentes, según una fuente informada, se activen para determinar el número de alumnos que ha logrado entrar en Ceuta en los últimos días, ya sea nadando o mediante otras formas que
representan un peligro para su vida y seguridad. Según recoge el periódico Press Tetouan, muchos alumnos que estudian en el nivel secundario en un barrio en Fnideq (Castillejos) ya han llegado a Ceuta y han enviado sus fotos a sus compañeros, además de hablar con ellos y comunicarse sobre la forma de cruzar y alentarles a unirse a ellos.
Ausencia total de intervención y control de los profesores
Se ha registrado la ausencia total de intervención de la Dirección Regional y la falta de interés de los funcionarios administrativos y las organizaciones de la sociedad civil en presentar iniciativas serias o establecer actividades complementarias para la concienciación y la sensibilización sobre el peligro de esa inmigración. Además, no hay medidas preventivas que se dirijan a los menores para que no se echen al mar y cometan tales prácticas. Lo que empeora la situación es que algunas instituciones educativas ni siquiera informan a los padres de la ausencia de los alumnos de forma inmediata. El aumento de la inmigración entre los alumnos sobre todo porque cuando fenómenos adversos se producen más intentos de pase. Se monitorea los pasos de los alumnos menores de edad para asegurarse de que lleguen a la institución y regresen cuando salgan, para que no vayan a la playa, considerando que el peligro aún persiste si un profesor falta a una clase.