La
Policía Nacional y Local han tenido que intervenir en las inmediaciones de
Calamocarro, en Ceuta, ante una nueva incidencia relacionada con la
carestía de borregos. No ha sido hasta pasadas las dos de la tarde cuando por fin han llegado dos camiones cargados con animales para su sacrificio. Cientos de personas se han concentrado en el lugar en busca de un animal para el sacrificio provocándose un gran revuelo al llegar un camión y retirarse sin descargar porque faltaba pasar por un filtro sanitario. La llegada de estas dos reservas va a satisfacer una demanda mermada como nunca pasó, viviéndose una fiesta atípica porque las familias no tenían borregos y además un anónimo había pagado por 100 borregos para darlo en beneficiencia y no se había podido cumplir con tal fin. La Ciudad asegura que los veterinarios han firmado autorizaciones constantes para la llegada de animales, desvinculándose de estos retrasos que atribuyen a otros actores. El hecho es que se ha tardado dos días en recibir los borregos comprometidos lo que ha provocado malestar entre los musulmanes que no han podido todavía sacrificar. Se han vivido momentos de mucha tensión en estos días que ha llevado a la intervención de la Policía. Imágenes tristes que han sido lamentadas por muchos musulmanes.
Con la llegada de los camiones con los borregos se han arremolinado muchas familias en busca de su ejemplar para adquirirlo por lo que las fuerzas de seguridad permanecen en la zona para evitar altercados. Los que sí tenían sus animales han podido hacer el sacrificio este miércoles cumpliendo con los requisitos sanitarios establecidos en base al decreto de Sanidad que estipuló las bases que debían cumplirse. Los borregos que van llegando abastecerán las explotaciones ganaderas que las han pedido para su posterior entrega a los que todavía esperaban cumplir con un rito que se está llevando de la forma más enrarecida por la tardanza y trabas registradas.
Afectados solo piden “pasar nuestra fiesta como siempre y en paz”
Entre los afectados por la situación, una persona se ha puesto en contacto con El Faro y ha explicado que acababa de pasar por Calamocarro “para comprar los borregos que acababan de llegar por la mañana y después de esperar bastante han venido los policías a multar los coches”. Ha comentado que supuestamente “se han puesto a pegarle a la gente que ya estaba harta de tanto mal y algunos respondieron con piedras y ahora es una batalla”. Ha lamentado que “nosotros nos hemos venido para intentar que nuestra fiesta siga bien, estamos tristes porque no nos dejan pasar nuestra fiesta como siempre y en paz”.
Otros de los afectados que no pudieron comprar sus borregos y que se acercaron al lugar, han comentado que “las medidas tomadas solo buscan generar malestar, que esto no se presentó antes y en Melilla todo se ha desarrollado con normalidad”. Algunos han señalado su molestia porque “en lugar de traer los borregos directamente, se los llevaron a Sanidad”. La jornada, que ha iniciado con mucha tensión por la espera, contó con la presencia de los cuerpos de seguridad que impusieron el orden para la llegada segura de los camiones que transportaban los animales provenientes de Algeciras. Quienes permanecían en el lugar han señalado, sin embargo, que son falsas las versiones que aseguran que hubo actos de violencia y los mismos no fueron confirmados por los efectivos de seguridad presentes que no portaban equipamiento antimotines, solo un pequeño grupo tenían colgados al cinto sus cascos de seguridad. De la comunidad musulmana allí presentes han indicado que su intención “solo es poder cumplir con el precepto religioso y celebrar la Fiesta del Sacrificio sin más contratiempos”. Han señalado que esperaban que comenzara la entrega de los animales según las pautas que les indicaran los cuerpos policiales presentes en el lugar. Tras la intervención de la policía, ha comenzado a correrse la voz de lo que estaba ocurriendo en Calamocarro y se han ido acercado más personas en busca de borregos. IU: "Irresponsables que han cocinado este gran desastre" Por su parte, y ante esta polémica, Izquierda Unida Ceuta y Plataforma Civil Sebta han mostrado "todo nuestro apoyo y solidaridad con el pueblo musulmán de Ceuta", señalando que "hoy se ha cumplido lo que predecíamos". IU habla de "grave agravio hacia el gran pueblo de Ceuta y nuestros hermanos musulmanes", considerando que "este no es el camino, camino que nos deja sin esperanzas, ya que estos irresponsables que han cocinado este gran desastre no se les ve una actitud de cambio ni la humildad suficiente para reconocer sus errores y rectificar para próximas festividades". Para IU y Plataforma Civil Sebta el primer "error de todos es haber actuado desde el oscurantismo, no desde la transparencia, de la que se debiera haber estado, donde se debiera haber sometido todo ello a un acuerdo plenario de la Asamblea de Ceuta, debatido y votado por los representantes democráticos de Ceuta". En segundo lugar señalan que "los musulmanes de Ceuta tienen que tener ya en adelante su fiesta sagrada garantizada, teniendo un reglamento especial para ello, donde se reconozcan ese derecho reconocido por la Constitución Española y Europa, derechos reconocidos gobierne quien gobierne, una reglamentación que garantice la fiesta sagrada de los musulmanes conforme sus costumbres y fe religiosa". Continúan explicando que "al final se ve muy a las claras que ha sido todo improvisado, dejando por ello a muchos musulmanes de Ceuta sin poder llevar a cabo sus credos religiosos y sus tradiciones, haciendo sufrir por ello a familias enteras que se quedan en nuestros días sin poder disfrutar su gran fiesta". Desde Izquierda Unida y Plataforma Civil Sebta aseguran haber "dado la cara por Ceuta y por los musulmanes desde el minuto cero, con muchos obstáculos por el camino, pero ahí hemos estado y pidiendo de la mejor manera unidad" y añaden que "nunca vamos a culpar a las personas que estos días han ido a los ganaderos de forma desesperada para conseguir un borrego para su familia, entendemos la situación, entendemos que de todo este desastre lo que menos toca ahora es culpar a los ciudadanos de lo que sus representantes no han sabido ni hacer ni preparar con el tiempo suficiente y de la manera más democrática".