El secretario de Estado de Seguridad afirma que el único problema para facilitar imágenes a la oposición es “logístico”
El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, ha asegurado en la Comisión de Interior del Senado en respuesta a las preguntas del parlamentario vasco Jon Iñarritu (Bildu), que le interpeló por las repetidas largas que le da el Gobierno de Rajoy a sus peticiones de imágenes o audio de intentos de salto del perímetro fronterizo de la ciudad autónoma, que el único problema es “logístico”, que “no hay nada que ocultar” y que “se está buscando” una fórmula económicamente viable que no distraiga a los recursos humanos disponibles de sus “labores fundamentales” para atender esos requerimientos.
Iñarritu quería saber “cuál es la razón” por la que el Gobierno no facilita a la oposición imágenes de los circuitos cerrados de televisión que las Fuerzas de Seguridad utilizan en el perímetro fronterizo de Ceuta de los días en los que se producen incidentes en el vallado o la frontera y por qué sí o hizo, en cambio, de la mañana de la tragedia del 6 de febrero de 2014.
“No sé hasta dónde llega su derecho y la obligación de cada servicio del Gobierno a dar toda la información, a veces con considerable dificultad, que se solicita”, contextualizó el secretario de Estado, que precisó que en Ceuta “las imágenes del perímetro se almacenan en el sistema, en función del tramo y de su tecnología duran 7 ó 20 días, según el almacenaje, que no es único, antes del borrado por regrabado”.
De acuerdo con su explicación, “durante ese tiempo están a disposición de la Autoridad Judicial si se produce o se intuye algún tipo de irregularidad”.
A juicio de Nieto “hay garantías y una transparencia ejemplar porque no ha habido ninguna queja judicial por el visionado de imágenes pero es difícil establecer un sistema para darles traslado a todos los diputados y senadores de todo lo que ocurre con imágenes, sonido, etcétera: no se pueden poner en la red porque no hay ancho de banda para esa carga de información del Tarajal, de Melilla, del SIVE de toda la costa mediterránea… Es materialmente imposible”, alegó.
“Sin reproches”, el senador vasco recordó que Interior a veces le ha invitado a desplazarse a cualquiera de las dos ciudades autónomas “a ver unas imágenes que al mismo tiempo me advertía que ya estarían borradas” y que en ocasiones incluso se le ha facilitado el teléfono del comandante de la Benemérita en Melilla para concretar sus peticiones.
“Es difícil de entender que en el siglo XXI no es que se me diga que vaya al Ministerio en Madrid sino a Ceuta o Melilla, a ver unas imágenes”, lamentó.
“No hay ningún protocolo para cuando todo falla”
El secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, advirtió que “no hay protocolo para cuando todo falla” en respuesta a una pregunta del parlamentario vasco Jon Iñarritu, que le planteó cómo deben responder los efectivos de las Fuerzas de Seguridad cuando se produce una avalancha como la que permitió el acceso de casi 200 migrantes a Ceuta por la
frontera del Tarajal la noche del 7 de agosto, si “apartándose”, como hicieron algunos policías nacionales, o “cargando” y “repartiendo patadas a lo Jean Claude Van Damme” como actuaron otros.
El alto cargo del Gobierno recordó que esa madrugada a las 5.30 horas estaban de servicio “un oficial y ocho policías con labores de control documental, dotación suficiente para el tránsito a esas horas y, cinco guardias civiles de la Compañía Fiscal de la Comandancia” de la Guardia Civil mientras los refuerzos atendían una alerta de posible salto en grupo por el doble vallado.
Desde el punto de vista de Nieto, “cuando una situación es normal se puede protocolizar pero cuando es anormal, como lo fue esa noche, difícilmente”, sobre todo si los funcionarios se ven sorprendidos “por un grupo agresivo y violento que arrasó las barreras físicas del puesto fronterizo, no pudiendo activarse otras medidas de reacción para impedir la entrada ilegal y restablecer el orden público”.
Lo normal es “cerrar el puesto fronterizo por el tiempo mínimo imprescindible y buscar apoyo “en coordinación con el resto de servicios públicos, las autoridades marroquíes y las fuerzas de seguridad”.