{jathumbnail crop="undefined" /}De las muertes de las porteadoras Bushra y Zhoora han hablado casi todos. La Delegación del Gobierno, los sindicatos policiales, la propia Jefatura Superior y hasta los partidos políticos y los jueces, dictando un auto de archivo al no encontrar responsabilidad alguna en la caída de las dos mujeres por la llamada ya escalera de la muerte. Han hablado todos menos quien tiene que hablar, el Ministerio de Interior. Al menos así se lo lleva pidiendo desde hace dos años el diputado popular Ignacio Cosidó. El mismo que en época de Santiago López Valdivielso como director general de la Guardia Civil llegó a ser jefe del Gabinete Técnico.
Pues bien la comisión de Interior, que es la competente en este asunto, tiene registrada la pregunta del diputado por Palencia desde julio de 2009, dos meses después de que se produjera la muerte de las dos porteadoras.
Hasta la fecha Interior ha evitado dar respuesta a lo solicitado por Cosidó, que no es otra cosa que detallar las circunstancias que rodearon el fallecimiento de Bushra y Zhoora. Tras aquel fatídico episodio se aplicó un protocolo para regular la entrada de porteadores al polígono del Tarajal manteniendo así un número fijo de personas que pueden estar concentradas en el entorno de las naves, sin que pueda nunca más alcanzarse las 8.000 ó 9.000 personas que acostumbraban a cargar los bultos y que eran después protagonistas de tremendas avalanchas.