Un centenar de intelectuales árabes de Oriente Medio publicaron hoy un manifiesto en el que llaman a los países del Magreb, y sobre todo a Argelia y Marruecos, a aparcar sus discrepancias y buscar soluciones de consenso. El escrito advierte de que la continuación de las crisis entre los estados del Magreb (que engloba a Argelia, Libia, Marruecos, Mauritania y Túnez) puede provocar una intervención en esa región de "fuerzas extranjeras" que buscan ampliar su influencia. Aunque no precisa la naturaleza de esas discrepancias, el manifiesto se refiere específicamente a la tensión política entre Marruecos y Argelia, y pide que haya "medidas inmediatas para recuperar la confianza entre los dos países". Los firmantes no mencionan el conflicto del Sahara Occidental, principal causa de la crisis crónica entre Argelia y Marruecos, pues Rabat acusa al país vecino de acoger y financiar a los independentistas saharauis del Frente Polisario. "El Magreb no puede llegar a la estabilidad sin que haya una solución a las diferencias entre Marruecos y Argelia", precisa el escrito. Asimismo, el documento pide a los países de la región que busquen soluciones a sus discrepancias lejos de los medios de comunicación, e insta a la activación de las instituciones del organismo regional la Unión del Magreb Árabe (UMA), institución inactiva y casi testimonial por las diferencias entre Rabat y Argel. Además, llama a los gobiernos de la región a crear un "consejo de sabios", al que podrían recurrir para zanjar los conflictos y minimizar su efecto para evitar que el Magreb viva la misma situación de "colapso" en la que se encuentra Oriente Medio. El manifiesto ha sido iniciativa conjunta del investigador libanés Faysal Jelloul y el exministro tunecino de Empleo Fathy Belhaj, y firmado por intelectuales libaneses, sirios, iraquíes y yemeníes, entre otras nacionalidades árabes. En los pasados años, intelectuales marroquíes y argelinos han firmado manifiestos similares pidiendo a sus gobiernos dejar de lado el conflicto del Sahara y trabajar juntos en todos los demás temas, pero no han conseguido cambiar un ápice las posturas de sus gobiernos.