La piel del tambor es un best seller de Arturo Pérez-Reverte de 1995; se trata de un libro de aventuras que no pretende instalarse en el realismo, intriga fantasiosa de tipos singulares con alzacuellos y pistola, ideal para ratos de ocio y butacas de playa, de esas historias que hicieron al célebre y controvertido autor uno de los más populares de la literatura en español.
Esta adaptación a la gran pantalla con claro sello de la producción de Enrique Cerezo, para bien y para mal, saquen conclusiones, recoge las aventuras de un sacerdote agente especial, solucionador de asuntos turbios en la Iglesia, que se enfrenta a un caso con asesinatos, enigmas, corruptelas, hackers informáticos y demás fiestas de guardar en el género “peliculilla de intriga”. Se le cruza en el camino la ciudad de Sevilla (y olé), una aristócrata femme fatale y más de un golfo apandador, alguno de ellos con el agravante de cierrabares o mascachicle.
Digerible y amena, la cinta transita entre la ligereza argumental y un principio prometedor que se va diluyendo en la inverosimilitud a medida que la trama avanza, sin llegar al despiporre ni el tedio, y salvando los muebles sobre la bocina, si me permiten el símil deportivo de los que por el decoro de no caer en la simpleza suelo huir de forma habitual.
Siempre ha sido muy atractivo y folletinesco el hecho de asociar asuntos mundanamente ilícitos al entorno eclesiástico (algunos dirán con cierta maldad “como la vida misma”), y en este folletín ideado por Pérez-Reverte para las 600 páginas que componen su novela, funcionan más que bien. De esta inercia de muchiventa del producto literario viene como es obvio la tentación de cada una de las adaptaciones de sus historias al lenguaje audiovisual, normalmente la piedra con la que se tropieza una y otra vez cada ideólogo del nuevo proyecto, puesto que los resultados de todos estos años puestos en una balanza no pueden considerarse de demasiado interés.
Con un final acelerado y a trompicones más culpable de los defectos de forma de las primeras novelas del escritor de la obra original, con conocida dificultad en aquella época para cerrar tramas y atar cabos, que de la adaptación en sí, la película tiene una narrativa ágil, un guion aceptable y una puesta en escena irregular pero inteligente que le dan el aprobado en un examen de entretener al respetable sin pedir muchas más peras al olmo…
La ficha
Dirección: Sergio Dow
Año: 2022.
País: España.
Duración: 65 minutos.
Género: Thriller. Intriga. Crimen
Intérpretes: Richard Armitage, Amaia Salamanca, Fionnula Flanagan, Paul Freeman, Paul Guilfoyle, Alicia Borrachero, Joe Manjón, William Keen, Carlos Cuevas, Unax Ugalde, Jorge Sanz, Rodolfo Sancho, Peter Vives, Simón Andreu, Enrique Alcides, Juan Fleta, Rubén Carballés, Franco Nero, Feodor Atkine, Víctor Mallarino, Jan Zawisza, Ralph Palka, Rodrigo Poisón, Alberto Ruano, Samuel López, Mario Garcés, Yolanda Font.
Guión: Adrian Bol, Beth Bollinger, Judith Gwilt Yturriago, Carolina López-Rodríguez, Sergio Dow, Luis Zelkowicz, Sheila Willis, Gretchen Cowan. Novela: Arturo Pérez-Reverte. Historia: Judith Gwilt Yturriago
Música: Roque Baños
Fotografía: Aitor Mantxola.
Producción: Coproducción España-Colombia-Italia; Enrique Cerezo P.C., Drumskin Productions, Fundacion Enic Producciones, North By Northwest, Spal Films
Estreno en España: 21 de octubre de 2022.
corleonne76@yahoo.es