El consejero de
Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Javier Guerrero, se ha reunido este miércoles con la Asociación de Fabricantes de Pan, con la que ha analizado la incidencia que ha tenido en Ceuta la entrada en vigor de
la nueva normativa de este producto, así como el refuerzo de las inspecciones en los establecimientos de venta de pan, al objeto de evitar la venta de piezas que no cumplan con los estándares de calidad que dicta la norma. Con motivo de estas inspecciones, se ha producido el primer cierre cautelar de un establecimiento de venta de pan, situado en la barriada de Zurrón, que Sanidad ha clausurado ante las graves deficiencias técnicas e higiénicas detectadas. Este cierre es provisional hasta que la empresa las subsane. Estos controles verificarán tanto el correcto etiquetado del pan como la composición del producto, especialmente el integral, y afectarán tanto al comercio minorista como a las superficies comerciales. Esta nueva normativa establece una serie de criterios fijos para denominar a los distintos tipos de panes según el porcentaje de harina empleada, los cereales usados o incluso si se ha fabricado mediante procedimientos automatizados o de la mano de un maestro panadero. El consejero, que ha valorado la colaboración del sector y su alto grado de implicación con la Administración, también se ha comprometido con los fabricantes del pan a intensificar el control en los lugares en los que se produzca venta ambulante.
En este plan de control sobre el pan intervienen los Servicios de Seguridad Alimentaria, por una parte, encargados de comprobar las condiciones técnicas y sanitarias de los establecimientos de fabricación y venta, y Consumo, que se verificará que sea correcta la información obligatoria para el consumidor a través del etiquetado.
Las nuevas normas básicas de calidad para la elaboración y comercialización del pan en España fueron aprobadas por el Consejo de Ministros en abril y entraron en vigor el pasado 1 de julio.