El
conflicto generado por la empresa Dulcinea Nutrición debido a los atrasos en los pagos a los trabajadores del servicio de catering del
Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta se está viendo reflejado en la tranquilidad del centro. Este jueves, debido a la mala alimentación que se está ofreciendo, se han unido en una protesta pacífica dentro del propio centro con el objetivo de visibilizar su situación. Familias al completo con niños y miembros de distintas nacionalidades se han concentrado en el patio del CETI porque, aseguran, “no estamos comiendo bien”. Y es que los menús que debían ser repartidos a los acogidos en el centro no están cumpliendo lo estipulado en el contrato, lo que está derivando en un mal servicio a todos los internos, lo que es más sangrante en el caso de los niños. Con la última entrada de subsaharianos ocurrida a finales de agosto y el goteo incesante en los accesos de argelinos, el CETI tiene completa su capacidad de acogida, lo que no casa con los servicios contratados con la empresa para garantizar los menús que deben ser repartidos a diario, en base al contrato que se adjudicó por parte del Ministerio de Trabajo.
Este conflicto en el abono de las nóminas, origen del problema, se ha visibilizado en amenazas de huelga por parte de los trabajadores del catering, pero este jueves ha llegado al punto de afectar a los propios inmigrantes que, hartos de la situación, han querido mostrar sus quejas en el propio patio. Según ha podido comprobar este periódico, la situación en el propio centro está causando hartazgo entre unos trabajadores que no cobran lo debido por los trabajos que llevan a cabo y los inmigrantes que no están recibiendo las asistencias debidas. El director del CETI ha reunido a los internos dentro del comedor para calmar los ánimos y evitar que la situación se torne en algo más tenso. Protestan además de por la "mala calidad" de la comida, por las condiciones en las habitaciones (hay más de diez personas en cada una, denuncian) y que llevan en esta situación mucho tiempo, algunos hasta un año. Algunos internos dicen que, por ser árabes, se les retiene allí más tiempo que al resto. Los residentes dicen que les ponen arroz blanco "sin nada", pan, café "y poco más". Además, protestan porque, dicen, se están vulnerando sus derechos. El director del CETI los ha reunido para explicarles el problema de la empresa de comidas y puntualizarles que, desde el CETI, solo pueden solucionar los problemas de puertas para adentro, y les explica que el resto está en manos del Gobierno. El máximo responsable del centro sigue en conversaciones con ellos.