La inmigración acabó siendo uno de los temas clave en la primera reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente del Partido Popular, Pablo Casado. De hecho, el líder del Ejecutivo solicitó que esta cuestión forme parte de los acuerdos mínimos de forma que el líder del partido más votado en las últimas elecciones haga una oposición de Estado.
Existe concenso en algunos puntos entre las dos formaciones. Cristina Narbona, presidenta del PSOE, confesó que generó una expectación positiva la propuesta de Casado en los últimos días: la necesidad de plantear para África una especie de Plan Marshall. Los socialistas ya han llevado iniciativas similares al Parlamento Europeo, algo que no se había planteado con anterioridad.
Sin embargo, en el PSOE no ha gustado las declaraciones ante los medios en materia de inmigración del nuevo líder del PP durante sus primeros días en el cargo. Adriana Lastra arremetió contra sus acusaciones al PSOE, señalándoles como responsables de la masiva llegada de inmigrantes. La portavoz socialista afirmó que el único efecto llamada que hay es “un efecto llamada a la xenofobia” por parte del presidente del PP. Casado respondió a las críticas de los socialistas asegurando que se trata de propuestas "responsables", reafirmándose en la idea de que son millones los africanos que desean venir a España e insistiendo en la idea de un Plan Marshall para África: "En esto soy de todo menos radical extremista o de extrema derecha". Narbona, por su parte, aseguró que se habían utilizado declaraciones "demagógicas" e "irresponsables" en los últimos días, aunque confía en que se realice una oposición responsable a raíz de este encuentro, que se alargó durante casi tres horas.
Las exigencias del PP
Pablo Casado planteó durante la reunión una serie de exigencias a Pedro Sánchez -que comparecerá ante los medios hoy- en materia de inmigración. En primer lugar, garantizar la seguridad en las fronteras y el apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado frente a agresiones como las sufridas por la Guardia Civil durante el salto masivo a la valla de Ceuta. Para ello, recordó la necesidad de tener medios como el mecanismo de la Ley de Seguridad Ciudadana, el cual permite las devoluciones en caliente, algo que "protege" a los agentes "en el ejercicio de su deber" en las fronteras. Casado fue especialmente duro con las agresiones sufridas por los agentes en la valla de Ceuta hace unas semanas: “Si ellos -el PSOE- están a favor con que la Policía y la Guardia Civil puedan ser agredidas, pues nos veremos en las urnas”. En segundo lugar, solicitó un compromiso por la cooperación en los países de origen, una idea que se deberá debatir en Europa, donde el Partido Popular garantizó que irán de la mano con el PSOE teniendo en cuenta que, a la hora de lograr más medios -como Pedro Sánchez solicitó a Bruselas- o de coordinar un plan de inversiones en África, las formaciones tienen intereses conjuntos.