La tarde de ayer fue bastante calentita por parte de los agentes que prestaban servicio por la zona del puerto. Por todos los rincones aparecían ilegales. Es una forma de decir que tanto los policías portuarios como la Guardia Civil no daban a basto para intentar convencer que no se podía estar por aquel lugar. Los lugares preferentes eran en la zona del Faro de Poniente, hay unas nuevas rejas, pues allí estaban colocados una gran cantidad de ellos pendientes del despiste de la Guardia para deslizarse hacia la última alineación donde se encontraba un buque que viene diariamente que trae remolques, camiones y muy especialmente los container herméticos de la basura. Es actualmente el lugar preferido de los instigadores portuarios. La salida hacia un lugar más seguro como son los puertos de Algeciras y Málaga. La nueva motivación que ya es pública es la pronta puesta en marcha de la obligatoriedad de hacer la mili en Marruecos, esto ha abierto la caja de Pandora para que nuevamente sea un lugar de encuentro masivo este lugar caballa. Las nuevas tecnologías y los protocolos que existen tanto para los menores como los mayores hacen una inmunidad tal que todos nuestros garantes de la ley tengan miedo incluso en recriminar la presencia en unos lugares que son de entrada restringida para personas con autorización. Los mismos tienen bien aprendido sus derechos y lo dicen en un perfecto español. El llevarlos a comisaría no vale para nada. Se tarda más tiempo en preparar los papeles y buscar gente para el traslado que lo que nuevamente van a tardar en llegar a este lugar. Habría que cambiar un poco la legislación tan garantista y buscar una colaboración directa con el otro país. Dicen que lo antiguo era muchas veces más eficaz. Pues se podía aplicar ahora. Un listado por parte de la autoridad española y un reconocimiento por parte marroquí que son súbditos de su país y recogerlos como buenos padres de familia. Evitariamos muchos problemas legales ya que mayor garantía de reconocer a unos ciudadanos propios creo que no puede haber. Incluido los menores. Y no seguiríamos contando las irritaciones por convencer que no entren a la carrera los centenares de individuos, que por cierto casi todos tienen la tarjeta verde de un centro de inmigrantes Ceti, y las tensiones arteriales de estos trabajadores podrán bajar. Ayer vuelvo a decir se tuvieron que multiplicar estos padres de familia para que la avalancha no pudiera conseguir el objetivo de penetrar impune en este lugar de ceuta. El culmen fue en la mañana de ayer, a las seis tenía previsto la salida el buque de la compañía Balearia Passié per Formentera y no pudo realizar su trayecto hasta aproximadamente las 6.40 horas, ya que habían detectado la entrada de varios ilegales sin billete teniendo que dar aviso al Servicio Maritimo de la Guardia Civil que tras una inspección minuciosa no pudo encontrar a los mismos. Una situación que acarrea una pérdida de tiempo que no se puede recompensar a los pobres obreros españoles que se van en este transporte para enlazar con unas combinaciones; casi siempre médicas, que dan al traste toda una programación. Seguimos estando poco combinados con la península. Que Dios coja confesados a nuestros pobres garantes de la ley.