La autoridad judicial en Ceuta determinó ayer el ingreso en prisión provisional del piloto de una embarcación cabinada interceptada por la Guardia Civil con 7 inmigrantes marroquíes a bordo, entre ellos una mujer y varones muy jóvenes, dudándose de hecho de que al menos dos sean menores.
El detenido, natural de Cádiz, fue interceptado justo al salir con los inmigrantes ya en su embarcación, evitando que consiguiera su propósito de cruzar al otro lado del Estrecho a los marroquíes. El Servicio Marítimo, que había detectado la salida sospechosa de la cabinada, abortó su travesía, trasladando a la base del puerto deportivo a todos: patrón e inmigrantes.
Tras pasar la noche en los calabozos, en la mañana de ayer el piloto fue puesto a disposición judicial ordenándose su ingreso en prisión, bajo la acusación de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros del que deberán responder ante la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta.
Los inmigrantes, todos marroquíes, fueron entregados a la Policía Nacional, encargados de proceder a su expulsión. La embarcación empleada para la comisión del delito quedó depositada en el puerto deportivo, como pieza judicial. Esta intervención se suma a las que se están llevando a cabo en los últimos meses en el marco de la lucha contra la inmigración ilegal, habiéndose abortado varias salidas en su amplia mayoría de marroquíes o argelinos, en este último caso del CETI del Jaral.
Este servicio de la Guardia Civil, como todos los que se están realizando en los últimos meses, viene a demostrar la huida protagonizada por jóvenes marroquíes que, quizá movidos por evitar el servicio militar instaurado o dejando atrás la falta de oportunidades, escapan de Marruecos a toda costa. Y lo hacen a bordo de embarcaciones que parten de aguas marroquíes o de la propia Ceuta, como ha sido el caso de esta.
Pobrecito busca vida.