Fernando Pérez-Padilla, director territorial del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (
Ingesa), negó ayer que los médicos de cabecera hayan recibido instrucciones de evitar la derivación de pacientes a la consulta de Psicología porque los profesionales de la
Unidad de Salud Mental están saturados de trabajo. Fuentes en contacto con este periódico aseguraron que cada vez es más habitual que los médicos de familia manden tratamientos que correspondería prescribir a psiquiatras como son antidepresivos, pastillas para dormir, tranquilizantes... “Si alguien lo está haciendo incurre en mala praxis profesional”, advirtió Ingesa. La plantilla de psicólogos, precisó la Dirección Territorial, está completa al cien por cien, es decir, que sus dos plazas están cubiertas y, por tanto no hay vacantes. Esta cifra de psicólogos, según las voces críticas con la dotación del servicio, son insuficientes porque estos especialistas no dan abasto ni los pacientes pueden ser atendidos con la frecuencia que deberían. Por otra parte, aunque Ingesa cuenta con un psiquiatra infantil en su plantilla, personas conocedoras del servicio se preguntaron por qué no hay psicólogo especialista en niños. La Dirección Territorial tiene claro el motivo: “No existe la especialidad de Psiquiatría Infantil. Hay un psiquiatra designado para ver a los niños porque tiene formación complementaria en edades pediátricas. No existe la especialidad de psicólogos infantiles o pediátricos y tampoco vienen incluidos en la Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud”. En su ausencia, continuó la administración sanitaria, los niños son atendidos por el resto de psiquiatras, “que están perfectamente capacitados para ese cometido”, destacó.