El acusado desoyó el alto de los guardias y arremetió contra ambos arrastrando a uno de ellos
La magistrada del Juzgado de lo Penal número 1 dictó ayer sentencia contra M.E.K., acusado de un delito de lesiones leves contra dos agentes de la Guardia Civil a los que deberá indemnizar con 1.250 euros a cada uno, un total de 2.500 por las heridas ocasionadas.
La pena de prisión de seis meses por resistencia a la autoridad y lesiones fue suspendida y conmutada por dos años de responsabilidad personal, aunque el acusado ya había cumplido la mitad de la privación de libertad. Los hechos se remontan al 16 de noviembre del pasado año cuando M.E.K. circulaba con su ciclomotor por la frontera del Tarajal y fue requerido por los agentes para detenerse.
El acusado hizo caso omiso a los guardias y aceleró con ánimo de atentar contra el principio de autoridad. El vehículo impactó contra una de los agentes quedando enganchado en la moto, lo que le desplazó varios metros por el suelo. Su compañero acudió a auxiliarlo, momento en que M.E.K. comenzó a golpearlo.
A consecuencia del atropello, el primero de los agentes sufrió varias lesiones consistentes en una artritis traumática en uno de los dedos de la mano, así como varias heridas que tardaron 14 días en sanar, mientras que su compañero fue diagnosticado de una contractura muscular en las cervicales, así como varias contusiones en manos y rodilla.
El acusado se conformó con la pena solicitada por el Ministerio Fiscal y ayer mismo fue puesto en libertad tras abonar la cantidad requerida por la indemnización de los agentes.