En una ciudad con elevadas tasas de paro y escasos yacimientos para encontrar alternativas, los planes de empleo se presentan como la única posibilidad para muchas familias. A esta fecha la incertidumbre es lo único cierto en torno a la convocatoria porque ni siquiera se saben criterios, cupos o los programas que se ofrecerán.
MDyC llevó a la sesión de control al Gobierno una petición encaminada a dotar de transparencia estos planes, buscando sobre todo acallar las continuas críticas de enchufismo que han definido las distintas convocatorias. La Ciudad, amarrada por la falta de informaciones, no puede siquiera responder a uno de los grupos de la oposición en torno a un asunto que importa y mucho a los ciudadanos, porque quien más quien menos depende de este tipo de ofertas empleadoras y de su viabilidad.
A Ceuta le queda mucho por avanzar para conseguir estar cada vez más alejada y por tanto ser menos dependiente de estos planes, pero mientras la situación siga así no queda más que reaccionar con la celeridad y la pulcritud debida en torno a la única posibilidad existente para muchas familias de encontrar un trabajo temporal que pueda garantizar cierta subsistencia.
Entre administraciones, la responsable y la que no, deben coordinarse para, al menos, terminar con esta inquietud.