Y Castillejos explotó. Y explotó porque no puede más. Porque tras casi un año de cierre de
frontera, su población está al límite. La
concentración movida por redes sociales que comenzaba en la tarde del viernes derivó en una cadena de enfrentamientos que duró toda la noche y que se plasmó en cuantiosas detenciones. A algunas personas les acusaban de tener algo que ver con la organización. Fueron detenidas a pesar de que se insistió en que era un movimiento nacido del hartazgo social y no un acto preparado previamente o politizado. Detenciones masivas, quemas provocadas, lanzamiento de piedras contra los agentes… y estos respondiendo disparando pelotas de goma y recogiendo esas piedras del suelo para tirarlas a los manifestantes. Un caos: contenedores arrastrados, quemas de estos habitáculos y mucha tensión en la vecina localidad marroquí que ya no aguanta más. El cierre de la frontera está llegando al límite, tanto que la población vecina, la que vivía del contrabando y de los negocios en Ceuta, se ha quedado en la más pura miseria. Muchas familias han tenido que vender todo lo que tenían solo por comer. Pero las reservas se terminan y no encuentran ayudas ni futuro. Por eso mismo, mucha parte de la juventud se está arrojando al mar buscando la escapada y muriendo o desapareciendo en el intento.
Castillejos explotó ante esta ruina. Y lo hizo con la unión de cientos de personas que solo expresaron su malestar en una sentada. Pero después vino la intervención y carga de las fuerzas de seguridad y la respuesta del pueblo hasta dar forma a una tangana. A los periodistas no se lo pusieron fácil. Muchos emitían en directo lo que estaba ocurriendo, la respuesta fue romper el micrófono a uno de estos profesionales para que no continuara con su labor materializándose un veto claro de las fuerzas de seguridad a modo de clara dictadura y falta de respeto a los derechos de la prensa. Además impidieron a los ciudadanos grabar con sus teléfonos móviles.
Marruecos vivía así una noche de tensión que duraba durante horas y que se plasmaba en destrozos, piedras por el camino, policías actuando, gente escapando a sus casas… y de trasfondo esa presión porque la frontera no abre y además no hay fecha para que lo vaya a hacer. Fue la noche de la tragedia en una localidad que entiende demasiado de penurias. Las detenciones han sido masivas. Todavía no hay versión oficial de todo lo acontecido y las informaciones llegaban por los testigos presenciales de tanto altercado. Apuntaban además a la detención de representantes de asociaciones de derechos humanos. En Castillejos viven muchos de los hombres y mujeres que trabajaban en Ceuta y que ya no ingresan dinero, además de que han perdido sus empleos. En algunos casos siguen percibiendo ayudas humanitarias de sus ex empleadores, pero son los menos. En el caso de las trabajadoras de hogar fueron dadas de baja de la Seguridad Social y perdieron incluso la antigüedad que habían alcanzado sin derecho a nada y perdiéndolo todo.
Las autoridades locales justifican las intervenciones policiales
En un comunicado emitido por las autoridades de Castillejos y El Rincón se rechazaban las manifestaciones ocurridas por ir ser contrarias a las restricciones sanitarias. Añadían, además, que por este motivo fue necesaria la intervención de los agentes de seguridad para despejar la muchedumbre. Añaden informaciones marroquíes que diez personas fueron trasladadas al hospital tras una "estampida" formada por los manifestantes durante las concentraciones, en la que su objetivo principal era pedir la reapertura de la frontera con Ceuta.
El Observatorio de Derechos Humanos pide cambiar el enfoque de "seguridad" por uno de "diálogo"
El encargado de velar por los Derechos Humanos en Marruecos ha advertido, no obstante, a las autoridades públicas del país que no optasen por un enfoque de "seguridad" para afrontar las protestas, aludiendo a que esta actitud solo generará "más tensión". Así lo manifestaba el mismo viernes, a última hora del día, un comunicado emitido por el Observatorio Norte de Derechos Humanos del país vecino, que pedía la liberación de todos los detenidos así como el cese de los enjuiciamientos. En su lugar, proponía abrir un marco de diálogo con los manifestantes para escuchar cuáles son sus demandas. Por otro lado, el Observatorio Marroquí de Derechos Humanos advirtió a las autoridades públicas que su actitud en estas protestas "solo generará más tensión". También advirtió sobre la "gravedad" de las condiciones sociales, económicas y políticas en Castillejos, ante la "impotencia, ambigüedad y ambigüedad en la forma en que las autoridades manejan estas situaciones".