No hay verano sin incendio provocado en el Sarchal. Es la tónica de esta estación. No falla. Termina el periodo escolar, comienzan las vacaciones y los actos vandálicos traducidos en la quema de rastrojos en esta barriada, sobre todo por la zona próxima a la antigua cárcel de mujeres. Puro aburrimiento, vandalismo, interés por ‘marear’ a los Bomberos... las causas solo las saben quienes, “ya casi a diario”, como explican en el SEIS, se dedican a estos menesteres.
Ayer Bomberos acudió en dos ocasiones en menos de tres horas al mismo lugar. La primera salida fue a las 16.30 horas, la segunda a las 19.00 y ambas por quemas de rastrojos. Lo grave de esta acción pasa por las consecuencias que pueden tener este tipo de actuaciones: primero porque con el viento lo que empieza siendo una gamberrada puede irse de las manos, segundo porque absorben los recursos de un Servicio que no está para este tipo de provocaciones y que por estar sofocando estas llamas provocadas puede ponerse en riesgo otro servicio grave si surge al mismo tiempo.
Los Bomberos acuden casi a diario a este lugar y siempre es para la misma función. Vecinos del Sarchal son víctimas indirectas de los vándalos y lanzan un mensaje público de concienciación para que dejen de una vez estas prácticas. El hecho es que en la agenda del Parque ya se marca como destacado este tipo de trayecto con meta en el Sarchal y siempre en la misma zona.
Al Sarchal se unen otros puntos ya cotidianos por quemas de rastrojos, como son las inmediaciones de las Adoratrices en el Sardinero y las cercanías al cementerio musulmán. En estos casos se sospecha que las quemas van vinculadas a una petición de limpieza y retirada de matorrales en la zona.
Bomberos reclama una mayor concienciación ciudadana para no causar acciones premeditadas que lleven al desvío de servicios de emergencia que están para otros fines.