Bomberos tuvo que acudir la tarde de ayer a sofocar las llamas de un incendio en la zona alta del Chorrillo. A las 16.15 horas el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) recibió el aviso, por parte de la Policía Local destinada en la playa, de la quema del monte, en una zona de intensa vegetación. Lo que en principio parecía un fuego de pocas dimensiones se ha visto agravado por el difícil acceso al lugar y el viento. La Policía Local tuvo que cortar la circulación de la avenida Martínez Catena, durante más de dos horas, a la altura de la playa del Chorrillo para que las unidades de Bomberos pudieran acceder con mayor rapidez a la zona donde se estaba produciendo el incendio. Toda esta situación causó la expectación en los bañistas que estaban en la playa, ya que desde la orilla podían visionar la columna de llamas y humo que emanaba del monte. El SEIS ha confirmado que después de recibir el aviso por parte de la Policía Local, la centralita de la estación recibió cerca de un centenar de llamadas avisando del mismo incendio. Hasta el lugar, comprendido entra la zona trasera de José Acosta y la avenida Martínez Catena, se desplazó todo el turno de Bomberos, lo que supuso tres camiones y también una camioneta tipo pick-up.
La Policía tuvo que controlar, por más de dos horas, la circulación en Martínez Catena
No fue hasta las 18.55 horas cuando el servicio regresó a la base después de haber estado durante casi tres horas controlando y sofocando este fuego. En el operativo participaron dos cabos, cinco bomberos y dos conductores, que también recibió el apoyo vial de la Policía Local. Para poder extinguir las llamas, se utilizaron 40.000 litros de agua, que se repartieron entre los tres camiones participantes. Debido a la difícil situación donde se ubicaban las llamas, el SEIS tuvo que actuar de manera separada. Un grupo acudió por la parte de arriba y el otro por la de abajo, con la finalidad de alcanzar todas las áreas y controlarlo de una forma más eficaz y rápida. Pese a la rápida intervención, se alcanzó a quemar una extensión de 3.000 metros cuadrados de monte, perdiendo así toda la vegetación del lugar. Pese a que el fuego se produjo muy cercano a una zona habitada, no fue necesario desalojar las viviendas, aunque las llamas quedaron muy cerca de un conjunto de casas. De manera simultánea, Bomberos tuvo que acudir a sofocar otro fuego que se dio detrás de la Desaladora, por la playa de Benítez, en una caseta de vigilancia. En este caso tuvo que acudir el retén de monte destinado en la Tortuga, que tuvo que bajar a sofocar este fuego ya que el resto del turno estaba enfocado en apaciguar las llamas del Chorrillo. En esta ocasión fue el 112 quien dio el aviso sobre las 16.45 horas y se pudo extinguir en menos de una hora, regresando así a su base habitual. No se produjeron daños de gravedad en los alrededores, aunque se desconoce la autoría de este acto. En cuanto al incendio del Chorrillo, Bomberos no sabe cuál fue el detonante, aunque les llegaron a comentar la presencia de un persona por la zona, portando una mochila, minutos antes del suceso. Sin embargo, no hay nada confirmado y todo lo que les han hecho saber son sospechas de lo que ha podido pasar.
Es necesario tener precaución en verano
Ayer fue un día intenso para el SEIS, ya que además de estos dos incendios cercanos a las playas de Benítez y del Chorrillo, acudieron pasadas las 14.00 horas a sofocar las llamas provocadas por la quema de basura en Arcos Quebrados, un hecho que ya se vuelve habitual en sus turnos. La sociedad municipal Obimasa está inmersa en la campaña de prevención de incendios forestales que se extenderá hasta el próximo 2 de noviembre, una vez concluya la celebración de la tradicional Mochila en los montes ceutíes. La prohibición de hacer fuego se aplica, no sólo a zonas forestales y merenderos habilitados, sino también a las playas, cuya cercanía con áreas forestales, como en el caso de Calamocarro, implican un grave riesgo de incendio en caso de que alguna ascua pudiera prender en la vegetación de las inmediaciones. Las multas van de 100 a 1.000 euros por una infracción leve; de 1.001 a 100.000 euros la grave y de 100.001 a un millón de euros la muy grave.