Las autoridades marroquíes continúan movilizadas este martes por cuarto día consecutivo para intentar controlar el
incendio declarado
el pasado sábado en un bosque cerca de la provincia de Chauen, en el norte del país, que ha arrasado hasta ahora más de 1.100 hectáreas.
"El fuego aún no está acorralado de forma definitiva, pero hay un esfuerzo excepcional y estamos avanzando, dando al mismo tiempo prioridad a la seguridad de las poblaciones cercanas al lugar del siniestro", aseguró en declaraciones a EFE el director regional del Departamento de Aguas y Bosques, Rachid el Anzi.
El Anzi señaló que se han podido apagar dos de los tres focos del incendio y solo ha quedado uno activo en la parte noreste, aunque lamentó que la ola de calor y el viento que sopla por diferentes direcciones, además de la característica montañosa del bosque, son factores que dificultan la tarea de los efectivos marroquíes.
En las labores de extinción se han movilizado, según El Anzi, más de 550 efectivos del Departamento de Aguas y Bosques, la Gendarmería Real, las Fuerzas Auxiliares, Protección Civil y soldados de las Fuerzas Armadas Reales (FAR), ayudados por ocho aviones anti incendios Canadair y Turbo Thrush.
El incendio, que no ha causado hasta ahora ninguna víctima, se ha declarado en el bosque del monte Jbel Sougna.
Marruecos registra en los últimos días una ola de calor en casi todo el país, concretamente los pasados viernes y sábado, que fueron los días más calurosos en todo el mes de agosto, con unas temperaturas récord que superaron los 49 grados en varias ciudades. Esta ola de calor seguirá hasta el próximo miércoles en el centro, sur y sureste del país. La provincia de Chauen ha marcado temperaturas entre los 39 y 45 grados este último fin de semana y también el pasado lunes, una situación que fue avisada por la Dirección General de Meteorología de Marruecos.