Las huellas del fuego en la fachada del edificio Linares evidenciaba, menos de 24 horas después,
la gravedad del incendio que asoló a una de las viviendas del inmueble, en Ceuta. Muchos de los vecinos aún se están reponiendo de la impresión que supuso ser evacuados después de que estallara un
fuego en una vivienda del 5º piso. “Estaban llamando al fono pero como eran las 10 de la noche y nadie iba a venir a verme a esa hora, no quise abrir. Pero cuando escuché que insistían tanto me asomé y vi a los bomberos y me di cuenta que había fuego aquí. Cogí mi bastón y las llaves y salí a las escaleras donde me dio un poco el azote del calor y del humo”. Así relata su experiencia una de las vecinas de este inmueble de Linares 2 que, junto al resto de inquilinos, tuvo que ser evacuada al producirse el terrible incendio.
Poco antes de las diez de la noche, el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamentos (SEIS) era alertado de un grave fuego en una quinta planta de este inmueble. Al parecer, el inquilino de la vivienda acababa de tomar una ducha y notó un fuerte olor. Se dirigió al lavadero y comprobó, a través de la puerta que estaba cerrada, que se había producido un incendio en su interior, teniendo que abandonar de manera apresurada la casa.
Otra de las vecinas, en este caso de los pisos superiores más cercanos a la vivienda siniestrada, relata como escuchó sirenas y se asomó a la ventana. “Vi coches de Bomberos y gente gritando y al abrir la puerta había humo por lo que la volví a cerrar, hasta que llegaron los bomberos y ya nos dijeron que teníamos que salir. La bajada fue tremenda, con ese calor y todo ese humo”.
Esta inquilina, que vive en nuestra ciudad desde hace tan solo mes y medio, resalta la “gran colaboración de vecinos y Policía” en los trabajos de evacuación. Algunos de ellos, que necesitan trasladarse en silla de ruedas, fueron ayudados por el resto de evacuados y la operación se pudo realizar de manera ordenada y rápida. “Realmente no me había dado cuenta, fue al escuchar ruido de agua y asomarme a la ventana cuando vi gente abajo y gritos de que había un incendio y que bajáramos”. Fue otra de las propietarias que ayer vivió esta terrible experiencia y una de las cinco personas que se vieron obligadas a permanecer en el interior del portón, mientras se llevaban a cabo las tareas de extinción. “No podíamos salir debido a que estaban cayendo muchos cristales y al fuerte caudal de agua, no solo de los bomberos, sino supongo que también a causa de alguna tubería que pudo haber reventado”.
Aunque se desconocían las causas del incendio, las primeras especulaciones de la noche apuntaban a un calentador incendiado. Entre los vecinos y los numerosos curiosos que se concentraron en las inmediaciones del edificio llegó incluso a surgir el temor de que “explotara una bombona, pero por suerte, y a pesar de las impresionantes imágenes que todos hemos visto, todo ha quedado en un susto”, comenta otra de los afectadas.
Finalmente poco antes de las once de la noche, el incendio se dio por extinguido y los vecinos de los primeros pisos pudieron regresar a sus hogares, aunque el fuerte olor a quemado y la gran cantidad de hollín en el ambiente obligó a algunos de los propietarios e inquilinos de las plantas superiores a pasar la noche en casa de familiares o amigos. “El desastre es cuando vuelves, se te cae el alma a los pies”.
A partir de las doce la noche todos fueron regresando a sus hogares, “por las escaleras porque el ascensor no funcionaba y todo estaba lleno de agua y hollín”.
Quedaba por delante la dura tarea de organizarse para que todo volviera a la normalidad. “Estuvimos limpiando la casa toda la noche. No hemos pegado ojo. Finalmente, pasadas las seis de la mañana me duché e intenté dormir algo, pero era imposible”, relata una de las afectadas.
Algunos de los vecinos han sufrido desperfectos como la rotura de cristales o la inundación de parte de sus viviendas o terrazas, un mal menor frente a las consecuencias que podría haber tenido el terrible incendio. “Ha sido poco para lo que podía haber pasado y la suerte fue que no ocurriera de madrugada”.
Los peritos tienen previsto comenzar a evaluar los daños en el edificio y a esclarecer las causas del fuego. Mientras, toca volver a la normalidad poco a poco y como ellos dicen: “limpiar los desperfectos y olvidar lo ocurrido lo antes posible”.