En el sendero de la vida tuve el placer de caminar junto a una bella persona. Fueron muchos años. Me escogió para estar junto a él, porque sabía idioma, igual que lo hizo con Mauricio. Muchas horas juntos hace que fuéramos como una familia.
Yo le invité en unas Navidades a que probara mi pulpo. Era muy metódico aunque muy buena gente.
Recuerdo que una vez fuimos a visitar una garita, y él que estaba, estaría súper despistado y se metió en el coche, luego confesó que creía que era el relevo.
Su familia siempre la tenía en la boca y más cuando estuvo criando a unos nenes.Todavía se ve la imagen con ellos en su foto de wasap.
Pero en este mundo nunca se sabe cuándo va a llegar el momento más temido por todos y, desafortunadamente, él ha podido gozar de su merecido descanso, tras su jubilación, muy poco tiempo.
En un mensaje recibido hace pocas fechas me dijo que estaba en el hospital El Ángel de Málaga, diciéndome que no era nada grave.
Hasta en eso era una bella persona, en no preocupar a nadie. Todos le queríamos y siempre le hablábamos de las paellas.
Se nos ha ido un gran hombre, un gran compañero y un excelente profesional y ante todo Guardia Civil.
Hasta pronto querido amigo Antonio Acuña Guerrero. Esto no es el final.
Desde allí arriba nos ayudarás a no caer en las manos del infortunio en estas temibles calles de una querida ciudad.
Descansa en paz compañero.
Descansa en paz compañero.