La detención, hace unas semanas, de varios agentes aduaneros y policías marroquíes que estaban destinados en el paso del Tarajal por presuntas prácticas corruptas ha dado un giro después de que el juez haya decidido imputarles al considerar que estaban cometiendo un delito.
Ha sido el diario ‘Assabah’ el que ha informado sobre la decisión adoptada por el juez, después de que los detenidos prestaran declaración tras ser señalados por marroquíes que cruzan el paso de regreso a Europa y se ven obligados a abonar un dinero.
En total han sido cerca de 50 agentes los señalados, tanto en el paso de Ceuta como en el de Melilla, y de forma gradual irán prestando declaración ante el juez. Su detención forma parte de un operativo que fue ordenado directamente por el Rey Mohamed VI, visiblemente molesto por las quejas que le estaban llegando de aquellos marroquíes que protagonizan la OPE y que tenían que someterse a las peticiones hechas por estos agentes.
Los detenidos deben responder ante el Tribunal de Tetuán de los cargos que se les imputan, unos de los que más repulsa provocan en el país. Las quejas de los marroquíes provocaron enojo en el Palacio Real , toda vez que se tiene especial mimo hacia quienes regresan a Marruecos de vacaciones por el dinero que puedan dejar en el país y por la imagen que trasladan al exterior.
Fueron precisamente esos ciudadanos los que denunciaron las llamadas “molestias” que estaban sufriendo tanto en la frontera de Ceuta como en la de Melilla, debido al acoso de los agentes marroquíes. Fue precisamente Mohamed VI el que ordenó que se actuara de inmediato en el freno de estos comportamientos “delictivos de corrupción y de acoso por parte de miembros de los servicios de seguridad destinados en esos puestos fronterizos”. No es la primera vez que se producen operaciones de este tipo en los pasos fronterizos, que soportan el tráfico de miles de personas y vehículos y en donde las presiones policiales son constantes.
Las otras víctimas a las que no se presta atención
El operativo ha saltado cuando han sido marroquíes procedentes de Europa que acuden a su país de veraneo los que han denunciado lo que estaba pasando. Pero esa petición de dinero, ese soborno y acoso no es nuevo. Las porteadoras están hartas de denunciar este tipo de situaciones, pero sus quejas no han llegado a Palacio. Unas quejas que han llegado a la muerte, ya que son al menos dos las porteadoras que han fallecido en el lado marroquí cuando los aduaneros les pretendían quitar algo de la mercancía que cargaban en Ceuta y por la que cobran alrededor de tres euros por bulto. Esas son las otras víctimas de la frontera, que siguen igual de desprotegidas mientras se investiga el acoso y soborno practicado sobre los protegidos del reino.