La rotura de un cristal de uno de los locales ubicados en la plaza Nelson Mandela de Ceuta provocó que la Policía Local tuviera que actuar y precintar la parte donde se había llevado a cabo el suceso este pasado fin de semana. Un suceso que deja como víctima a un menor y que evidencia la falta de cuidado que se tuvo en este lugar.
El niño de 12 años de edad se cortó la pierna mientras jugaba a la pelota con sus amigos en dicha plaza. Su padre, Mohamed, ha contactado con este medio para explicar los momentos de tensión y angustia vividos por la familia con este suceso.
“Mi hijo estaba jugando a la pelota, como suelen hacer los niños en esa plaza durante la tarde”, comienza su relato este ceutí. “El cristal no estaba precintado ni nada, no sé cuantos días llevaría roto”, continúa. “En un forcejeo por el balón con otro pequeño, levantó el pie y se le quedó enganchado dentro del cristal. Al intentar sacarlo fue cuando se pegó el corte”, añade.
Una vez ocurrido el accidente se realizó la llamada a los servicios médicos y a la Policía Local, personándose ambos en la localización. Los primeros para auxiliar al pequeño, “que se encontraba en un charco de sangre” narra su padre, y los segundos para tomar medidas con respecto al cristal, que terminó con el precinto de la zona.
Horas de angustia y 14 puntos de sutura
Una vez trasladado al hospital, los sanitarios se encargaron de examinar y decretar que se trataba de un corte que no había afectado a ningún tendón. Para cerrar la herida le pusieron 14 puntos de sutura.
Sobre lo sucedido, Mohamed comenta que fueron unos momentos de mucha tensión: “Lo único que queríamos es llevar al niño al hospital lo antes posible y que fuera atendido, por eso todavía no hemos realizado la denuncia”, pero asegura que la va a tramitar lo antes posible.
Asimismo, comenta que espera que el cristal se arregle ya “ya no sea un peligro para los pequeños, porque en esa plaza están los niños jugando a la pelota por las tardes y no queremos que le pase a ninguno más”, argumenta.
Asimismo, agradece que solo fue un susto y el pequeño tiene una cicatriz y no se ha visto afectada su movilidad, pero no deja de lado que pudo ser peor. “Si se hubiera caído de otra manera sobre el cristal podría haberle afectado alguna otra parte del cuerpo o haberle afectado algún tendón y estaríamos lamentando algo peor”.
Los menores son menores y cometen imprudencias, pero sus padres son adultos y deberían entender que no es sitio para jugar a la pelota.
Nunca ha habido en Ceuta tantos equipamientos deportivos, por lo que si los niños no juegan en los espacios habilitados para ello es responsabilidad exclusiva de sus padres.
Más educación, que paguen el cristal roto y que el chaval se recupere lo mejor y antes posible.
Por favor....no sé quién es más imprudente;el niño,el padre,o el responsable de mantenimiento y seguridad.