La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebró el pasado día 5 de mayo el día mundial del lavado de manos con la campaña “Salva Vidas: Limpia tus manos”.
Podemos pensar que el lavarse las manos no es tan importante como para que se celebre con un día a nivel mundial. Lo cierto es que la pandemia nos ha abierto los ojos y nos ha mostrado que debemos protegernos y proteger a los que nos rodean, la higiene de manos es fundamental para conseguirlo. Esta campaña tiene como objetivo concienciar a la población de la importancia que tiene el lavado de manos en el cuidado de la salud.
El lavado de manos es fundamental a la hora de prevenir la transmisión de infecciones, no sólo gripales o respiratorias, también digestivas, dermatológicas, oculares… Las manos están en contacto permanente con los ojos, la nariz y la boca, que son las principales vías de acceso de infecciones a nuestro cuerpo.
"La pandemia nos ha abierto los ojos y nos ha mostrado que debemos protegernos y proteger a los demás"
No somos realmente conscientes de la cantidad de enfermedades que podemos transmitir o contraer por no tener una buena higiene de manos. Algunas de estas enfermedades son: Coronavirus, gripe, gastroenteritis, hepatitis A y herpes entre muchas otras.
"Con esta acción se pueden prevenir enfermedades, muchas, y salvar la vida a millones de personas cada año"
Con esta acción se pueden prevenir enfermedades, muchas, y salvar la vida a millones de personas cada año.
Debemos lavarnos las manos cuando llegamos de la calle, si estamos cocinando alimentos crudos, antes y después de preparar la comida y antes de comer. Antes de tocar a un bebé, al preparar su alimentación y antes y después de cambiarles el pañal. Al cambiar o curar a personas dependientes. Si tocamos dinero, superficies sucias, animales por la calle. Si estamos enfermos, después de tocarnos la cara, sonarnos la nariz, al toser, después de ir al baño…
Cuando las manos estén visiblemente sucias utilizaremos agua y jabón para lavarlas. El hidrogel se utiliza para higienizar las manos que no tienen restos de suciedad visible. Es un buen aliado para llevarlo siempre encima y protegernos.
Nos lavaremos las manos antes de ponernos los guantes y después de quitárnoslos. Debemos tener cuidado al manipular las cosas, no porque llevemos guantes no vamos a contaminar lo que toquemos. Cuando nos quitamos los guantes también tenemos que tener cuidado de no tocar la parte sucia con nuestras manos.
Nos mojaremos las manos con abundante agua y jabón, necesitamos hacer espuma, después realizaremos movimientos con las manos que nos permitan llegar a todos los pliegues, frotándolas, sin dejarnos los dedos, las uñas o las muñecas. Este proceso debe durar al menos 15 segundos. Después de lavarnos las manos nos las secaremos con una toalla limpia o con papel de secado de manos. Si estamos fuera de casa, cuando tengamos las manos limpias podemos cerrar el grifo utilizando el papel con el que nos las hemos secado.
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