Proyectiles de cañón, bombas y piedras de morteros, fueron los artificios empleados desde el inicio de la actividad de castigo sobre la ciudad en el 1695.
En la actualidad, los impactos de Artillería en las Murallas Reales son evidentes, sin embargo son prácticamente inexistentes en las fortificaciones que constituyen la Plaza de Armas.
Los citados impactos deben ser en su gran mayoría del gran asedio de Muley Ismael (1694 – 1727), anteriores al ataque del Marqués de Lede, en el año 1720, que dejó a la población de Ceuta fuera de alcance del fuego artillero enemigo. Aunque también algunos pueden ser consecuencia del duelo artillero, de no mucha intensidad, durante el bloqueo al Sultán del año 1791.
La ausencia de impactos en las fortificaciones de la Plaza de Armas se debe a que cuando se inició el asedio “las fortificaciones exteriores no eran más que una estrada cubierta con débil empalizada”, y en los planos sucesivos se observa como las fortificaciones evolucionan conforme pasan los años, como lo demuestra también que no están dibujadas en el grabado del sitio de Ceuta obra de Correa, fechado a finales del siglo XVII, ni en el plano del frente de la Plaza de Ceuta del Ingeniero Diego Bordieux, del año 1700. Aunque la primera referencia gráfica de fortificaciones similares a las actuales data del año 1717, según consta en el Plano de Ceuta y de su Almina, este seguramente haga referencia a los planos de un proyecto, que no fue definitivamente aprobado hasta el año 1721. Además sabemos que los materiales con los que actualmente están recubiertas las fortificaciones de la Plaza de Armas: ladrillo, cal y cantería se trajeron de la Península en el año 1721, de donde también vinieron los artesanos necesarios, la arena de las playas más cercanas y la piedra de la Almina, y que posteriormente continuaron ejecutándose remodelaciones y reparaciones.
El ataque del Sultán del año 1732 solo contó con dos gruesos cañones de bronce desmontados y fuera del alcance de la plaza.
Desde el inicio de la actividad artillera enemiga, el 19 de junio de 1695, su objetivo principal fue la ciudad para arruinarla, o al menos hostigarla, mediante el bombardeo con proyectiles de cañón, bombas y piedras de mortero. No intentaron, por ineficaz, abrir brecha en las Murallas Reales, aunque alguna vez lo pretendieron con las fortificaciones exteriores. En consecuencia, las cicatrices de los impactos artilleros sobre la cortina y baluartes de las Murallas Reales son motivadas por los proyectiles que apuntados a la ciudad se quedaron cortos, y los de contrabatería contra los cañones asentados en las cañoneras de las Murallas Reales.
Los Proyectiles empleados contra los cañones serían de pequeño calibre y macizos, similares al que todavía se encuentra empotrado en el Baluarte de la Bandera, que muestra por el hueco reducido y profundo abierto en la muralla en el impacto, la enorme energía cinética que llevaban esos proyectiles.
Los proyectiles usados contra la ciudad, fueron lanzados preferentemente por los morteros (asi parece observarse en el gravado de Dornellas) para dañar seriamente las edificaciones y fueron, en consecuencia, proyectiles explosivos y de mayor calibre, que dejan un embudo más superficial y de bordes estrellados, que si bien es difícil de identificar entre las piedras de la muralla es más evidente cuando impactaron en sillares de piedra caliza, como se observa en el ángulo del Baluarte de la Bandera y en los sillares de la Coraza.
Hecho un recuento d los impactos sobre las Murallas, hemos estimado que el Baluarte de la Bandera tiene el 71%, el Baluarte de la Coraza el 20 % y la Cortina entre baluartes el 9%. Lo que se interpreta que el fuego artillero, principalmente de contrabatería que era el más fácil de que se quedara corto por su blanco y tiro tenso, estaba dirigido principalmente sobre los Baluartes, donde se encontraban la mayor variedad y cantidad de los cañones, y más sobre el de la Bandera por ser el más importante por defender la puerta del Campo y su puente levadizo.
El sistema defensivo de foso inundado tenía sus detractores, porque permitía una sola salida, fácil de controlar y de batir por el asediador, como puede comprobarse por la densidad de fuegos recibido en el Baluarte de la Bandera. Este problema se solucionó ampliando las fortificaciones exteriores, con espacio suficiente para acoger la nutrida guarnición y realizar salidas por sorpresa a través de las estradas del foso seco.
La mayoría de los impactos sobre el muro del Baluarte de la Coraza proviene de disparos cortos lanzados contra la ciudad, como se observa en el gravado de Dornellas.
Incisiones en las obras de Fortificación
Las incisiones grabadas sobre mortero fresco, y por tanto durante la ejecución de la obra no son raras en las obras de fortificación medievales y modernas, con frecuencia representan bocetos de portadas y otros elementos a modo de instrucciones graficas a los obreros, y en ocasiones pueden identificar al autor del trabajo, como es el caso de la torre de homenaje del Castillo de Arcos de la Frontera (Cádiz), fechada a mediados del siglo XV.
Contraescarpa del Hornabeque
Sobre el enfoscado del muro posterior del hornabeque hay una serie de incisiones, generalmente geométricas, arcos, circunferencias. Asimismo destacamos una diana con huellas de impactos de bala, el perfil de un barco de un solo palo y vela latina, y una fecha “1772” que nos demuestra que la contracarpa del Hornabeque fue restaurada en este año, coincidiendo con la obras y reparaciones que se hicieron en las Murallas Reales y fortificaciones exteriores propuestas por el Ingeniero Director Juan Caballero.
Foso Seco
En el año 1521, sabiendo que el uso de la artillería se había introducido entre los marroquíes y que las fortificaciones de Ceuta mal podían resistir la acción de los nuevos cañones, se resolvió, entre otras obras, abrir un foso en el frente que mira a la Almina o parte oriental, comenzando ese mismo año la contraescarpa del citado foso, aunque no se acabó.
Los ingenieros militares Arruda y Rávena redactaron un proyecto, en el año 1541 de fortificación abaluartada para Ceuta, obras que se iniciaron en 1543 y, entre ellas, la Contraescarpa del Foso de la Almina; obras que finalizaron en sus estructuras básicas entre 1549 y 1550.
El total de personas que debieron trabajar en estas obras no debió sobrepasar el número de 1801, destacando entre ellos a 12 albañiles, a los que seguramente pertenezcan estos trazos, el nombre de “Franca” y las iniciales “YSN”.
La enseñanza militar impartida en tal centro le dio un carácter técnico. Los artilleros tenían que dominar matemáticas, Geometría, Física, Astronomía y Química.
Durante todo et siglo XIX, la Academia de Artillería fue un foco estelar de culturas en España. Sobresalieron eminentes científicos y matemáticos que impartían tas doctrinas en sus aulas.
En la mañana del 6 de marzo de 1862, el Alcázar de Segovia fue destruido en su totalidad por un incendio.
Desde julio de 1997 la Academia integra las Jefaturas de Doctrina, Orgánica y Material, instrucción, Adiestramiento y Evaluación, además de investigación y análisis. También desde entonces es sede de la inspección de Artillería.
La adquisición de la Especialidad Fundamental de Artillería, por los Cuerpos Generales de las Armas, les faculta para desarrollar actividades directamente relacionadas con el mando, preparación y el empleo de las Unidades del Arma de Artillera y de otras que se les asigne dentro de la normativa vigente.
Los suboficiales del Cuerpo General de las Armas, Especialidad Fundamental de Artillería se dividen en dos.
Por un lado la Especialidad Fundamental de Artillería de Campana.
Por otro la Especialidad Fundamental de Artillería Antiaérea y de Costa.
La Especialidad Fundamental de Artillería engloba todo lo referente a medios productores de fuego y su forma de acción, encaminadas a batir o neutralizar al enemigo terrestre, aéreo o naval.
La Artillería de Ordenanza Borbónica
Tras la crisis abierta a la muerte del último Austria Carlos II, se advirtió que hacían falta mandos de otro temperamento que asumieran la reorganización del Ejército. La Corona de España la ocupa Felipe V, que aprobará un nuevo rumbo: Reales Decretos y Ordenanzas. Las más importantes fueron:
La Cédula de 1704 que implantó el Servicio Militar Obligatorio.
La sustitución de los mosquetes, arcabuces y picas por el fusil con bayoneta como armamento para la tropa y la creación de la brigada como como unidad táctica.
Toda esta actividad organizativa afectó, y de forma decisiva, a la ARTILLERÍA.
El 1er Regimiento de Artillería de España se crea para guardia de los trenes de la artillería en el año 1710, y para servir la artillería de las plazas y castillos.
Sus primeros coroneles:
-En 1710, el marqués de Villarrocha;
-En 1718, don Marcos de Araciel;
-En 1739, el conde Marian.
Este 1er Regimiento de Artillería de España estaba constituido por 126 oficiales y 1718 plazas de tropa, distribuidos en 3 batallones de 12 compañías: tres de artilleros que manejaban los cañones, los morteros y el entretenimiento del material, una de minadores que era vital en el ataque y defensa de las plazas, 8 de fusileros que custodiaban los trenes de artillería.
Los cadetes del regimiento se formaban en las diferentes unidades de Artillería, bajo el control y dirección de un capitán llamado “Maestre de Cadetes”, que se ocupaba, más que de enseñarles, de comprobar lo que habían aprendido.
La fundición de los materiales
Felipe V, con la experiencia acumulada en la Guerra de Sucesión, puso de manifiesto la necesidad de acometer una homologación definitiva del material de artillería, pues la fabricación de las piezas era anárquica y no había una normativa general.
Después de muchas consultas, en mayo de 1715 se comunicaron los nuevos diseños y materiales, reduciendo mucho el bronce y limitando la multiplicidad de sus calibres. En 1718 se puso fin a la heterogeneidad característica de la Artillería española.
Evolución histórica del empleo del material de artillería
La historia del empleo táctico de la Artillería es, en sí, la historia de sus materiales. Su evolución paulatina, sin apenas saltos bruscos, obligaba a modificar el empleo táctico.
Todo esto es un recuerdo histórico de los artilleros Medina y Frontela que han sabido transmitir el espíritu Artillero a los más jóvenes y que encarnan el cultivo de los muchos valores del Ejército de España y de la actuación de la Artillería en el combate.
Y ahora, con todo afecto, feliz Patrona a todos y que Santa Bárbara os proteja.
Te rogamos por ellos, por todos los que murieron por España.
¡Gracias, artillero!
¡Gracias, soldado!
La Artillería en el Protectorado de Marruecos 1912-1916
Creación de la Nueva Comandancia General de Melilla, creada en diciembre de 1912 bajo el mando del General Gómez Jordana, comprendía, además de esta plaza y las menores el territorio ocupado del Rif.
En el se organizaron las tropas en dos Brigadas de Infantería; una Brigada Disciplinaria, 2 Regimientos de Caballería, uno Mixto de Ingenieros y uno de Artillería de Montaña, con tres Grupos de Baterías y una Columna de Municiones en cada uno, Comandancia de Tropas de Artillería y Parque Móvil de municionamientos y depóstico de ganado y Fuerzas regulares.
El 8 de agosto en el territorio ocupado de Guelaya comenzaba el Ramadán, garantizándose los españoles la confianza de los Indígenas al autorizar la señal del comienzo y fin de ayuno diario mediante un disparo de cañón. La puntualidad con que se hacía las salvas de salida y puesta del Sol y los pregones dados en los zocos era signos de gran importancia política, tendentes a desvirtuar la propaganda de los españoles y contrarios a su religión, sus costumbres y leyes.
Por estas fechas, rifeños occidentales se preparaban para el ataque, llegando a trasladar uno de los cañones del General Concha a una zona llamada Ben Ernacha con unos 20000 hombres, lo cual enardeció a las turbas indígenas, lo cual animó a las ignorantes turbas, no creyendo en la paz de España, que podrían arrasar las posiciones del Kert y solo hizo algunos disparos.
El ataque de Haddu fue repelido por el general Aizpuru concentrando el fuego de las baterías sobre él siendo ocupado a continuación la posición anexa a Tazanet.
Aprovechando estas consquistas el Comandante General contando con el apoyo de los cabilenos , concibió un plan para ocupación de las alturas de Ifri Aixa en la que tomaron parte unos 7000 hombres en cinco columnas, cada una con una Batería de Montaña, el fuego de los cañones provocó la retirada de los indígenas que descendían de la meseta del Mauro, y 6 horas unas tarde la quedaba tomaba y fortificada sin apenas bajas.
Las operaciones de 1913 llevaron al establecimiento de una línea avanzada de unos 75 kms.
El año 1914
En este territorio fue un año relativamente tranquilo, con acciones más o menos aisladas de fusilería y de bombardelo a las posiciones españolas con los cañones del General Concha.
Reorganizacióndel Ejército (1916)
En África se reoganizaron, quedando alllí un Grupo de Artillería y seis baterías montadas, 26 baterías de Montaña y 2 Montadas de los Parque Móviles.