“Una política unitaria sobre menores extranjeros no acompañados”. Por esto aboga el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, señalando la necesidad de unificar los criterios, al tiempo de criticar lo que a su juicio parece “una subasta a ver dónde se pueden colocar menores en la península”, haciendo alusión a la inmigración infantil en Ceuta y Canarias.
En una entrevista concedida a RNE, Imbroda ha insistido en que el Gobierno central “debe empezar a legislar para ir al fondo de la cuestión y no ir a ver qué pasa”, argumentando que el problema de la inmigración infantil que ahora hay en Ceuta y Canarias “lo sufrió Melilla entre 2017 y 2018”, llegando a acoger 1.200 menores en un centro de protección con capacidad para 400.
El presidente de Melilla ha asegurado que “estábamos mucho peor que Ceuta ahora”, relatando que “hicimos una llamada de socorro para ver cómo podíamos repartir menores y nos pidieron que mandáramos ocho, cuando teníamos 1.200 y no cabíamos”.
Con ese recuerdo en mente Imbroda ha insistido en que “eso hay que arreglarlo legislando”, señalando que lo que hace falta es buscar consenso en las Cortes Generales “en la aprobación de una buena ley porque la Ley de Protección al Menor de 1996 se elaboró para proteger el desamparo de los menores españoles”, esto antes de que surgiera el fenómeno de la inmigración infantil, en torno a 2008 y 2009.
El presidente de Melilla se ha pronunciado a favor de que se ampare “al máximo a cualquier niño que venga”, al tiempo de insistir en que en este asunto debe actuar la Administración central, argumentando que el resguardo de las fronteras por las que entran a España los menores extranjeros no acompañados es de su competencia.
Imbroda ha señalado en la entrevista concedida a RNE que el control del fenómeno migratorio “depende de Marruecos”, señalando que esto quedó demostrado en la crisis fronteriza de Ceuta ocurrida en mayo de 2021.
No obstante, ha recalcado la necesidad de que intervenga la Unión Europea con una política común ayudando al desarrollo de una manera decidida en los países de origen de la inmigración irregular.
Imbroda también ha abogado por la intervención de Frontex en las fronteras y ha dicho no comprender “por qué el Ministerio del Interior tiene tanto resquemor a que Europa entre de manera rotunda en esa vigilancia cuando es un problema de todos y el señor que entra en Canarias está entrando en París”.
Para finalizar, ha recalcado que la situación de Melilla “es mejor que la de Ceuta” haciendo alusión a la presión migratoria. Esto lo ha señalado porque aunque ambas tienen “las mismas condiciones de cierre hermético en los pasos fronterizos que supone un freno para la inmigración irregular, las características físicas de Ceuta, con un dique en la playa más corto, hace que sea más fácil pasar incluso con un pato de goma”.
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