En sus últimos días de rodaje de la serie Cuéntame, el actor Imanol Arias (León, 1956) confiesa que terminar lo deja “un par de días pachuchillo, así como que te falta algo”. Pero después de quitarse los ropajes de Antonio Alcántara, se vestirá un uniforme para interpretar este sábado por la tarde en Ceuta al protagonista de 'El coronel no tiene quien le escriba'. Una adaptación teatral del clásico de Gabriel García Márquez que se acerca a las 200 funciones y ha viajado por toda España. “Vengo de Ermua, Eibar, Ourense…”, enumera Arias. Hubo un amago de salir de España, pero llegó la pandemia. El intérprete, junto a Ana Villa —en anteriores representaciones Cristina de Inza— como la coronela, protagoniza esta puesta en escena que conjuga la sobriedad del hambriento matrimonio, que espera y espera a que le paguen al militar su pensión, con los dibujos del director: el también cineasta Carlos Saura.
—Les dirige Carlos Saura en esta obra que Márquez consideraba como la mejor que escribió, ¿es mucha responsabilidad?
—Lo que tenemos es una aventura y un viaje muy bonito que vamos haciendo en los teatros de España contando esta historia de amor de estos dos seres y la situación que tienen, que esperan una carta. Esta obra habla de las esperas, de las cosas que no llegan, también de la madurez y del amor.
—¿Para usted cuál es la mejor obra de Márquez?
—No voy a contradecir al autor: es esta. Le nace de una necesidad tremenda y de una situación en París en la que estaba lejos de casa; le nace de verdad, es una obra muy visceral.
—¿Cree que vale la pena tener el idealismo del coronel?
—Es la única solución para vivir. La vida hay que vivirla, uno no puede evadirse de ella. Entonces hay que encontrar formas de entenderla, de recorrerla, y tienen que ver con el amor. El amor es el elemento aglutinador, nos une, nos hace estar vivos y de eso habla esta función. Hay unas personas que están abandonadas, y el amor en las pequeñas cosas y los recuerdos les van dando la poca vida que les queda.
—¿Qué espera usted?
—[Ríe]Hacer un buen viaje a Ceuta y hacer una buena función, ver qué nos depara la vida.
—La pareja espera una carta que no llega...
—La Administración es tan complicada que no les llega la pensión, la carta en la que les otorgan la pensión.
—¿Cree que ahora la situación es parecida, con gente a la que no le llega lo que está pidiendo a la Administración?
—Las situaciones nunca son iguales; se pueden parecer, pero nunca son iguales. Eso de “pedimos cosas y no nos dan nunca nada” me parece una respuesta muy fácil, hay que matizar. No es una obra política y no tiene nada que ver con la situación actual.
—¿De qué manera queda patente el realismo mágico?
—Es el más temprano en García Márquez, luego en Cien años de soledad suelta mucho más el vuelo. El realismo en encontrar los recuerdos de la infancia, que en vez de recordarlos de una manera concreta se recuerdan entre nebulosas, entre las cosas que son reales y las que no lo son. Macondo es la infancia de Márquez.
—¿Esta adaptación aporta algo a la obra original de Márquez?
—No hay ni de más ni de menos. Lo que aporta es la posibilidad de escucharla y de verla, además exquisitamente. Lo que aporta el hecho teatral simplemente; que una serie de personas se reúnan en una comunión y vean un espectáculo juntos. Sé que hay mucho interés porque se vendió todo en 7 minutos.
—Con esta novela se pone el foco en las personas mayores, de las que se ha hablado mucho ahora con la pandemia…
—Son un grupo muy débil en este sentido. Parece que no hacemos las cosas bien con ellos y no les ayudamos. Se nos han ido muchísimos.
—¿Cuál ha sido el mayor reto al encarnar al coronel?
—Sustituir a Juan Diego, al principio, que solo pudo hacer tres funciones. Es una persona que admiro mucho.
—¿Cómo es trabajar con Carlos Saura?
—Trabajé muy poco pero fue fascinante. Es un hombre que te crea unos mundos... es un artista total. Dirige el teatro de otra manera, ha sido muy interesante trabajar con él, pero tuve muy poco tiempo; es una pena.
—¿Cómo es su compañera de reparto?
— Es muy importante la relación coronela-coronel, es la básica, y he tenido mucha suerte. Tengo unos compañeros muy comprometidos y muy buenos artistas. Y tanto Cristina de Inza como Ana Villa, son una compañía muy sólida, que dan vida y dan juego a los personajes.
—Después de aparecer tanto en la prensa por los problemas con Hacienda, ¿sigue notando el mismo cariño por parte del público?
—Totalmente. Creo que el público sabe distinguir la paja del heno.
—¿Cómo es hacer teatro durante una pandemia?
—Igual que antes. Lo estamos llevando muy bien y la gente viene al teatro porque ve que es seguro. Es importante concienciarnos de que se tiene que hacer de una manera segura, pero se tiene que seguir haciendo.
—¿Cómo le está yendo al teatro ahora?
—Sale mucho mejor parado que el cine. El teatro está reviviendo. Se ha hecho todo un plan para que sea seguro.
—¿Y qué le ha parecido la gala de los Goya?
—No la he visto, pero sé que ha estado bonita, que ha estado corta y necesaria.
—¿Ha estado alguna vez en Ceuta?
—Yo hice la mili en Ceuta, pasé dos años; o sea, que sí la conozco. Yo recuerdo Ceuta estupendamente porque el periodo de la mili es muy curioso y éramos jóvenes, es una ciudad muy diferente y le tengo mucho cariño.
La Selección de Ceuta Sub-16 perdió su segundo compromiso del Campeonato de España de Comunidades Autonómicas…
El Grupo Parlamentario Vox ha explicado que en el próximo pleno de la Asamblea de…
Buenas noticias para los vecinos de Ceuta que estén pensando en comprar un coche eléctrico. La…
Con el adviento a la vuelta de la esquina, en Ceuta ya está todo listo…
El Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) va a interpelar en la próxima…
"Debemos estar preparados, especialmente las administraciones, para responder ante una situación de emergencia”. Así argumenta…