Eso dicen, ¿no? Que de ilusión se vive. Algo que en la práctica no nos vale para mucho. Y en la vida siempre nos han dicho que hay que ser prácticos. Mucho. Don Juan, que también es un hombre práctico, asegura que acepta las críticas que se hacen sobre la problemática de la frontera.
Ese gran monstruo que nos está consumiendo poco a poco ante la callada de ‘los tortugas’. Pero también nos recomienda que transmitamos entre todos ilusión y optimismo a los ciudadanos. Y es aquí cuando el presidente de todos los ceutíes se equivoca, fíjense ustedes que yo no sabía que el mandamás de la plaza gustaba de patinar, sin frenos.
Llega tarde pedir que transmitamos optimismo e ilusión a una población que, sencillamente, está harta de lo que sucede. Se ha consumido tras soportar la indecencia consentida y permitida en un escenario perdido, que sencillamente ya no es Ceuta.
No encuentro la manera de transmitir optimismo a ese guardia civil que termina aporreando las farolas porque no puede más o al que, en plan torero, busca organizar el tráfico solo ante decenas y decenas de vehículos que no atienden órdenes ni turnos.
Y cuando digo solo es solo. Sin la coordinación de fuerzas policiales que tanto gusta de ‘vender’ la clase política y que en el territorio frontera funciona cuando a quien le conviene le da la gana.
Quizá esté hecha de otra pasta para un mundo en el que nos reclaman ilusiones pero nos toman el pelo
No encuentro tampoco la forma de transmitir ilusión a una ciudadanía que ahora lee que la explanada para los coches patera que prometieron hace un año va a tardar un mes más en estar operativa.
Y todo ello porque ahora se han enterado que puede albergar más coches... ¿pero no se trataba de ordenar a la Guardia Civil y a la Policía que no dejen entrar vehículos susceptibles del porteo?, ¿ahora quieren hacer la explanada más grande para que entren casi mil coches?
No entiendo nada, quizá el mundo de las ilusiones, esas con las que también se vive, esté hecho para personas de otra pasta. A mi sencillo entender, estamos ante una tomadura de pelo que esconde un ‘no sé cómo controlar tamaño desaguisado así que voy a seguir estirando el chicle’.
A ustedes no les queda más que aguantar las críticas porque estas son el puro reflejo de una sociedad cansada y son obligadas ante la situación de caos absoluto que se repite a diario en ese rincón que hemos dejado que se pierda con un empecinamiento que da miedo.
La Guardia Civil roba las pertenencias de los pobres y los pobres
¿Dónde está esta ominosa ley que autoriza la seguridad para reservar compras en su país?
Esto es contrario a las normas y leyes internacionales