Las organizaciones dedicadas al tráfico de hachís intentan especializarse cada vez más y buscan la manera de burlar la acción policial hasta que topan con ella.El Ministerio de Interior dio a conocer ayer un ejemplo de esta entradilla: el de la operación Celeste. Los detenidos en la misma utilizaban, entre otras artimañas, el fingir ser guardias civiles para sortear los debidos controles. Pudieron operar sin problemas durante un tiempo, teniendo como jefe al considerado como uno de los narcos más importantes de Europa, el llamado Anselmo S.A, de 33 años. Así hasta que ayer, terminada por completo la operación, se dio por terminados sus últimos coletazos. La investigación, que ha dado lugar a doce detenciones -entre ellas las de un ceutí que es guardia civil y que estaba destinado en Madrid-, comenzó el pasado agosto y, con la misma, se da por desarticulada una organización que controlaba la entrada de hachís desde Marruecos a Huelva, en concreto a la zona de Isla Cristina. Tal y como ha confirmado el Ministerio de Interior, la organización se servía de potentes semirrígidas para mover el hachís, y en la introducción de la droga se disfrazaban de guardias civiles para evitar sospechas. Los primeros golpes dados a la organización tuvieron lugar en agosto de este año. En Estepona se detuvo al considerado como jefe del grupo, aprehendiéndose 3.620 kilos de hachís. El estupefaciente acababa de ser introducido en unos astilleros de la localidad de Isla Cristina (Huelva) a bordo de una embarcación neumática. Sus tripulantes se habían disfrazado de guardias civiles para no levantar sospechas, así que, vestidos de esta forma, salieron de los astilleros. Tras dar el paso más relevante, llevado a cabo por agentes de la Policía Nacional, comenzó a hilarse localizando los apoyos que tenía que tener la organización para poder mover la droga desde el vecino país a los puertos de Málaga y Huelva. Los miembros de la organización se las ingeniaban. Y ya no sólo disfrazándose de agentes de la Benemérita, buscando de esta forma que no fueran tenidos en cuenta en los controles llevados a cabo en su salida, sino que también tenían en cuenta las tradiciones más populares. A la hora de abortar el alijo en cuestión, se efectuó un seguimiento sobre el grupo comprobando que, aprovechando una procesión de la Virgen, buscaban pasar inadvertidos para introducirse por la ría con dirección a los astilleros. El operativo policial dispuesto en las inmediaciones interceptó la embarcación. En su interior se localizaron 113 fardos de hachís con un peso aproximado de 3.620 kilos. También se procedió a la intervención de la lancha y al arresto de dos tripulantes así como a otras ocho personas que se encontraban en el interior de los astilleros esperando su llegada. Dos días después de la aprehensión del hachís, los agentes del GRECO de la Policía Nacional localizaron y detuvieron en la localidad malagueña de Estepona al máximo responsable de la organización. A.S.A. que tenía en vigor una orden de ingreso en prisión por un delito contra la salud pública desde 2010, y está considerado por los especialistas en la lucha contra el narcotráfico como uno de los traficantes de hachís más importantes de Europa. En el registro de su domicilio se intervinieron alrededor de 26.000 euros en efectivo, cerca de 60 teléfonos móviles –todos ellos activos-, diversa documentación y tres ordenadores. Analizando toda esta documentación es como se llega a la segunda parte de esta historia, que es la que tiene que ver más con Ceuta. Tal y como informa la Policía, analizando el material intervenido se llegó hasta un agente de la Guardia Civil al que se le relaciona con la organización. Identificado, su detención se produjo en Ceuta. El agente, natural de la ciudad, se encontraba aquí de baja y fue arrestado tras presentarse una orden en su contra por parte de la UDYCO. Acusado de un presunto delito de revelación de secretos, su cometido dentro de la organización sería el de facilitar a la organización datos de vehículos y propietarios de los mismos. Nada más informar a la Comandancia de Ceuta de los hechos, se procedió a su detención y traslado a la Jefatura Superior. Esa misma noche, tal y como informó este medio a finales del pasado octubre, quedaría en libertad con cargos. En la investigación se han realizado cinco registros domiciliarios y se han intervenido cuatro vehículos, una moto de agua, una motocicleta, 27.000 euros, aproximadamente 100 teléfonos móviles, dos teléfonos satelitarios, 6 GPS náuticos y diversa documentación. La operación ha sido desarrollada por agentes del Grupo Estupefacientes de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de la Comisaría de Huelva, en colaboración con el GRECO de Costa del Sol y la UDYCO de la Comisaría de Ceuta. La Jefatura Superior no aportó más detalles sobre otras gestiones que haya podido llevar a cabo esta unidad policial en relación con la operación Celeste. De momento Interior ha indicado que con estos pasos la operación está finiquitada. La ristra de pruebas que se han ido obteniendo de manera gradual se han ido poniendo a disposición judicial junto a los detenidos.Algunos de ellos, como es el caso del guardia civil, se encuentran ya en libertad con cargos, aunque imputados por su presunta relación con esta trama.
En datos
Hachís Más de 3 toneladas Es el montante decomisado. En concreto fue interceptado en agosto en el muelle de Isla Cristina. La operación fue difundida en los medios pero hasta su cierre definitivo no se ha dado a conocer. Ese cierre de la operación tuvo lugar ayer. Detenciones Doce Entre los detenidos se encuentra A.S.A., de 33 años, y considerado por la Policía como uno de los principales capos del narcotráfico. Además hay colaboradores, alijadores, captadores y un agente de la Benemérita que está acusado de un presunto delito de revelación de secretos. El jefe fue detenido en Estepona. Métodos Ayuda de lanchas La droga se transportaba en gomas. El hachís procedía de Marruecos y era introducido a través de los puertos de Huelva y de Málaga. Vías Guardias y procesiones Como nota curiosa antes de la intervención de la droga, la Policía tuvo conocimiento de que salía la lancha con sus ocupantes vestidos de guardias de los astilleros de Huelva. Dos días después regresaban con la droga, aprovechando una procesión de la Virgen para pasar desapercibidos y llegar a los astilleros con el hachís. Como ya se estaba haciendo un seguimiento la Policía abortó el desembarco deteniendo tanto a los ocupantes de la goma como a quienes esperaban en el puerto. En ceuta Detención del guardia Se llevó a cabo a finales de octubre y el mismo día en que se le detuvo quedó en libertad con cargos por un presunto delito de revelación de secretos. La Policía relaciona al agente con el canal de información que tenía la organización. El arresto se llevó a cabo circunstancialmente en la ciudad debido a que el guardia se encontraba aquí de baja, ya que su destino es Madrid. El agente habría consultado en la base algunos datos relativos al acusado como jefe. balance Lo intervenido Además de la droga aprehendida se han intervenido teléfonos móviles, ordenadores, documentación además de dinero.
Más detenciones relacionadas con isla Cristina
La operación anunciada ayer no es la única que ha terminado por salpicar esta zona de Huelva. Hace un par de años, dos agentes de la Benemérita eran detenidos en Andalucía acusados de colaborar con una banda de contrabandistas gallegos que se dedicaban a traficar con hachís en el sur de la Península. La operación la desarrolló la Guardia Civil de Cádiz con la colaboración del Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (Greco) de Galicia, que ya les seguía los pasos a los narcos gallegos, además de agentes de Ceuta, porque la droga procedía de Marruecos y éstos disponían de información. Los transportistas gallegos fueron sorprendidos en un control policial cuando transportaban en una furgoneta cuatro toneladas de hachís que se iban a distribuir en el mercado español. Pero la investigación policial no terminó ahí, sino que a raíz de la aprehensión de la droga se procedió también a la detención de un agente de la Guardia Civil del destacamento de Isla Cristina (Huelva) y otro de Chipiona (Cádiz), a los que se les acusó de colaborar con la organización gallega, a la que supuestamente informaban de los momentos oportunos para pasar la mercancía, burlando así los controles policiales. Tras prestar declaración, los agentes detenidos ingresaron en la prisión de Sevilla II, abriéndose una pieza paralela para investigar los hechos.