El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha asegurado este lunes que su Ejecutivo, de coalición entre el PSOE y Podemos, no hará más devoluciones en caliente en Ceuta y Melilla, en referencia a la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que hace unas semanas avaló esta práctica. El líder de Unidas Podemos, en una entrevista en Los Desayunos de TVE, ha explicado que "cualquier acción que vaya en contra de los derechos humanos y en contra del acuerdo de Gobierno no se puede producir” y ha añadido que su Gobierno "tiene una política sobre las migraciones que va a ser respetuosa con los derechos humanos". Además, Pablo Iglesias ha comentado que en el Ejecutivo hay "consenso" en que "las devoluciones en caliente no son respetuosas con los derechos humanos”. Iglesias también se refiere con ello a las tensiones que se produjeron dentro del Gobierno de coalicióntras la sentencia de Estrasburgo. Además el líder de Podemos ha añadido que las palabras que él ha dicho también "se lo he escuchado decir al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska". Este tema desveló algunos enfrentamientos en el Ejecutivo. Otra ministra de Podemos en el Gobierno, Yolanda Díaz, expresó su "desacuerdo" con el fallo del Tribunal Europeo, aunque Marlaska se refirió que "la violencia era un límite al ejercicio de los derechos fundamentales", en referencia a los saltos a la valla de Ceuta y Melilla. Las conocidas como ‘devoluciones en caliente’ fueron regularizadas en el 2015 por el Gobierno de Mariano Rajoy a través de la figura del ‘rechazo frontera’, que fue incluida en una disposición de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ‘Ley Mordaza’. El PSOE, por su parte, mostró siempre su rechazo a las devoluciones, y las llevó al Tribunal Constitucional junto a otros grupos de la oposición. Sin embargo, a su llegada a La Moncloa, el Gobierno socialista continuó realizando este tipo de devoluciones de migrantes a Marruecos, alegando que se hace “en cumplimiento de la legislación vigente”. También optaron por mantener el recurso que había presentado el PP contra la condena del TEDH, que finalmente dio la razón a España.
Al secretario de Estado de Seguridad no le constan esas palabras de Marlaska
EFE El secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, ha afirmado que no le constan las palabras que el vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno, Pablo Iglesias, ha atribuido este lunes al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, respecto a un rechazo de las devoluciones en caliente de inmigrantes. Según ha dicho este lunes Iglesias, "es un consenso que las devoluciones en caliente no son respetuosas con los derechos humanos", y ha añadido que "esto, dicho así", también se lo ha escuchado al propio ministro del Interior. "A mí esas palabras que Pablo Iglesias ha puesto en boca del ministro no me constan", ha respondido Pérez a preguntas de los periodistas durante su primera visita a Melilla como secretario de Estado de Seguridad, a los que ha recordado que anteriormente fue director del Gabinete del ministro del Interior. Ha dicho desconocer si podría tratarse de "una interpretación distinta" por parte de Iglesias, o bien "lo ha comprendido de una manera diferenciada", pero ha insistido en que, personalmente, no le constan las palabras que Iglesias atribuye a Grande-Marlaska. El secretario de Estado ha defendido la actuación de la Policía y la Guardia Civil, de la que ha dicho que siempre se ha enmarcado "dentro de la legalidad". Además, ha insistido en que el Ministerio del Interior, desde que llegó el nuevo equipo que lo conforma hace 19 meses, ha actuado "siempre respetando la normativa de derechos humanos y con una serie de principios claros en el tema de inmigración", que son la implicación de la Unión Europea en este ámbito y el trabajo con los países de origen. Tras dejar claro que las fronteras de Melilla y Ceuta no son solo españolas, sino también europeas, ha subrayado la importancia del trabajo con los países de origen para evitar las salidas de inmigrantes y potenciar el trabajo de la Policía y la Guardia Civil contra "las mafias ilegales".