Se trata de un asunto de candente actualidad del que también se habla en Ceuta. La asociación profesional Independientes de la Guardia Civil (
IGC) lamenta que las
condecoraciones de mayor importancia al mérito profesional recaigan en su mayoría entre oficiales del Instituto Armado, los cuales se reparten el 40 por ciento de las mismas concedidas por el ministro del Interior. Mientras que la "cúpula" de la
Guardia Civil tan solo representa un 3 por ciento de la totalidad de la plantilla establecida en la actualidad (en torno a 78.000 efectivos), según los cálculos de IGC, se ha constatado que en lo que va de año 2023, los oficiales de la Guardia Civil, comprendidos en todos los empleos existentes desde teniente hasta teniente general, "se reparten" el 38 por ciento de las máximas condecoraciones que concede la Benemérita con ocasión de la realización de servicios de carácter extraordinario a sus agentes. Concretamente, asegura la asociación, los oficiales de la Benemérita se han repartido cuatro de cada 10 condecoraciones de la Orden del Mérito de la Guardia Civil con distintivo de Plata (una de las máximas condecoraciones a las que puede optar un agente), cuya finalidad es la de premiar las acciones o conductas de extraordinario relieve que redunden en el prestigio del Cuerpo de la Guardia Civil e interés de la Patria. Para la concesión de la Cruz de Plata se deben de haber realizado hechos que supongan una relevante colaboración con la Guardia Civil o revistan, por su naturaleza, un carácter o mérito tan relevante que requieran el alto reconocimiento y esta especial distinción. Las propuestas se elevan por conducto reglamentario y son informadas por los sucesivos escalones de mando hasta el director general de la Guardia Civil, que formula la correspondiente propuesta al ministro del Interior, que previa conformidad del ministro de Defensa otorga estas distinciones.
El problema de esta "objetiva desigualdad"
Según la asociación IGC, el problema de esta "objetiva desigualdad" en la concesión de condecoraciones de la Orden del Mérito de la Guardia Civil en su categoría de Cruz de Plata al 3 por ciento del personal que representa la "cúpula" de la Guardia Civil radica en que son los propios oficiales de la Benemérita "los que deciden en primera instancia quienes son merecedores de su posible concesión ya que las propuestas de condecoración las formula el jefe de la unidad de la Guardia Civil al que afecten directamente los hechos objetos de la propuesta de condecoración". Por este motivo, el restante 97 por ciento de la plantilla de la Guardia Civil correspondiente a la escala de suboficiales, cabos y guardias "se ve relegada a un segundo plano" en la concesión condecoraciones y reconocimientos profesionales, "pese a ser los que realizan la mayor
parte de hechos de extraordinaria relevancia que suelen ser objeto de tal reconocimiento, y que sin embargo suelen ser discriminados a tales reconocimientos profesionales". Desde IGC instan a las autoridades competentes a tomar cuantas medidas sean necesarias para que la normativa de condecoraciones de la Guardia Civil se haga de forma "transparente" y que el proceso de concesión de las mismas se ajuste a "los hechos meritorios con independencia del empleo que ostente el agente que sea merecedor de la referida recompensa profesional"