La Asociación Independientes de la
Guardia Civil ha presentado una querella criminal contra
los inmigrantes que entraron en Ceuta a la carrera justo hace una semana por el paso que separa Beliones de
Benzú. Los delitos que se enumeran son los de atentados contra agentes de la Autoridad con utilización de objetos y líquidos peligrosos; lesiones cuya gravedad está por determinar; desordenes públicos con el empleo de instrumentos peligrosos y el riesgo para la integridad física de los atacados; grupo criminal y delito contra la salud pública por la utilización de heces y sustancias tóxicas. La acción penal se dirige contra los 155 subsaharianos que cruzaron el paso de control y “contra cuantas personas resulten responsables criminalmente a consecuencia de la incoación del proceso, incluyendo a ‘humanitarismo’ por entender que están ofendiendo a las víctimas”. Piden prisión incondicional y sin fianza de todos ellos hasta proceder a su expulsión por riesgo de que traten de sustraerse a la acción de la justicia. La asociación entiende que en la entrada -que fecha erróneamente el 30 de junio- hubo una “organización y preparación” para “producir el máximo daño posible a las fuerzas de seguridad, en un ataque planificado, empleando tácticas paramilitares y con una cuidadosa distribución de funciones”. Que “para alcanzar sus objetivos se distribuyeron por anticipado las funciones y siempre organizados y de común acuerdo distribuyeron los instrumentos peligrosos para atacar con ellos a la Guardia Civil que custodia la frontera para producir el mayor daño posible y no satisfechos con penetrar en la ciudad, atacaron el propio puesto causando graves daños”, recoge en la querella que ha sido trasladada a los medios de comunicación. La IGC reseña que a sabiendas de que los agentes no podían responder ante la agresión “sabían que no era necesario agredir pero lo hicieron de manera gratuita, de alguna manera adoctrinados por años de conductas violentas impunes, por la falta de aplicación de las leyes de la que son conocedores y por la conocida indefensión de nuestros guardias”. “Los atacantes utilizaron objetos e instrumentos peligrosos algunos de ellos corrosivos y tóxicos previamente preparados para causar el mayor daño posible con especial crueldad y un talante que pregona la gran peligrosidad de los autores y su absoluto desprecio a las leyes”, recoge la querella. Que los guardias lesionados han sido once, “ampliamente sobrepasados por el número de atacantes y la alarma social generada ha trascendido de nuestras fronteras con un claro sentimiento de indignación e indefensión por parte de la ciudadanía incrédula ante el hecho de que España no sea capaz de proteger sus fronteras exteriores y entren por la fuerza individuos de probada peligrosidad”.