Un hombre detenido con 24 kilos de hachís se fuga de la Guardia Civil. Ese era el titular de la noticia publicada por ‘El Faro’ el pasado 21 de junio. Una historia protagonizada por un guardia civil que debía vigilar y un detenido, un marroquí de 54 años llamado E.S.E., que barruntaba la forma de burlar los controles para zafarse de la acción judicial. Al final el que tenía que estar ya en Los Rosales cumpliendo condena consiguió su propósito y hoy, a pesar de haber dictada una orden de busca y captura contra él, nadie lo ha encontrado.
Se sabe que se encuentra oculto en Marruecos y que no ha pasado a ningún país de la UE, ya que la orden cursada contra él tiene ámbito europeo y habría sido interceptado ya en alguna frontera.
Según declaró en su día el agente que le tenía que vigilar, el detenido le agredió aprovechando que iba al servicio y así habría conseguido escapar. Pero había un detalle que no cuadraba con los hechos: y es que el fugado se había marchado de los calabozos del puerto con su documentación, así que la historia comenzaba a cojear.
Mientras el juzgado abría una procedimiento contra el marroquí por un presunto delito contra la salud pública, un atentado contra agente de la autoridad y un quebrantamiento por haberse fugado, la propia Guardia Civil ponía en marcha un informe interno para esclarecer los hechos.
Ahora, el contenido de ese informe obra en poder del juzgado, junto a un CD que contiene las imágenes (alrededor de ocho minutos de grabación) de lo que sucedió el día de autos. Esa grabación procede de las cámaras de la Autoridad Portuaria que controlan los guardamuelles, y en ellas se ve cómo el detenido está deambulando por distintas zonas de las dependencias de la Compañía Fiscal buscando un lugar para marcharse andando. La ‘película’ termina cuando se le ve por el control de acceso de vehículos, cogiendo un taxi que se supone le llevó hasta el Tarajal, sin los 24 kilos de hachís, pero con su pasaporte y la libertad robada recién recuperada.
Según han informado fuentes judiciales, en esa grabación no se ve agresión alguna al agente, ni se ve que el detenido se las ingenie demasiado en recuperar su documentación porque la tenía en su poder.
Ahora el juzgado ha decidido abrir una pieza paralela al proceso que se sumará al procedimiento iniciado en su día para incluir este hecho y poder confirmar así qué hubo de cierto en esta historia y qué de inventiva. Del resultado de esa investigación judicial depende muy mucho la acusación que recaiga sobre el fugado y las nuevas acusaciones que puedan producirse. De momento el primer paso es comprobar el contenido del informe interno aportado por la Benemérita con los protagonistas, por lo que se procederá a citar a los agentes que estuvieron de servicio el día de autos. Al margen de la actuación policial la Benemérita inicia su particular procedimiento administrativo para proponer la falta que estime oportuna para el o los agentes que podrían tener relación con lo ocurrido.